Maestro de marionetas
Para quién no lo sepa, que es casi la práctica totalidad del mundo, ayer cumplí treinta y tres años. Una nueve fecha que anotaré en el tablón de mi vida (algún día os lo enseñaré). Ahora tengo nada más y nada menos que la edad de cristo crucificado y a mis espaldas unas cuantas cruces, aunque no tantas para que el peso me resulte demasiado pesado.
Lo escribo esto mientras escucho la magnífica banda canadiense de Three Days Grace (Tres días de gracia). ¡Imposible no recobrar algo de fuerzas con tan buen metal! Sólo tres días de gracia ¿no creen que es demasiado poco tiempo? Casi tanto metal y tantas cruces como las del maestro de marionetas... Me parece curioso ese símil de las cruces que sustentan a toda marioneta (“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida…”)
Ahora precisamente suena el temazo Time Of Dying (época de morir).
“I will not die (I will not die)
Lo escribo esto mientras escucho la magnífica banda canadiense de Three Days Grace (Tres días de gracia). ¡Imposible no recobrar algo de fuerzas con tan buen metal! Sólo tres días de gracia ¿no creen que es demasiado poco tiempo? Casi tanto metal y tantas cruces como las del maestro de marionetas... Me parece curioso ese símil de las cruces que sustentan a toda marioneta (“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida…”)
Ahora precisamente suena el temazo Time Of Dying (época de morir).
“I will not die (I will not die)
I will survive
I will not die,
I'll wait here for you
I feel alive, when you're beside me
I will not die, I'll wait here for you
In my time of dying”
Leí hace unos días que a los pipiolos salidos del Instituto les salió en el examen de Selectividad una pregunta de Blas de Otero. Recuperando la reflexión que r.f. me hizo el otro día, tal vez si me hubieran preguntado a mí sobre Blas de Otero algún examinador hubiera redescubierto de nuevo la literatura. ¿Pretencioso? Siempre.
Leí hace unos días que a los pipiolos salidos del Instituto les salió en el examen de Selectividad una pregunta de Blas de Otero. Recuperando la reflexión que r.f. me hizo el otro día, tal vez si me hubieran preguntado a mí sobre Blas de Otero algún examinador hubiera redescubierto de nuevo la literatura. ¿Pretencioso? Siempre.
ECCE HOMO
En calidad de huérfano nonato,
y en condición de eterno pordiosero,
aquí me tienes, Dios. Soy Blas de Otero,
que algunos llaman el mendigo ingrato.
Grima me da vivir, pasar el rato,
tanto valdría hacerme prisionero
de un sueño. Sí es que vivo porque muero,
¿a qué viene ser hombre o garabato?
Escucha cómo estoy, Dios de las ruinas.
Hecho un cristo, gritando en el vacío,
arrancando, con rabia, las espinas.
¡Piedad para este hombre abierto al frío!
¡Retira, oh Tú, tus manos asesinas-
no sé quién eres tú, siendo Dios Mío!
Blas de Otero.
Etiquetas: Literatura, Personal
8 Comments:
¡¡Felicidades!!
Me tomaré en Logroño una birrita a tu salud...
¡Felicidades por tu cumple! y ¡Muchas felicidades por tu blog! Acabo de descubrirlo.
Pasare a menudo.
Para ti
un abrazo
y muy buenos deseos.
Un año más
en el mundo:
¡aprovéchalo!
Cariños desde Chile:
olie
Pues nada, muchas felicidades, vigo, y a cumplir muchos más.
mismo atrasada ...deseo q haigas tenido un dia muy especial ...y muchas copas por que brindar ....
felicidades!!! (jessica)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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Me quedan pocas semanas de estacia en el club de los 33... mira que necesitamos rellenarnos de sentido, pero como la numerología ni otras astrologías van conmigo, sólo puedo desearte un exiguo per molts anys :)
Pásate por Bitácoras y libros II si puedes, hombre. Prometo actualizar a tu salud: te debo un post.
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