Sarah Kane o revienta
Sarah Kane, veintiocho años de vida que terminaron un 20 de febrero de 1999; una cuerda se enroscó sobre su cuello como una serpiente y la vida de Sarah Kane se terminó mientras su cuerpo se tambaleaba colgado de una de las vigas de su casa. Ya había intentando suicidarse en otra ocasión, sólo que esta vez nadie estuvo cerca para salvarla. Es lo triste de no tener a nadie cerca.
Su primera obra teatral fue tal vez la que le dio más fama Blasted (Reventados), aclamada por la mitad de la crítica y denostada por la otra mitad. Luego vinieron otras obras igual de polémicas. La verdad es que Sarah Kane es una de esas escritoras que me atraen poderosamente por esa mezcla entre creación y vida torturada. Siempre me atraen este tipo de mujeres, supongo porque me veo con capacidad para poderlas ayudar. Y si son incrédulos consulten mi currículum que es harto divertido (eso sí, entre mis amigos soy fruto de la incomprensión).
Voy a hablar de dos de las obras de Sarah Kane: Ansia y 4.48 Psicosis. Seguramente seré una de las pocos internautas que trate su obra desde el castellano.
Ansia es una obra muy difícil de clasificar, porque Sarah Kane experimenta sobre las fronteras de lo literario. No es nueva la teoría de los huecos, o como Hemingway la denominaba: “teoría de la omisión”, que nos dice es que la literatura esta compuesta de ausencias, de misterios, de cosas que no quedan explicadas, porque es ahí donde reside la fuerza de la lectura, en que todo quede más implícito que explícito (esto es error de principiantes para los Patosos). Uno de los ejemplos que siempre nombro al respecto es la muerte de Rocamadour en Rayuela; definir en qué momento Cortázar anuncia que Rocamodour está muerto no es sencillo, pues son todo pequeños detalles que van iluminando la bombilla del lector, hasta que no darse cuenta de ese hecho es ya imposible. Al lector se le ha de orientar, pero si se le lleva de la manita el libro pierde gran parte de la magia, porque se deja de lado a la imaginación.
Retornando a Ansia, ¿Qué sucedería entre unos personajes que fueran hablando entre sí, un diálogo casi incomprensible donde todo son huecos y a duras penas uno puede comprender el hilo de la conversación? Eso es lo que intentó Sarah Kane, y lo que indudablemente provoca que más de uno se levante del teatro antes de que termine la obra, por no poder aguantar lo que parece un montón de frases inconexas superpuestas en varias voces. El asunto es que si uno se sumerge lo suficiente, comienza a intentar darle un sentido a la obra, uno piensa: ¡joder los personajes están hablando! ¡Algún vínculo debe haber entre ellos! Y así a medida que avanza la obra las mentes inquietas empiezan a difuminar los perfiles de los personajes, y tal vez los vínculos que puedan haber entre ellos. No es fácil, lo digo de entrada. Pero es todo una experiencia. Además Sarah Kane a veces sólo hace falta que de una frase comprensible enterrada entre diez incomprensibles, porque desde luego era muy lúcida.
Y ahora hablaremos de 4.48 Psicosis, su última obra, y que podía interpretarse como el último canto de Sarah Kane (tal vez como un grito de ayuda). El título hace referencia a la hora estadística en la que mayoritariamente los suicidas ponen fin a su vida (no sé a ciencia cierta si el dato que barajaba es inventado o real). La cuestión es que la obra es una especie de monólogo personal pero no en el sentido de una persona que recita un texto, sino más bien como si alguien leyera las notas del diario de un suicida, notas que más que explicar, se dedican a jugar con la creatividad y con el lenguaje. No esperen tampoco algo explícito, puesto que la obra sigue la estela incomprensiva de Ansia, aunque seguramente al ser más monotemática, el hilo a seguir es más sencillo.
Pero aquí van algunas perlas rescatadas entre tanto autismo:
Su primera obra teatral fue tal vez la que le dio más fama Blasted (Reventados), aclamada por la mitad de la crítica y denostada por la otra mitad. Luego vinieron otras obras igual de polémicas. La verdad es que Sarah Kane es una de esas escritoras que me atraen poderosamente por esa mezcla entre creación y vida torturada. Siempre me atraen este tipo de mujeres, supongo porque me veo con capacidad para poderlas ayudar. Y si son incrédulos consulten mi currículum que es harto divertido (eso sí, entre mis amigos soy fruto de la incomprensión).
Voy a hablar de dos de las obras de Sarah Kane: Ansia y 4.48 Psicosis. Seguramente seré una de las pocos internautas que trate su obra desde el castellano.
Ansia es una obra muy difícil de clasificar, porque Sarah Kane experimenta sobre las fronteras de lo literario. No es nueva la teoría de los huecos, o como Hemingway la denominaba: “teoría de la omisión”, que nos dice es que la literatura esta compuesta de ausencias, de misterios, de cosas que no quedan explicadas, porque es ahí donde reside la fuerza de la lectura, en que todo quede más implícito que explícito (esto es error de principiantes para los Patosos). Uno de los ejemplos que siempre nombro al respecto es la muerte de Rocamadour en Rayuela; definir en qué momento Cortázar anuncia que Rocamodour está muerto no es sencillo, pues son todo pequeños detalles que van iluminando la bombilla del lector, hasta que no darse cuenta de ese hecho es ya imposible. Al lector se le ha de orientar, pero si se le lleva de la manita el libro pierde gran parte de la magia, porque se deja de lado a la imaginación.
Retornando a Ansia, ¿Qué sucedería entre unos personajes que fueran hablando entre sí, un diálogo casi incomprensible donde todo son huecos y a duras penas uno puede comprender el hilo de la conversación? Eso es lo que intentó Sarah Kane, y lo que indudablemente provoca que más de uno se levante del teatro antes de que termine la obra, por no poder aguantar lo que parece un montón de frases inconexas superpuestas en varias voces. El asunto es que si uno se sumerge lo suficiente, comienza a intentar darle un sentido a la obra, uno piensa: ¡joder los personajes están hablando! ¡Algún vínculo debe haber entre ellos! Y así a medida que avanza la obra las mentes inquietas empiezan a difuminar los perfiles de los personajes, y tal vez los vínculos que puedan haber entre ellos. No es fácil, lo digo de entrada. Pero es todo una experiencia. Además Sarah Kane a veces sólo hace falta que de una frase comprensible enterrada entre diez incomprensibles, porque desde luego era muy lúcida.
Y ahora hablaremos de 4.48 Psicosis, su última obra, y que podía interpretarse como el último canto de Sarah Kane (tal vez como un grito de ayuda). El título hace referencia a la hora estadística en la que mayoritariamente los suicidas ponen fin a su vida (no sé a ciencia cierta si el dato que barajaba es inventado o real). La cuestión es que la obra es una especie de monólogo personal pero no en el sentido de una persona que recita un texto, sino más bien como si alguien leyera las notas del diario de un suicida, notas que más que explicar, se dedican a jugar con la creatividad y con el lenguaje. No esperen tampoco algo explícito, puesto que la obra sigue la estela incomprensiva de Ansia, aunque seguramente al ser más monotemática, el hilo a seguir es más sencillo.
Pero aquí van algunas perlas rescatadas entre tanto autismo:
“-No es culpa tuya, es lo único que oigo, no es culpa tuya, es una enfermedad, no es culpa tuya, ya sé que no es culpa mía. Me lo vienen diciendo tan seguido que empiezo a creer que sí es mi culpa”.
“Mierda. Mierda. Mierda por rechazarme al no estar nunca, mierda por hacerme sentir una mierda, mierda por desangrarme todo el amor y toda la vida que tenía, mierda mi padre por hacerme mierda la vida para siempre y mierda a mi madrea que no se fue a la mierda y lo abandonó, pero sobre todo, mierda Dios por hacerme amar a una persona que no existe, MIERDA MIERDA MIERDA.”
“Córtenme la lengua
Arránquenme el pelo
Amputen mis miembros
pero déjenme mi amor
hubiera preferido perder las piernas
extirparme los dientes
vaciarme los ojos
antes que perder mi amor”
“Citalopram 20 mg. Temblores matutinos. Sin otra reacción.
Se discontínuan la Lofepramina y el Citalopram luego de resultar la paciente completamente harta de efectos secundarios y falta de obvias mejoras. Síntomas de la discontinuación: mareo y confusión. La paciente se derrumbaba una y otra vez, desvaneciéndose y tirándose bajo los automóviles. Ideas alucinatorias: cree que el médico es anticristo.
Hidrocloruro de fluoxetina, nombre comercial Prozac, 20 mg., elevado a 40 mg. Insomnio, apetito errático, (pérdida de peso 14 kgs.,) ansiedad severa, incapaz de alcanzar orgasmo, pensamientos homicidas hacia varios doctores y fabricantes de medicamentos. Interrumpido.”
PD. No se lleven a a engaños, el libro sólo se puede disfrutar si usted por ejemplo es de los que aprecia mirar Cuadrado blanco sobre fondo blanco de Malevich.
Etiquetas: Literatura
7 Comments:
Te deseo 12 meses muy felices, 52 semanas de dicha, 365 días de éxito, 8.760 horas de salud, 525.600 minutos de buena suerte y 31.536.000 segundos de sexo!!!
Dark kisses
sabes la editorial?
(o de alguna web donde pueda conseguir a kane?)
gracias por no quedar en el intento de descifrar algunas obras de Kane... como todas nosotras debes estar muy intrigado con su vida y obra... sabes si hay alguna editorial en espefífico que cubra sus textos?
Gracias lua
Lo mismo para tí, ahora entraré en tu blog que hace meses que no entro por falta de tiempo y te dejaré algún comentario.
Un beso para tí.
Respecto a Kane... Ansia y 4.48 Psicosis están en un libro editado por la editorial Losada.
ISBN 950-03-6325-9
Para encontrar un libro de Kane, tenéis dos posibilidades o ir a una librería que tenga una buena sección de teatro, o encargarlo en una librería que tenga medianamente recursos. En Barcelona hay alguna librería especializada en literatura en otros idiomas, en ellas incluso se pueden conseguir libros catalogados en idioma original.
He echado un vistazo por Internet, y no he encontrado ninguan web especializada en Sarah Kane, sólo artículos.
Pero bueno la cuestión es que casi toda la información que puedas encontrar estará seguro en inglés.
Hola,
me parece interesante lo que escribes respecto a la obra de Sarah Kane, y aunque muchas cosas de su trabajo no son muy visuales que digamos, concidero que tiene textos rescatables.
saludos.!
desde ciudad Obregón; Lucía Solís
http://www.luciasoliscuevas.blogspot.com
Hola,
Me gustaría saber si sabes algo sobre los derechos de autor de sus obras, cualquier dato sería útil.
Saludos!!
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