La Librería

Pequeños retales de literatura

miércoles, mayo 11, 2005

Conversaciones a mediatarde

Me lo comentó Miguel Cuello hace dos o tres años, yo buscaba información sobre el campo de Ravensbruck y él pese a su juventud era todo un experto en el tema del Holocausto judío. Recuerdo que a medida que íbamos hablando me iba sorprendiendo más y más de sus conocimientos, parecía haber leído todo lo publicado sobre campos de concentración, y parecía recordarlo todo.
Me comentó que durante años había colaborado para Amical Mauthausen, y que por desavenencias con la dirección había dejado de hacerlo. Luego cuando ya llegó el turno de las confesiones, me dijo que dentro de la asociación había algún que otro trapo sucio. Me dijo que estaba investigando a su director Enric Marco, porque no creía que hubiese estado en ningún campo de concentración. El joven Miguel había contactado con los diversos campos de concentración y el nombre de Enric Marco no aparecía por ningún lado. En aquel momento, no es que le hiciese o no le hiciese caso, a mí solo me interesaba la información sobre Ravensbruck y hasta aquella tarde desconocía la existencia de aquel tal sr. Marco, por lo que no le di demasiada importancia.
Ha pasado el tiempo, y veo que el historiador, Benito Bermejo parece haber destapado el pastel y haberse apuntado el tanto. Tal vez, porque ahora valoro más el valor de aquella confesión, me apetece decir dos cosas:
La primera es la pocavergüenza del Sr. Marco, que en lugar de estar arrepentido, parece que pese a la gravedad de su mentira, aún hoy se vanagloria de lo mucho que ha hecho por la asociación y por las víctimas del nazismo.
La segunda es mi recuerdo hacia el joven Miguel, al que poco después de aquella conversación perdí el contacto. Ojalá todo haya sucedido como él esperaba.
La noticia sale en cualquiera de los periódicos españoles, pero por si alguien no sabe de que estoy hablando, dejo un pequeño extracto:
BARCELONA.- Enric Marco, de 84 años, ha pasado los últimos 30 años contando un dramático pasado como víctima del nazismo en el campo de concentración de Flossenburg. Tres décadas después ha confesado, para consternación de los deportados españoles, que inventó este relato en 1978 porque "así la gente le escuchaba más y su trabajo divulgativo era más eficaz". La asociación que presidía, Amical de Mauthausen, le forzó esta semana a presentar su dimisión. (leer más)
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2 Comments:

Blogger luaDark said...

Héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias...

Dark kisses

1:12 p. m.  
Blogger Vigo said...

Enfrentando las consecuencias... Creo lua que Camus te gustaría.

1:37 p. m.  

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