A vista de pájaro

Si a estas alturas aún no has probado las aplicaciones de mapas de Google, es que sin duda eres un vulgar pichiruchi del ciberespacio.



Pero como confío en que algunos aún estáis a tiempo de redimiros, os dejo algunos de los enlaces.
Visitad Google Maps, una vez allá, lo mejor es pulsar el modo “Satellite” y desde una visión general de la Tierra comenzar a hacer zooms hasta encontrarse con una vista panorámica de vuestra casa.

Otra opción es irse a una de las aplicaciones que ha desarrollado Dirson con la tecnología de Google. A través de este callejero sólo tenéis que dar lo datos de la dirección de vuestra casa, para obtener la fotografía aérea.

La última posibilidad que propongo es probar el Google Earth, para ello hay que bajarse (gratuitamente) una pequeña utilidad. La gente habla maravillas de éste, pero un servidor aún no lo ha probado, porque Google hace unos días denegaba el acceso. Pero las buenas noticias es que dicen que ya vuelve a funcionar correctamente. Los que han conseguido el acceso al satélite hablan maravillas de su capacidad, que si imágenes tridimensionales, que si una precisión que permite visualizar claramente cualquier edificio… ¡Increíble, vamos!

Desde Google Maps he cogido esta fotografía donde se muestra mi casa, y con horror he descubierto un secreto oculto en las alturas: alguno de mis vecinos goza de una hermosa piscina en la manzana contigüa a mi casa. Lleno de rabia y envidia, me he puesto a analizar que edificio podría ser el que tiene acceso a ese resplandeciente oasis. Poco a poco mi mente sedienta va hilvanando un plan cuyo éxito o fracaso se dirimirá en la posibilidad de un allanamiento. ¿Será la piscina del Hotel City Park?

Google desde luego sigue siendo el referente.

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