El tamaño del miedo
Acabo de leer una Antología del microrrelato hispánico (La otra mirada), recopilado por el argentino David Lagmanovich, de la que me apetece dejar alguna muestra. Lo mejor de esta obra es la cantidad de autores que abarca, ya que tiene más de trescientas páginas, y a una media de más o menos cuatro relatos por autor, tenemos quizás unos sesenta autores metidos en el bombo de escritores antologados; autores de la talla de Borges, Arreola, Millás, Aub, Denebi, Cortázar, etc.
Entiendo que por antología se refiere una recopilación de obras notables, y aunque hay autores de talla, la verdad es que la mayoría de los microrrelatos expuestos no me han parecido ni fu ni fa. Aunque me imagino que en estas cuestiones entra mucho los asuntos de los derechos de autor, y toda recopilación de este calibre se encuentra con la tara de tener que pedir a quién corresponda los permisos correspondientes (aquí, en el ciberespacio no tenemos de eso).
La impresión que tengo es que los mejores microrrelatos para mi gusto, son fundamentalmente los de algunos autores que ya conocía, como Cortázar, Di Benedetto, o Galeano (aunque esta recopilación como ya digo no creo que tampoco haya seleccionado la parte mejor de su obra), y a la que añadiría alguna sorpresa como la de Hipólito G. Navarro (que también me recomendó hace nada el amigo Orion) o el colombiano Triunfo Arciniegas (con ese nombre uno ya nace predestinado) y la argentina Luisa Valenzuela.
Luego también tenemos la categoría de autores curiosos en la que podemos encuadrar a un escritor como puede ser Isidoro Blainsten, al que ya había conocido de otros libros, y cuyos relatos siempre me han parecido pertenecientes a un género que calificaría mitad enigmático mitad incomprensible.
La gracia de leer un libro así es que nunca se hace pesado, ya que apenas dedicas un par de minutos a cada historia, y ya estás saboreando la siguiente. Lo que le permite a uno incluso aparcar el libro durante todo el tiempo que quieras y la lectura no se resiente; y también lo hace ideal para ser leído en los pequeños ratos muertos (como puede ser la brevedad de los viajes en tren, metro u autobús… en coche si uno va al volante dificulta mucho más el proceso y la Dirección General de Tráfico no lo recomienda). ;)
Cuelgo aquí tres de los microrrelatos de autores que no conocía y que me han gustado, y me guardo en mi zurrón algún microrrelato más, que por la temática creo que me puede ser útil para otra ocasión.
El tamaño del miedo
Triunfo Arciniegas
"El loco estaba tirando piedras a diestra y siniestra cuando surgió el camión, cuadras más allá, primero del tamaño de un juguete, luego del tamaño del miedo, verde y repleto de soldados, y el milico se bajó, lo amenazó con el arma desenfundada, y el loco tiró piedras, piedritas, polvo, se fue."
Este tipo es una mina
Luisa Valenzuela
"No sabemos si fue a causa de su corazón de oro, de su salud de hierro, de su temple de acero o de sus cabellos de plata. El hecho es que finalmente lo expropió el gobierno y lo está explotando. Como a todos nosotros."
Territorios
Hipólito G. Navarro
"Yo, de perro, la verdad es que no me ando con pamplinas. Nada de micción en tronco de árbol o señal de tráfico, nada de sólida esquina de edificio, nada de esos llamativos adoquines de los alcorques. Si hay que marcar un territorio, señalar un dominio, ¿qué porvenir tengo de perro meando en mi barrio y adyacentes?, ¿cuántos barrios puede cubrir la meada de un perro? Yo voy más allá, no me ando con chiquitas ni provincianismos. Me especializo en ruedas de vehículos (tapacubos, llantas y neumáticos), y de últimas no meo a tontas y a locas, así como así, no. Distingo ya perfectamente las matrículas, dosifico, me expando. Adoro esas matrículas de colores extranjeros, amarillos, azules, verdes…"
PD.Eso de mear “a tontas y a locas”, debe ser como lo de Jacinto Benavente cuando le solicitaron dar una charla en un club de señoras, aunque antes no se la hubiese preparado, y el respondió: “Pero señoras, yo no puedo ir allí y ponerme a hablar a tontas y a locas.
Etiquetas: Literatura
4 Comments:
Pues precisamente hoy (qué coincidencia) he sacado de la biblioteca "Velas al viento". Se trata de una selección de microrrelatos que Fernando Valls ha ido publicando durante años en su blog "La nave de los locos". Algunos de los autores que aparecen en este recopilatorio son: Iwasaki, Benedetti, José María Merino, Francisco Ayala, Neuman, Luis Mateo Díez... En total, unos 70 escritores.
Suelo preferir los relatos breves (tres, cuatro, cinco páginas) al microrrelato de unas pocas líneas de texto. Aunque debo reconocer que hay microcuentos muy buenos…
Amor 77
Cortázar
"Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son."
Violencia doméstica
Fernando Iwasaki
"Aunque hace tiempo que no le pego, el condenado de su padre todavía desea venganza. Cuando recién nos casamos jamás me dio miedo porque era un mequetrefe más pendiente de sus libros y otras mariconadas. En esa casa no sabían lo que era un hombre y por eso me tuve que imponer. Cuando estaba vivo era un gusano insignificante, pero ahora me azota y me abofetea. Y encima el condenado se ríe."
El dinosaurio.
Hipólito G. Navarro.
"El dinosaurio estaba ya hasta las narices" :)
Cuando voy al trabajo, siempre llevo en la mochila un libro de relatos, que me hace compañía en los tiempos muertos. Ya en casa, sabiendo que nadie va a interrumpir mi lectura, prefiero una novela. Otra cosa buena de un libro de relatos breves es que puedes alternar su lectura con la de una novela. Lo mismo pasa con la poesía.
Tengo muy mala memoria para los nombres. A veces quiero recomendar un libro y, al tratarse de un autor novel o poco conocido, no recuerdo su nombre o el título de la novela. Si es un escritor en cuya obra he profundizado, esto no me pasa. De los autores de relato breve que he leído últimamente, cuyos nombres, en este momento, soy capaz de recordar, me han gustado bastante: Cristina Cerrada, Hipólito Navarro, Cristina Fernández Cuba, Patricia Esteban, Iwasaki y, como ya te comenté, Quim Monzó y Sergi Pámies (mañana habré olvidado algunos de estos nombres y recordaré otros)
Hola Orion, desconocía esa antología de microrrelatos de Fernando Valls, aunque sí que conozco su blog y alguna vez me quedado un buen rato leyendo algunas de los cuentos que ahí publica. Hace un par de meses un amigo que es quizás el lector más voraz que conozco me comentó que estaba leyendo el libro de Mar de pirañas de Fernando Valls, que quizás es la última recopilación que ha hecho.
Desde luego leer un libro de estos es como asistir a una cata de vinos, porque aunque ninguno de los autores llega a embriagarte por su brevedad, por el contra se conocen rápidamente -aunque sólo sea por encima- el estilo de unas cuantas decenas de escritores. Y los microrrelatos además tienen la cualidad de intentar se ingeniosos en su brevedad por lo que su lectura como decía suele ser bastante amena.
Quizás una de las mejores recopilaciones imagino que puede ser la del programa de la cadena SER –que tú también conocías-. Aunque los autores son amateurs, hay algunos de los que leen semanalmente que me suelen gustar. Me imagino que con la cantidad de gente participante en su juego semanal, siempre al final acaban surgiendo algunos microrrelatos realmente buenos.
El otro día también estando en la biblioteca y casi un libro parecía predestinado para que lo cogiera. En principio, estaba buscando un libro de Alberto Olmos y me di de bruces con un libro de Clara Obligado que se llamaba Por favor, sea breve y que era también una antología de microrrelatos. Lo tonto es que dejé el libro en el estante para mirar otros en otras estanterías y luego se me olvidó exactamente la estantería donde estaba y no recordaba bien el apellido y entre unas cosas y otras, fui incapaz de volverlo a encontrar (tuve luego que consultarlo en mi casa a través de internet para encontrar el desaparecido libro). Al menos me llevé un libro de Guillermo Fadanelli (Lodo) que hace tiempo que quería leer (Fadanelli es un poco de realismo sucio mexicano, por lo que si no lo conoces, creo que a ti te gustaría).
Gracias por compartir esos microrrelatos, desde hace tiempo recopilo los microrrelatos que hacen referencia al dinosaurio de Monterroso, y ya he pasado debo haber pasado la decena sobre éste. Releyéndolos ahora, este para mí es el que más me hace gracia:
"Y cuando se despertó Fidel Castro, todavía, estaba aquí” que no sé de quién es.
Y respecto a la falsa fama que suele decir que es el microrrelato más breve de la historia, diré que en mis horas de lectura he encontrado muchos igual o incluso más breves. Uno de los más cortos que he leído que yo recuerde, es uno que llevaba por título Luis XV, y cuyo texto decía un escueto pero significativo: “Yo” xD
La verdad es que el mundo en el que vivimos y en la que todo lo que pasa por nuestras vidas ocurre con una cierta rapidez, me imagino que el microrrelato ha encontrado aquí en la red su propio nuevo estatus. Del mismo modo en el que parece que los twits casi se ha convertido en una necesidad para muchos poseedores del teléfono móvil.
Gracias por comentar, Orion
Pues sí, más breve imposible, una sola palabra y de dos caracteres solo.
Cuando pienso en la que se ha liado con "El dinosaurio", creo que si Monterroso levantara la cabeza y viera la repercusión que su micro ha tenido, se partiría de la risa. Como dice Hipólito, el dinosaurio tiene que estar ya hasta las narices :) Y es que somos así, como nos dé por algo...
Creo que cualquier persona con imaginación y que sepa escribir un poquito, puede, en un momento dado, concebir un micro ingenioso de una, dos o tres líneas. Donde, en mi opinión, se ve realmente el oficio de escritor es en un relato de mayor extensión y, por supuesto, en una novela.
De Fadanelli he leído solo "Hotel DF" y me gustó bastante. No es fácil encontrar obras de este autor. A ver si consulto la red de bibliotecas de Málaga...
El hecho de que hayas nombrado a Fadanelli, me ha hecho recordar dos novelas que he leído recientemente y que me han encantado. Creo que a ti también te gustarían, me refiero a “Nada es crucial” de Pablo Gutiérrez y “El país del miedo” de Isaac Rosa. La primera recibió unas críticas excelentes, y tiene alguna que otra página digna de ser enmarcada. “El país del miedo” se trata de una novela ensayo sobre el miedo y sus consecuencias. Son muchos y de variada índole, los miedos que aparecen en el libro, y es difícil no sentirse identificado con alguno de ellos: miedo a que te roben, a que te violen, al fracaso, a que te despidan del trabajo, a no poder pagar la hipoteca, a defraudar a tu pareja, hijos, familia. Es un libro muy desasosegante, y algunos capítulos te pueden poner el vello de punta, pero merece la pena. Todo un descubrimiento Isaac Rosa.
¡Saludos y gracias a ti por tu blog!
Bueno, siempre he pensado que el microrrelato del dinosaurio estaba sobrevalorado, porque solo hace falta mirar cualquier antología del microrrelato para encontrar otros que a mí al menos me parecen más evocadores. Seguramente ni Monterroso pensaría que estaba entre sus mejores cuentos, pero me imagino que las cosas a veces suceden como uno menos se lo espera, y basta que se den una serie de casualidades o hechos sencillamente para que obras que tal vez sean buenísimas se pierdan sin ser publicadas, y otras menores alcancen la fama. Ya sé que quizás suena un poco decepcionante, pero el devenir del mundo no atiende a razones.
Y en lo del oficio del escritor, estoy totalmente de acuerdo. Hay personas que consideran que nunca se puede comparar unas cosas con otras, pero yo pienso el escritor auténtico es el que escribe novelas, porque algunas líneas afortunadas una buena parte de la población creo que somos capaces, pero construir una novela requiere de mucho más esfuerzo y tablas.
He oído hablar del libro de Isaac Rosa, creo que leí algo de él pero he mirado un poco los títulos y argumentos de sus libros más famosos, y no cuadro lo que yo recuerdo con ninguno de sus libros. Así que tengo la duda si no me estaré confundiendo con algún otro autor.
Lo del miedo me recuerda al debate que hubo por Inglaterra sobre poner cámaras en las calles para prevenir la delincuencia. La mayoría de la población estaban de acuerdo, pero hubo voces que decían que era una forma de someter a la población al acrecentando su sensación del miedo.
En cierta manera este debate lo veo también parejo al que se está dando estos días con el tema de los desahucios y la suupuesta violencia de los scratches. ¿Es más violento unas personas enfrente de la casa de un político dirigiéndole improperios o la situación que el propio estado ha creado para que esas personas de las plataformas antidesahucios estén en la calle manifestándose?
El filósofo Zizek tiene un ensayo publicado sobre la violencia, aunque este creo que es bastante más teorico que el de Rosa sobre el miedo. Zizek a veces peca de posmoderno...
Los libros de Fadanelli también aquí en Barcelona son bastante complicados de encontrar, pero por suerte por la red hay bastantes textos suyos (o al menos los había).Yo por eso, he leído mucho autor latinoamericano, y entre unas cosas y otras al final acabo conociendo autores de allá, que ni siquiera en sus países los conocen demasiado.
Pero por suerte tenemos siempre la red para encontrar algo de sus obras. Espero que con el tiempo la difusión de escritos por la red siga proliferando a pasos agigantados.
Tomo nota de Pablo Gutiérrez.
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