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Pequeños retales de literatura

miércoles, noviembre 23, 2005

Tu más profunda piel

Recuperamos el tema de las geografías humanas, y recuperamos a Cortázar. ¿Y por qué no? También recuperamos el bendito sabor de la sal. El texto es largo, pero vale la pena disfrutarlo entero; en correspondencia a mí me toca concluir aquí.

TU MÁS PROFUNDA PIEL

"Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No el tabaco que se aspira, el humo que tapiza las gargantas, sino esa vaga equívoca fragancia que deja la pipa, en los dedos y que en algún momento, en algún gesto inadvertido, asciende con su látigo de delicia para encabritar tu recuerdo, la sombra de tu espalda contra el blanco velamen de las sábanas.
No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacia de tu rostro una máscara de joven faraón nubio. Creo que siempre estuvo entendido que sólo nos daríamos el placer y las fiestas livianas del alcohol y las calles vacías de la medianoche. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas, imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes, de tanto desembarco amable o resistido de embajadas con cestos de frutas o agazapados flecheros, y cada pozo, cada río, cada colina y cada llano los hallamos en noches extenuantes, entre oscuros parlamentos de aliados o enemigos. ¡Oh viajera de ti misma, máquina de olvido! Y entonces me paso la mano por la cara con un gesto distraído y el perfume del tabaco en mis dedos te trae otra vez para arrancarme a este presente acostumbrado, te proyecta antílope en la pantalla de ese lecho donde vivimos las interminables rutas de un efímero encuentro.Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía. Con el perfume del tabaco vuelve ahora un recuerdo preciso que lo abarca todo en un instante que es como un vórtice, sé que dijiste " Me da pena, y yo no comprendí porque nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias que nos volvía ovillo blanco y negro, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro para luego dejarse invadir por la presión liviana de unos muslos, de unos brazos, rotando blandamente y desligándose hasta otra vez ovillarse y repetir las caída desde lo alto o lo hondo, jinete o potro arquero o gacela, hipogrifos afrontados, delfines en mitad del salto. Entonces aprendí que la pena en tu boca era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que ya tanto habías saciado, que me rechazabas suplicando con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo.
Dijiste "Me da pena, sabes", y volcada de espaldas me miraste con ojos y senos, con labios que trazaban una flor de lentos pétalos. Tuve que doblarte los brazos, murmurar un último deseo con el correr de las manos por las más dulces colinas, sintiendo como poco a poco cedías y te echabas de lado hasta rendir el sedoso muro de tu espalda donde un menudo omóplato tenía algo de ala de ángel mancillado. Te daba pena, y de esa pena iba a nacer el perfume que ahora me devuelve a tu vergüenza antes de que otro acorde, el último, nos alzara en una misma estremecida réplica. Sé que cerré los ojos, que lamí la sal de tu piel, que descendí volcándote hasta sentir tus riñones como el estrechamiento de la jarra donde se apoyan las manos con el ritmo de la ofrenda; en algún momento llegué a perderme en el pasaje hurtado y prieto que se llegaba al goce de mis labios mientras desde tan allá, desde tu país de arriba y lejos, murmuraba tu pena una última defensa abandonada.
Con el perfume del tabaco rubio en los dedos asciende otra vez el balbuceo, el temblor de ese oscuro encuentro, sé que una boca buscó la oculta boca estremecida, el labio único ciñéndose a su miedo, el ardiente contorno rosa y bronce que te libraba a mi más extremo viaje. Y como ocurre siempre, no sentí en ese delirio lo que ahora me trae el recuerdo desde un vago aroma de tabaco, pero esa musgosa fragancia, esa canela de sombra hizo su camino secreto a partir del olvido necesario e instantáneo, indecible juego de la carne oculta a la conciencia lo que mueve las más densas, implacables máquinas del fuego. No eras sabor ni olor, tu más escondido país se daba como imagen y contacto, y sólo hoy unos dedos casualmente manchados de tabaco me devuelven el instante en que me enderecé sobre ti para lentamente reclamar las llaves de pasaje, forzar el dulce trecho donde tu pena tejía las últimas defensas ahora que con la boca hundida en la almohada sollozabas una súplica de oscura aquiescencia, de derramado pelo. Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente, después de fabulosas máquinas de sitio y parlamentos y batallas. En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo".
Julio Cortázar -Ultimo round-

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9 Comments:

Blogger Magda Díaz Morales said...

Vigo, este es un texto hermosísimo. En mi próximo post pondré "Toco tu boca" (de Rayuela), no si si lo conoces, seguro que sí, es otra maravilla.

Cada vez que leo este texto que nos compartes, pienso en su destinataria ¿qué sentiría al leerlo? ¿qué pensaría? debió de dar gritos (o quizá silencios) de emoción.

Un beso para ti.

8:08 p. m.  
Blogger Fabiana said...

Adhiero a lo de Magda. Este texto junto al de "Toco tu boca" (http://otradegiocondas.blogspot.com/2005/09/toco-tu-boca.html), son de una belleza inconmesurable. Aunque me quedo con sus poemas, paradojicamente. Un abrazo desde el sur del sur de todo.

12:06 a. m.  
Blogger Vigo said...

Supongo que Cortázar sintió un cariño intenso. Casi tanto como el que yo sufrí cuando lo posteé.
Besos y abrazos para vosotras, mujeres al otro lado del charco.

2:16 p. m.  
Blogger viruta said...

un sur que tiembla en clave de sol ardiente
y no permite el sueño
ni el reposo
.
.
queda entonces la lectura
el descubrimiento
la colonización de la palabra
siempre nueva
nunca ausente...
.
.
que siga el baile, niño vigo
.
.
yo
lenta
azorada
ojos desnudos de párpado
justo en medio de la pista
.
espero

11:38 a. m.  
Blogger Vigo said...

Mi querida Cris, yo intento bailar, mover al menos mis zapatos con gracia... pero para bailar arrimao como decían nuestros abuelos necesito la ayuda de una chica que tenga voluntad.
Me alegra mucho que me visite, como lo hizo Habar hace unos días, me gusta tanto sus deje de ese sur que tiembla.
Hoy vendrá alguien desde muy lejos, alguien que quiso bailar, y alguien a quien le debía esas palabras de Cortázar.
Un beso Cris, y gracias.

5:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vigo, me gustaria entender "me cediste la ciudad de tu mas profunda piel... ayudame y decime qué significa. Muriel de Buenos Aires.

2:02 a. m.  
Blogger Vigo said...

Es un poco cómico que responda a esta pregunta después de varios meses... pero buscando un e-mail pasado me he encontrado con este que en su momento olvidé.
Muriel... por si alguna vez regresas...
"me cediste la ciudad de tu más profunda piel" viene a ser algo así como me diste lo que guardabas celosamente en tu interior, o me permitiste acariciar cada rincón de tu piel, etc.

3:30 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sé que si Julio pudiera leer como mi comentario a esta cita de su maravilloso "Tu más profunda piel" llega casi un año más tarde, se reiría y haría un comentario tan suyo acerca del tiempo, como dijera la Maga: "ese bicho que anda y anda".

Curioso que tantos nos hayamos preguntado lo mismo: la reacción de su destinataria.

Se me ocurre que es la misma a quien le escribiera "Dadora de las playas".

Estoy de acuerdo en la incapacidad de llegar a escribir sobre el amor -y agrego, sobre cualquier otro tema-, como Julio lo hizo, y es que Julio es maravilloso, único, irrepetible. Existen escritores buenos, exceltenes, y Julio Cortázar.

La vida está llena de momentos que sólo se pueden describir citándolo. Qué lamentable que no haya grabado en audio este texto (o por lo menos yo no tengo conocimiento de que alguna vez lo haya hecho).

9:09 a. m.  
Anonymous JCL Aragón said...

http://www.youtube.com/watch?v=_-LxNWIv2Ho

10:40 p. m.  

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