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Pequeños retales de literatura

miércoles, febrero 13, 2013

Mariano Rajoy y el doblepensar

Soy una persona que nunca me gusta dar nada por sentado, y que aunque a veces tenga aparentes convicciones, en el fondo descreo de todo que no parta del principio de la duda. Es por eso que cuando discuto con amigos de lo que sea, y les veo defender sus argumentos con vehemencia, a mí me gusta hacer de abogado del diablo, no por diversión, sino más bien, para que la otra persona vea que se puede ir más allá de lo que marca el aparente horizonte. A veces esta postura mía crea confusión, porque igual exagero un punto de vista para que la otra persona vea más claro alguna idea alejada de su planteamiento, pero en vez de provocar ese efecto mayéutico, lo que provoco es que acabo siendo acusado como defensor de dicha exageración.

Hay una palabra que traigo ahora a colación que creo que la inventó George Orwell en su famosa distopía 1984, que es el “doublethink” (doblepensar), actitud que se produce cuando la mente puede albergar dos opiniones contradictorias a la vez. De hecho pienso que la mayoría de nuestros pensamientos hay algo de esto, y no tanto razonamos, como racionalizamos (nos justificamos a posteriori de nuestros gestos intuitivos). De hecho el doublethink llevándolo al extremo no deja de ser el arte de creerse las propias mentiras. ¿Alguien se cree por ejemplo que Mariano Rajoy está diciendo toda la verdad que conoce sobre los tejemanejes del señor Bárcenas? (Lo siento, pero lo tenía que soltar). Pues bien, no dudo de la honorabilidad del propio Rajoy y la de algunos otros dirigentes de su partido, pero eso no quita que pienso que ellos mismos saben perfectamente que no dicen toda la verdad de lo que saben, pero a la vez que sucede esto, ellos mismos acaban creyendo sus propias medias verdades ¿una media verdad es una mentira? Juzguen ustedes mismos. Recuerdo con cierta gracia el famoso impeachment que se le realizó a Clinton, y como este se encabezonó en afirmar que no había mantenido relaciones sexuales con la señorita Lewinsky, hasta que al final las pruebas en su contra eran tan evidentes que terminó confesando el asunto de la felación, claro está que luego justificó su mentira diciendo que para él un trabajillo oral no entraba dentro de lo que podríamos catalogar como “relaciones sexuales”.

Me imagino que algo así sucede en el PP, y de hecho no deja de ser un comportamiento bastante humano lo de no quererse echar piedras sobre el propio tejado, tanto como el de lavar la ropa sucia en casa propia. Seguramente solo gente de altura moral está dispuesta a defender la verdad con todas las consecuencias que estas conlleven (veía el otro día por tercera vez la película Excalibur de John Boorman, y hay un momento que un caballero le pregunta a Merlín que cualidad es la que por encima de todas debe tener un caballero, la respuesta de Merlín era “la verdad por encima de todo”). Pero la expiación no es un gesto demasiado apreciado dentro del gremio de los políticos; donde lo que prima es intentar siempre ganar las siguientes elecciones para mantenerse en el poder y para ello hay todo un arte en decir medias verdades. No dudo que también hay una intención de gobernar bien -que se presupone igual que el valor en el soldado- pero eso no quita que todos los partidos tengan entre sus filas manzanas podridas, y entre amiguismos o extraños corporativismos, los partidos se muestran incapaces de cesar a los corruptos, y date un canto en los dientes si de vez en cuando se deciden por fin retirar el carnet de partido a alguno de los acusados de corrupción.

Hasta ahora he hablado del PP, pero en realidad podría haber hablado de cualquiera de los otros partidos políticos que tienen responsabilidades gubernamentales. En todos los lugares cuecen habas, y lamentablemente el poder y el dinero son poderosísimos agentes corruptores. Seguramente si a la mayoría de las personas nos viene alguien y nos ofrece una determinada cantidad de dinero “regalada” por algún pequeño favor, son muy pocos los que le harían ascos y no lo cogerían, y casi nadie tampoco se interesaría por la procedencia de ese dinero. Es por eso que creo que se han de crear nuevos mecanismos para detectar más eficientemente la corrupción y la justicia pueda actuar más rápidamente. Por ejemplo me parece lamentablemente que el delito fiscal se cancele a los cuatro años. Ya que… supongamos que tenemos un alcalde corrupto en una ciudad o pueblo cualquiera de la geografía española –no será difícil de imaginar- y este abandona la alcaldía al cambiar la legislatura, y es remplazado por un nuevo equipo de gobierno que descubre delitos fiscales en las cuentas anteriores del ayuntamiento ¿la fiscalía entonces ya no puede actuar si han pasado los cuatro años a partir del fraude? Si es así, me parecen unas leyes fiscales deplorables.



Este video lo ví el otro día en el programa del Intermedio, y me hizo mucha gracia sobretodo porque la cara de Merkel es todo un poema (me hace mucha gracia cuando el Gran Wyoming pone voz a los pensamientos de Merkel y dice eso de: “¿Cómo ha llegado este hombre a presidente?”. Por otro lado creo que a quién más o quién menos se nos ha caído un bolígrafo en alguna reunión importante o nos ha sonado un móvil cuando éste tenía que estar en silencio. Puro doblepensar. ;)

Y hablando de Alemania, me parece desproporcionado que en Alemania una ministra dimita por haber copiado una tesis doctoral, mientras aquí hayan políticos que están imputados en múltiples causas y con flagrantes indicios de delito, y que continúen en sus puestos como si nada estuviera pasando. Si que entiendo que uno es inocente hasta que no tiene una condena firme a sus espaldas, pero también creo que a veces es tan evidente la corrupción perpetrada durante ciertos mandatos, que no cesar o dimitir, es ponerse una venda en los ojos de los propios partidos políticos, y lo que es peor intentar ponérsela a los ciudadanos; que aunque podamos ser algo inocentes, el pueblo llano no es tan tonto como algunos se imaginan.

Y siguiendo mi divagación, confieso que en mi carrera lo de la copia de proyectos de fin de carrera era una práctica habitual de la que poca gente se salvaba, yo me curré bastante el mío y aunque partía de otros proyectos parecidos, introduje muchísimas aportaciones que hacían el mío bastante diferente a los proyectos que utilicé de referencia, así que por mi parte me declaro inocente ¡Lo juro! Ya se sabe que no hay original si la copia es mejor (ya lo decía Voltaireel plagio está permitido si tras el robo le sigue el asesinato”).

Aunque lo crean o no, no vine a hablar de política… pero me lío, me lío…. y luego sale lo que sale. Intentaré retomar el hilo del post anterior en el siguiente, que en teoría era lo que tenía pensado. Aunque bueno, todo en el fondo sigue las riendas del doblepensar.

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2 Comments:

Blogger Doctora said...

No había visto el vídeo, es gracioso, pero bueno, tampoco hay que cebarse, es una tontería que le puede pasar a todo el mundo, como tú dices.

Lo realmente grave son cosas como el comienzo de ésta entrevista, cuando le preguntan por el rescate y se queda pensando unos segundos, como si no supiera qué decir. Da una sensación de inseguridad este tío impresionante, imagino que todos los políticos del extranjero lo notarán también sin que se le caigan los bolis.

Respecto a que en Alemania dimitan por copiar y aquí no se bajen del burro ni por casos graves me parece normal. En España está muy arraigada la cultura de negar la mayor, o sea, lo opuesto a reconocer las culpas.

7:14 p. m.  
Blogger Vigo said...

Yo acabo de ver este otro también, dando Rajoy da muestras otra vez de inseguridad, porque al responder una pregunta, no entiende su letra de la que quiere leer unas anotaciones. Parece que este hombre siempre calza del mismo pie...

http://www.youtube.com/watch?v=4QyVT8-ZyEU

Hace poco hizo unas declaraciones en las que decía "que no tomar ninguna decisión también era tomar una decisión". El problema es que Rajoy parece que utiliza este recurso casi siempre a modo de solución, como esperando siempre que escampe la tormenta y a ver que pasa.

Ya lo decía él también con el Prestige, con aquello de de que del barco hundido solo salían unos "hilitos como de plastilina", como restándole importancia al desastre ecológico que luego se produjo. Y así con todo.

Y no creo que en gobernar un país vaya acorde con actitudes pusilánimes. Por ejemplo me parece increíble que ahora nos vendan que Bárcenas ya no trabajaba para el PP a partir del 2010. Cuando se ha demostrado que tenía un despacho, una secretaria, un coche del PP que le llevaba en sus traslados, unas pagas que mensualmente le entregaban y hasta el PP también le cotizaba mensualmente a la Seguridad Social. Aunque claro según ellos eso formaba parte del acuerdo de despido (Que bueno! Supuestamente te cesan pero todo sigue funcionando como si no te hubiesen despedido. No había visto nunca esta curiosa modalidad de despido...).

Esta visto que en los políticos no podemos confiar demasiado en que hagan un ejercicio de limpieza entre sus filas, así que solo espero que los jueces actúen con celeridad y sin ceder en estos casos a simpatías o chantajes políticos. El problema es que a veces parece que hay tanta mierda debajo de la alfombra, que cuando se destapa un escándalo de corrupción tardan años y años en que salga alguna condena.

5:39 p. m.  

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