Parabienes
MIS MEJORES DESEOS A TODOS PARA EL 2007!!!
Ya saben que les vaya todo bien, y que sus sueños si no se cumplen al menos no se pierdan. No digo más que no soy un entusiasta de este tipo de celebraciones y uno corre el riesgo de terminar emocionándose en este tipo de discursos.
Prefiero volver a mis reinos de sonrisas y lágrimas. ¿Conocen el cuento de El cocodrilo de Felisberto Hernández? Léanlo, a mi me hizo reír. Aquí un pequeño fragmento por lo de nuevo año y tal:
“Entonces yo, como el empleado sorprendido sin trabajar, quise reanudar mi tarea y poniéndome las manos en la cara empecé a hacer los sollozos.
Ese año yo lloré hasta diciembre, dejé de llorar en enero y parte de febrero, empecé a llorar de nuevo después de carnaval. Aquel descanso me hizo bien y volví a llorar con ganas. Mientras tanto yo había extrañado el éxito de mis lágrimas y me había nacido como cierto orgullo de llorar. Eran muchos más los vendedores; pero un actor que representara algo sin previo aviso y convenciera al público con llantos...
Aquel nuevo año yo empecé a llorar por el oeste y llegué a una ciudad donde mis conciertos habían tenido éxito; la segunda vez que estuve allí, el público me había recibido con una ovación cariñosa y prolongada; yo agradecía parado junto al piano y no me dejaban sentar para iniciar el concierto. Seguramente que ahora daría, por lo menos, una audición. Yo lloré allí, por primera vez, en el hotel más lujoso; fue a la hora del almuerzo y en un día radiante. Ya había comido y tomado café, cuando de codos en la mesa, me cubrí la cara con las manos. A los pocos instantes se acercaron algunos amigos que yo había saludado; los dejé parados algún tiempo y mientras tanto, una pobre vieja -que no sé de dónde había salido- se sentó a mi mesa y yo la miraba por entre los dedos ya mojados. Ella bajaba la cabeza y no decía nada; pero tenía una cara tan triste que daban ganas de ponerse a llorar...”
Fotografía de David Orea
Etiquetas: Literatura
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