La letra sin sangre entra
Hay cosas que uno por no utilizar los servicios RSS y demás no se entera. Suelo estar ocupado entre unas cosas y otras, y cuando eso sucede desconecto de una buena parte de la blogosfera. Hoy me dio por pasar por La letra sin sangre entra, el blog de Francisco Herrera, una de las mentes más lúcidas que había en la blogosfera literaria.
Y con decepción he comprobado que el 12 de Septiembre del año pasado dejó de bloguear. ¿Mucho tiempo sin visitarle? A mi favor digo que hubo una época en que lo visitaba diariamente, pero hay tantas cosas que hacer, que tenía su blog un poco abandonado.
Cada día se crean cientos de bitácoras, y yo mismo desde este espacio acabo saludando a muchas de ellas de que salten a la blogosfera, y sin embargo cuando los mejores blogs frutos del esfuerzo altruista de algunas personas mueren, siento una especie de desasosiego.
¿Será porque Francisco Herrera aunque siga visitando la blogosfera de vez en cuando (esperemos) ya no podremos volver a ubicarle? Mi idea de la red es que está hecha por identidades ocultas que adquieren el compromiso de desnudar una parte de su alma, vida o conocimientos para postearlo en la red, pero uno de los pocos apoyos donde situar estas efímeras relaciones son las direcciones de los blogs. Saber que la otra persona siempre está al otro lado, y no nos damos cuenta pero un día el enlace se rompe por compromisos de la vida, y la otra persona desaparece.
Tengo una debilidad por aprender como otros la tienen por el chocolate o el deporte, y del blog de Francisco Herrera aprendí muchas cosas, por lo que en cierta manera me siento en deuda.
Y también siento que con la muerte de algunos blogs amigos, es un anuncio encubierto de que un día próximo llegará la muerte a mi blog. No hay demasiados estudios sobre las esperanza de vida de un blog, pero por lo que voy comprobando en la red, esta no es tan larga como me gustaría.
Siempre estoy a favor de tomarse la blogosfera como una contínua fiesta, pero las depedidas no dejan de tener un cierto regusto a tristeza.
Y con decepción he comprobado que el 12 de Septiembre del año pasado dejó de bloguear. ¿Mucho tiempo sin visitarle? A mi favor digo que hubo una época en que lo visitaba diariamente, pero hay tantas cosas que hacer, que tenía su blog un poco abandonado.
Cada día se crean cientos de bitácoras, y yo mismo desde este espacio acabo saludando a muchas de ellas de que salten a la blogosfera, y sin embargo cuando los mejores blogs frutos del esfuerzo altruista de algunas personas mueren, siento una especie de desasosiego.
¿Será porque Francisco Herrera aunque siga visitando la blogosfera de vez en cuando (esperemos) ya no podremos volver a ubicarle? Mi idea de la red es que está hecha por identidades ocultas que adquieren el compromiso de desnudar una parte de su alma, vida o conocimientos para postearlo en la red, pero uno de los pocos apoyos donde situar estas efímeras relaciones son las direcciones de los blogs. Saber que la otra persona siempre está al otro lado, y no nos damos cuenta pero un día el enlace se rompe por compromisos de la vida, y la otra persona desaparece.
Tengo una debilidad por aprender como otros la tienen por el chocolate o el deporte, y del blog de Francisco Herrera aprendí muchas cosas, por lo que en cierta manera me siento en deuda.
Y también siento que con la muerte de algunos blogs amigos, es un anuncio encubierto de que un día próximo llegará la muerte a mi blog. No hay demasiados estudios sobre las esperanza de vida de un blog, pero por lo que voy comprobando en la red, esta no es tan larga como me gustaría.
Siempre estoy a favor de tomarse la blogosfera como una contínua fiesta, pero las depedidas no dejan de tener un cierto regusto a tristeza.
Etiquetas: Internet, Literatura
7 Comments:
Yo también me hice eco en su momento... hace medio año!!
¡Despistes!
Otra cosilla, ya que estamos; tienes el sistema de estadísticas webstat4u y cada vez que entro en tu página me salen unos popups bastante molestos. Sé que no ganas dinero con ellos, lo digo por si quieres cambiar de medidor de visitas.
Más; ¿Una cerveza?
Me ocurrió lo mismo con un buen blog de una chilena que vive en los países escandinavos: Indianguman.
Desapareción de repente. Ni me enteré cuándo echó a volar y la extraño.
Por eso, te entiendo bien...
olie
nose por que me llene de estrellas ...
por eso es imposible no compartir contigo este poema ....
"Se as coisas são inatingiveis...ora!
Não é motivo para não querê-las... Que tristes os caminhos, se não fora a mágica presença das estrelas." Mário Quintana
(no es verdad? ....)beijo beijo ...eu!
Es cierto que hoydia los desaparecidos del blogosphere son muy común.
Un día descubres una página personal hecha con cariño durante muchos meses y entonces pasas las horas conociendo la vida de un extraño que en unas horas pasa de estatus y casi se convierte en amigo.
Pero los blogs suelen morirse porque mantenerlo es un gran esfuerzo y mucho tiempo invertido. Inevitablemente llega un dia en que las obligaciones diarias suelen pesar más que este esfuerzo casi altruista.
Ese día se cierra el blog, y si uno no puede mantener el contacto con el bloguero de una forma más personal, el blog caerá inevitablemente en el olvido.
Es una lástima... me encanta siempre descubrir un buen blog... y cuando lo hago tengo por costumbre decir al menos unas palabras de ánimo, para que el otro bloguero sienta al menos un poco el calorcillo que dan los comentarios.
Gracias a todos....
PD. Sí, Palimp una cerveza... con un poco de retraso pero sí. Te escribiré ahora un e-mail para comenzar a concretar. Mi reloj siempre funciona con bastante retraso (seguramente ya lo has sufrido alguna de las veces que hemos quedado).
Que caña!!! Robert es Robert pero no escribe desde Catalonia sino desde la pérfida Albión.
Que guay!! An english literary reader!!
Ahora mismo voy a leerle un poquito y a practicar my english, a ver si soy capaz de articular un par de frases coherentes en el idioma del Imperio.
Resulta triste cuando uno se engancha con más o menos fidelidad al pulso vital de un blog, que éste desaparezca. Me ocurrió lo mismo con el de un amigo -que así le llamo a pesar de conocerle únicamente por su blog-, de Venezuela.
Es triste pero hasta cierto punto se entiende, dado el esfuerzo que supone mantenerlo con cierta coherencia a lo largo de los años, cuando hay tantas cosas que nos ocupan el tiempo en nuestra vida real.
Salud
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