¿Y cómo hablo de amor si estoy muerto?
Murió Jorge León Escudero y el debate sobre la eutanasia se ha vuelto a abrir. Su cadáver fue encontrado desconectado del respirador artificial que necesitaba para vivir. Jorge León Escudero había sufrido un accidente doméstico en el año 2000 que le había producido una pentaplejia; un estado que además de la parálisis en las extremidades indica la imposibilidad que sus pulmones respiren sin la ayuda de una máquina. Jorge León Escudero que había tenido una vida plena, en el que su trabajo como ATS no le había impedido desarrollar sus inquietudes artísticas, además de ser también un gran deportista aficionado a la espeleología, vio su vida totalmente limitada tras su accidente. Una tolerancia cada vez menor a los antibióticos, y un aumento de los dolores crónicos que sufría forzaron el desenlace.
Jorge León Escudero además tenía su propio blog, en el cual se presentaba como Lucas S. y escribía su cotidianidad y su lucha por el derecho a la eutanasia. He intentado acceder a este blog pero de momento este parece haberse esfumado de la red (si alguien sabe el nombre del blog que me lo comunique). La policía dice que lo está investigando (sic.) La cuestión es que desde este blog siempre se ha abogado por el derecho a la eutanasia, denunciando la postura hipócrita por parte de una sociedad que se escandaliza por que un hombre desee su propia muerte, sin comprender que la calidad de vida que uno quiere es un derecho propio, y que la muerte puede ser en ciertos casos liberadora.
Primero siempre se anuncia por los medios que se buscará la mano que facilitó ese inducido suicidio, pero luego los propios jueces esconden la cabeza ante la magnitud del problema moral. Recupero el caso del francés Vincent Humbert que ciego y paralítico provocó también un debate tras su muerte. Su madre inductora de la muerte declaró en colera tras ser declarada no responsable: “Sabía lo que hacía. Lo que hice fue por amor”, y contó que había tardado dos años en decidirse a aceptar las súplicas de su hijo para que pusiera fin a su vida. Sea como sea, por ese sentimiento que nos confraterniza entre los blogueros, siento de verdad que haya muerto Jorge León Escudero. Y aquí van unas palabras de Ramón Sampedro, ahora desde el cielo o desde ninguna parte, pero aún así, siempre mejor que escribir desde el infierno.
¿Y CÓMO HABLO DE AMOR SI ESTOY MUERTO?
Jorge León Escudero además tenía su propio blog, en el cual se presentaba como Lucas S. y escribía su cotidianidad y su lucha por el derecho a la eutanasia. He intentado acceder a este blog pero de momento este parece haberse esfumado de la red (si alguien sabe el nombre del blog que me lo comunique). La policía dice que lo está investigando (sic.) La cuestión es que desde este blog siempre se ha abogado por el derecho a la eutanasia, denunciando la postura hipócrita por parte de una sociedad que se escandaliza por que un hombre desee su propia muerte, sin comprender que la calidad de vida que uno quiere es un derecho propio, y que la muerte puede ser en ciertos casos liberadora.
Primero siempre se anuncia por los medios que se buscará la mano que facilitó ese inducido suicidio, pero luego los propios jueces esconden la cabeza ante la magnitud del problema moral. Recupero el caso del francés Vincent Humbert que ciego y paralítico provocó también un debate tras su muerte. Su madre inductora de la muerte declaró en colera tras ser declarada no responsable: “Sabía lo que hacía. Lo que hice fue por amor”, y contó que había tardado dos años en decidirse a aceptar las súplicas de su hijo para que pusiera fin a su vida. Sea como sea, por ese sentimiento que nos confraterniza entre los blogueros, siento de verdad que haya muerto Jorge León Escudero. Y aquí van unas palabras de Ramón Sampedro, ahora desde el cielo o desde ninguna parte, pero aún así, siempre mejor que escribir desde el infierno.
¿Y CÓMO HABLO DE AMOR SI ESTOY MUERTO?
Ramón Sampedro
Cartas desde el infierno
¿Y cómo hablo de amor si estoy muerto?
Si los muertos no tenemos pasiones,
ni de humanos afectos sentimientos
sólo somos de los vivos el espanto.
Todo es incoherencia y contradicción
para un muerto entre los mortales.
No lo excitan la luna, ni la flor, ni la hembra,
Porque no tiene carne para reproducirse
¿Hay cosa más absurda que escuchar un cadáver
hablar apasionadamente como un humano,
si no puede sentir ni el calor ni el frío
ni el placer, ni el dolor, ni el llanto?
Es horrible ser un muerto entre los humanos.
Ser el muñeco con quien representan una parodia
absurda
los psicópatas esquizofrénicos vivos
que disfrutan con la visión de un cadáver
putrefacto.
Embadurnados de excrementos, babas y locura
al que con asco y saña, impertinentes, siguen
Limpiando.
Y pide liberarse el cadáver, de entre los vivos locos,
pero éstos no entienden los silenciosos gritos de
los muertos.
Y con patético ensañamiento lo siguen animando:
Cuenta, muerto, tu historia de lo que estás pasando;
parece que eres uno de nosotros, los vivos,
aún aparentas algo de ser humano.
En vano les digo ¡que no!, ¡que estoy muerto!
que ya no puedo hablar, igual que ellos
porque me resulta absurdo hablar igual que los
Humanos.
Y no me dejan ser ni muerto ni vivo
Estos locos y alucinados desquiciados.
Si quieren ayudar en la lucha por la legislación de la eutanasia, pueden dirigirse a la Asociación DMD (Derecho a Morir Dignamente).
Etiquetas: Noticias
3 Comments:
El blog de Jorge León Escudero:
http://destiladospentaplejicos.blogspot.com/
Molto Grazie, Joana!!
Ya me explicarás de donde la sacaste.
Kiss
Hola,
Voy a leerme el blog de Jorge León. Presiento que Ramón Sampedro puede haberse convertido en el pionero de una lucha sin tregua ¿Y con final...?
Este poema es el mejor modo de luchar.¡Estoy a favor! No me importa que todo el mundo lo sepa.
Alicia Rosell
Publicar un comentario
<< Home