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Pequeños retales de literatura

jueves, febrero 17, 2005

Tierra de sueños

"No sabemos exactamente qué sucede en los sueños: no es imposible que durante los sueños estemos en el cielo, estemos en el infierno, quizá seamos alguien, alguien que es lo que Shakespeare llamó "the thing I am", "la cosa que soy", quizá seamos nosotros, quizá seamos la divinidad. Esto se olvida al despertar. Sólo podemos examinar de los sueños su memoria, su pobre memoria."
Borges –Las siete noches-
Perseval -Mujer durmiendo- Tuve un sueño, no a lo Martin Luther King (de esos también tengo sueños, pero ahora no es el momento de contarlos no se me vayan a escandalizar) sino que ANOCHE tuve un sueño. Imágenes oníricas que se arremolinaron formando una especie de argumento. Es extraño, uno se levanta y recoge al despertar las migajas de lo que parece haber sido un gran banquete nocturno, donde el inconsciente –mi otro yo- se dedica a divertirse jugando con mis recuerdos, mis alegrías o mis miedos. Creo que no dura mucho, o tal vez sí, pero yo no lo recuerdo. Al menos, la secuencia que guardo como rescoldo es mínima, pero aún así me sorprende, porque aunque suelo olvidar mis sueños, sé que éste forma parte del catálogo de mis sueños recurrentes.
Soñé que estaba aún en mis tiempos de estudiante y que me asignaban un nuevo compañero de prácticas. Teníamos que realizar unos cálculos sobre diagramas de circuitos y entregar un trabajo con los resultados en muy breve plazo. Mi compañero me presentaba una hoja llena de esquemas de mallas, con resistencias que interrumpían las líneas de corriente. Había muchos símbolos que desconocía entre las mallas, quiero pensar que eran interruptores –o como mucho fusibles para no atormentarme con la complejidad del problema-. Se trataba de calcular Impedancias, Resistencias, Intensidades, Voltajes, etc…, pero de alguna manera yo estaba totalmente perdido en el tema. Mi compañero me iba explicando como debíamos resolver el ejercicio, y yo mientras asintiendo sin entender absolutamente nada de lo que me estaba diciendo (esta situación no dudo que mi inconsciente la tuvo que sacar de la hemeroteca que debe haber en mi consciente). El tiempo apremiaba, y por mi parte ya sólo pensaba en hacer fotocopias de sus avances resolutorios, para intentar entender algo desde la tranquilidad de mi casa.
Cuando desperté, fui poco a poco apartando el sueño para decirme a mí mismo: “pero si tú ya acabaste la carrera. Ya no hay exámenes por hacer, ni trabajos que entregar. Todo ya quedó zanjado”. Entonces, una sensación placentera se adueña de mí, parecida a la del que se despierta a las siete y media de la mañana, y descubre que es día festivo.
Hay un detalle. Ayer estuve con cenando con tres chicas, dos de ellas pasan por profundos problemas sentimentales, y ahora una vez totalmente consciente de cómo se sucedieron los hechos, y riéndome de mi barata capacidad de psicoanálisis pienso, que mis problemas electrónicos eran la correspondencia onírica de ellas. Hoy, en tono humorístico, me veo capaz de decir que toda mujer es un problema por resolver. Recuerdo a Sábato diciendo: “De un sueño se puede decir cualquier cosa, menos que sea una mentira”.


La imagen pertenece al/la fotógrafo Maury Perseval.

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3 Comments:

Blogger siloam said...

uff, si yo sueño eso...me levanto gritando :PPP.

6:40 p. m.  
Blogger Vigo said...

Oh, tan poco fue tan grave! Claro, que a tí últimamente se te ve enamorada. Soñaras con angelitos...

2:55 p. m.  
Blogger Anul said...

La vida es sueño decía Calderón, ¿no?
A mi me encanta soñar incluso despierta...

Besotes

11:53 p. m.  

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