La Librería

Pequeños retales de literatura

sábado, enero 08, 2005

Un Tsunami en el mediterráneo

Son las casualidades las que de algún modo me han encauzado para escribir lo siguiente. Su lugar era otro, pero una vez ya escrito, lo he retocado y me ha parecido que colgarlo aquí también era apropiado. Total, hace días que ha entrado el nuevo año y mi casillero aún restaba en blanco. Además, tal vez escribiendo estas palabras, sea el mejor modo de rendir alguna clase de homenaje a todas las víctimas que han desaparecido por el efecto del Tsunami asiático. Con mal pie ha comenzado este 2005, ya veremos como acaba.

Años después que el aristocrático Tito Livio se embarcase en su magna obra. Más de cien volúmenes bajo el hermoso título Ab urbe condita, en donde se narran los hechos desde el nacimiento de Roma hasta la muerte de Druso. Años después de que Plinio el Viejo en su Historia Natural demostrase la suficiente observación para ser capaz de describir, en algunas de las páginas de los trenta y siete volúmenes, doce variedades de rosas. Ni una más ni una menos. Años después que Gaio Suetonio biografiase la vida de los doce Césares, desde el gran Cayo Julio César hasta el emperador Domiciano, con un estilo puntilloso y fluido que muchos de los biógrafos actuales ya desearían. Y sólo unas cuantas décadas antes de que la figura de Boecio se convirtiera en inmortal, al escribir desde la oscuridad de una cárcel, el tratado de las Consolaciones filosóficas, que perduraría durante los siglos de los siglos. Entonces, tal vez entonces, otro historiador latino, Amiano Marcelino, del que apenas se ocupa de él un pequeño hueco entre las páginas de las enciclopedias, escribía su obra Rerum gestarum libri XXXI que comprende la historia, desde los reinados del emperador Nerva, hasta la muerte de Valente. Una obra que lleva años acumulando polvo en las estanterías de los historiadores. Y así ha sido, hasta que de alguna manera, hace unos días, uno de los párrafos de su obra, cobró una fugaz actualidad.

“ A doce días de las calendas de agosto, en el año en que Valentiniano fue cónsul de Roma por primera vez, el mundo entero se estremeció. Una importante sacudida sísmica afectó el Mediterráneo oriental, después de la cual el mar se retiró varios kilómetros en algunas de las costas y dejó los barcos en seco y millares de todo tipo de criaturas marinas aturdidas en los limos. La gente acudió a ver el fenómeno y a recoger los peces, pero las aguas volvieron de pronto con gran altura y mataron por doquier y arrojaron los grandes barcos anclados en los puertos contra los tejados de las casas, como ocurrió en Alejandría. Luego las aguas se retiraron de nuevo y dejaron un paisaje de muerte y total desolación.”

Sucedió en el Mediterráneo oriental hace 1.450 años, pero hace unos días la misma ola de muerte golpeo con fuerza las costas de Asia, llevándose millares de vida.

Copié este link con las fotografías de algunos desaparecidos, pero me imagino que la red debe estar llena de este tipo de páginas.
http://www.flickr.com/photos/tsunamimissing

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