La Librería

Pequeños retales de literatura

miércoles, abril 18, 2007

...allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir.

Y una leyenda:

Dicen que Don Alvaro de Luna, condestable de Castilla se mandó construir un palacio en las cercanías de su castillo de Escalona, en la villa de Cadalso de los Vidrios. Para ello no reparó en gastos he hizo venir a artesanos italianos para que hicieran la construcción. Pasó el tiempo y llegó el día en que estuvo acabado, y Don Alvaro de Luna se acercó a su nuevo palacio en comitiva dispuesto a inaugurarlo. Pero a los pocos kilómetros se detuvo al encontrar en su camino a una anciana mora que les impedía el camino, y que afirmaba que sólo se aportaría si Don Alvaro de Luna se dejaba leer la mano. Esta vieja mora era una mujer muy conocida en la zona por su poder de adivina, y Don Alvaro que era muy supersticioso accedió a que le leyera el futuro. La adivina le tomó la palma de la mano, y después de mirarla fijamente le dijo: “Morirás en Cadalso”. Don Alvaro asustado, hizo que la comitiva diera la vuelta y volvió por donde había venido, con la decisión de nunca pisar el nuevo palacio.
Pero la muerte como vengo diciendo es muy difícil de burlar, y si Don Alvaro de luna en una época fue uno de los favoritos de Juan II de Castilla, influido por su esposa Isabel de Portugal, un día determinó detener y juzgar a su valido Alvaro de luna, bajo la acusación de haber empleado la brujería para someter al rey a su voluntad. Don Alvaro de Luna fue condenado a muerte; le hicieron subir a un cadalso y allí fue decapitado.

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