Linkin Park en Abraham Lincoln: Cazador de vampiros.

Siempre me preguntan que tipo de música me gusta, yo respondo que sobretodo el nü-metal, ante mi respuesta la gente suele arquear las cejas con un gesto de total incomprensión, luego yo intento nombrar algunos de los grupos que suelo oír, y ahí se queda la cosa, porque la otra persona lo más probable es que apenas conozca ninguno, y seguir la conversación nos llevaría a un auténtico diálogo de besugos.

Ya alguna vez ya he hecho una entrada parecida a esta por aquí, pero acabo de enterarme que los californianos Linkin Park, ha colaborado en la película “Abraham Lincoln: cazador de vampiros” y esta canción junto al vídeo me ha parecido bastante espectacular. Bueno, pues esto es el nü-metal: canciones con mucha agresividad y distorsión, con riffs de guitarras sencillos pero muy potentes, y en cambio son los bajos son los que suelen llevar la melodía. No es rock porque es más agresivo, y tampoco es heavy metal, porque este tipo de música presenta unos rasgos muy característicos y muchísimas influencias: rock, pop, hip hop, rap, heavy metal, hardcore, grunge, etc.

Bueno, si aún no se hacen una idea clara, en el siguiente video pueden ver algo de este nuevo metal (nü metal) con la canción Powerless, que viene de la mano de Linkin Park (si alguien se pregunta por el significado del nombre de este grupo les diré que lo que sé, es que es una derivación del llamado Parque Lincoln, en Santa Mónica por el que el cantante Chester pasaba habitualmente).



Ten thousand promises, ten thousand ways to lose

(Y a ver si las compañías de discos no tocan los webs y dura online al menos unas cuantas semanas)

La película la firma Timur Bekmambetov y que está basada en el libro de Seth Graham-Smith.

Algunos quizás estas variaciones históricas con vampiros o zombies, les suenen quizás a aberraciones literarias para adolescentes, pero… yo que no soy ya tan adolescente también soy de los que disfruta con el tema. Me aficioné leyendo tebeos de terror en mi tierna infancia en los que aparecían cazadores de vampiros como el Van Helsing de Drácula, y ya más tarde viendo películas donde personajes oscuros blandían espadas afiladas, como Blade o esa buena saga que es Underworld, con sus guerras entre licántropos y vampiros.

Una vez metido ya en el género, y después de haber pasado el filtro de disfrutar auténticas rarezas como ese divertidísimo musical que es Jesucristo, cazador de vampiros, uno ya creo que aplaude con devoción cualquier pequeña aportación nueva al género.

NOTA. Este fin de semana ocurrió en mi vida la especial boda de mis amigos Marta y Pelos y todo salió bastante bien, aunque como siempre en estos casos en los que unos sesenta jóvenes se quedan a dormir en una casa de colonias, también hay un punto importante de locura. La verdad es que me he quedado con ganas de hablar con varias personas, y con otras quizás me gustaría deshablar lo hablado. Pura locura, ya lo digo. De entrada los que me conocen saben que no me gustan especialmente esta clase de eventos, pero al menos ahora que ya ha pasado todo, puedo comenzar a reírme ahora de las cosas que han sucedido. Los siguientes días van a ser intensos. Si encuentro foto que me guste: ¡Tendrán foto!