Plata quemada -Ricardo Piglia-
Marcelo "el Nene" Brignone, de 33 años; Roberto "Gaucho" Dorda, de poco más de 30 años y Carlos "Cuervo" Merelles, de 25 años, se atrincheran en un piso del edificio Liberaij, calle Julio Herrera y Obes de Montevideo. En el exterior decenas y decenas de policías uruguayos cercándolos.
Rostros de los cuatro pistoleros porteños
Los hechos ocurren en la madrugada del día entre los días 5 y 6 de noviembre de 1965. Los tres jóvenes sitiados son pistoleros argentinos, que han dado un palo en Buenos Aires al robar un furgón blindado y se han refugiado en Montevideo, pero su rastro lleno de víctimas hace que la policía les haya estado siguiendo los talones en su huída y por fin los tienen acorralados. Los jóvenes tienen tendencias homosexuales, y adicción a las drogas. Marcelo y Roberto son conocidos en el mundo del hampa como los “mellizos”.
“Son mellizos... no porque sean hermanos... ni siquiera se parecen...
Pero duermen juntos... y en el medio eso se sabe... solo trabajan si trabajan los dos... si no, no trabajan...”
Plata Quemada –Marcelo Piñeyro (basado en el libro de Ricardo Piglia).
Tienen múltiples armas y están considerados muy peligrosos, la policía piensa que los tiene acorralados porque ya no pueden escaparse del cerco, lo que no se dan cuenta es que igual que es difícil salir, también es difícil entrar, y la casa ofrece un atrincheramiento perfecto para ser defendida. Los vecinos encima son desalojados demasiado tarde y con dificultades, lo que hará que la policía no pueda utilizar métodos más resolutivos salvo liarse a tiros.
El asedio durará más de quince horas, y dejará varios policías muertos, más otros cuantos heridos (quizás lo más cercano que yo recuerdo a estos hechos es la tragedia de Waco).
El cerebro de la banda Enrique Mario Malito no será capturado en esa ocasión al no encontrarse en el piso, y las posibles versiones sobre la suerte de su destino se suceden entre lo posible y la leyenda.
Ricardo Piglia utiliza esta historia sangrienta de la página de sucesos, para armar su novela Plata quemada, y la rescata casi del olvido. Luego el libro se adaptará también al cine, por Marcelo Piñeyra, cuya adaptación creo que hablaré en una entrada posterior.
“Ella me habló de los mellizos, del Nene Brignone y del Gaucho Dorda y de Malito y el Chueco Bazán y yo la escuché como si me encontrara al frente de una tragedia griega. Los héroes deciden enfrentar lo imposible y resistir, y eligen la muerte como destino.”
Plata quemada -Ricardo Piglia-
Es curiosa la empatía humana, que después de presentarnos el día a día a estos personajes asesinos durante unas cuantas páginas, uno se acaba encariñando con ellos, y cuando son asediados hasta la muerte por una fuerza que les supera en número, uno los siente que los comienza a convertir en héroes. Encerrados; medio drogados para aguantar el asedio sin ninguna clase de miedos; insultando a los policías, y disparando una y otra vez contra aquellos que osan acercarse a su cubículo, uno espera casi que consigan salir vivos del asedio. ¿Acaso alguien no le hubiera gustado por ejemplo que Paul Newman y Robert Redford no salieran con vida del asedio de las tropas mexicanas en Dos hombres y un destino siendo ellos en realidad un par de pistoleros o asaltantes?
Me he llevado una auténtica sorpresa con el libro de Ricardo Piglia, porque cuando me puse a leerlo no me esperaba en absoluto encontrarme con un thriller policíaco de corte de novela negra lleno de acción, donde Piglia brilla al dominar la jerga de los bajos fondos, y eso sumado a todos esos argentinismos que Piglia utiliza, le da mucho color al libro en lo referente al estilo.
Con este libro Ricardo Piglia ganó el premio Planeta argentino, y se armó una cierta polémica ya que algún otro escritor acusó de estar el premio premeditadamente concedido a Piglia porque acababa de ligarse a la editorial. Bueno, sabemos que el Premio Planeta nunca se ha caracterizado por ser el más limpio en cuanto a ética se refiere, pero eso no quita que sin duda esta obra de Ricardo Piglia sea una gran obra.
Además, Piglia para ficcionar los hechos reales que relata tuvo que hacer una profunda investigación periodística, de esas que cada vez se hacen menos, y por este motivo también se merece mi admiración.
Piglia habla de la presencia del ficticio Emilio Renzi como reportero presente en los hechos (personaje que sale en varias obras de Piglia cuyo nombre deviene del segundo nombre y apellido del propio Ricardo Piglia), pero entre los periodistas que cubrieron la noticia si que estuvo Eduardo Galeano, y que terminó inspirándose en estos hechos para escribir su relato “Los fantasmas del día del León”. Me hubiera gustado leer esta versión de Galeano a sabiendas de la belleza que Galeano suele poner en sus textos, pero lamentablemente no he encontrado el relato por la red. De la película de Piñeyro como decía antes, hablaré próximamente.
Policía Muerto En El Edificio Liberaij, Montevideo, 1965
Etiquetas: Libros
3 Comments:
De Piglia sólo he leído "Prisión perpetua" y recuerdo que me gustó. No conocía "Plata quemada", pero si se trata de un thriller seguro que me agrada.
Últimamente leo mucha novela negra. En el género negro, así como en las novelas policíacas, es donde mejor se aprecia la técnica para crear intriga y tensión, dosificando y ocultando la información. Me encanta como los escritores de novela negra usan los diálogos para transmitir al lector esa información y hacer que la trama avance hasta su desenlace. Cualquier persona aficionada a la escritura y que tenga problemas para construir buenos diálogos, debe fijarse en los autores de novela negra y en como los trabajan.
Acabo de terminar "Madrid Underground" de David Serafín, y tengo pendiente "Jesús en los infiernos" de Andreu Martín, un peso pesado de la novela negra española, junto con Juan Madrid y Vázquez Montalbán.
Después de leer "Plata quemada" me puse a leer "Prisión perpetua", porque me había quedado con ganas de seguir leyendo a Piglia.
En realidad los dos libros son como el día y la noche, y prácticamente no tienen nada que ver. En Prisión perpetua la trama es muy dificil de seguir porque es un libro fragmentario (estilo "nocilla" pero aún más acusado), con un montón de referencias metaliterarias que hacen que muchas veces se vuelva incomprensible. Yo de Prisión Perpetua solo destacaría determinados fragmentos que si que me han gustado porque juega bastante con conceptos científicos que yo comprendo (pero dudo muchísimo que el lector común pueda seguirlos).
Y realmente tampoco me me gusta demasiado un libro donde para encontrar un fragmento que me gusta tengo que leer diez páginas que me resultan muy difíciles de seguir (el libro para mí es como un baul de sastre donde Piglia reunió un montón de ideas o cosas que iba escribiendo). Pero la unidad del libro me parece bastante floja, y por eso salvo ahora no creo que vaya a hacer ninguna reseña del libro a no ser que la haga de forma lateral.
Plata quemada es otro mundo totalmente distinto (lo que hablábamos de escritores que saben cambiar de estilo, de léxico, y la forma de construir la novela). Los hechos son claros, la trama lineal, y el estilo con todo el argot del hampa y porteño rebosa en cada página. Para mi gusto es múchísimo mejor Plata quemada que Prisión perpetua (por si aún no te he convencido para que lo leas ja,ja).
Yo no soy lector de novela negra, salvo de vez en cuando, pero tal como dices el estilo de muchos de estos autores es más que destacable (como puede suceder en las crónicas futbolisticas de algunos periódicos donde ves detrás de la crónica de un partido un periodista con muchísimo talento). Onetti creo que leía muchísima novela negra, y de ahí luego aprendía luego a construir las suyas.
A mi me gusta de vez en cuando saborearlas, pero en general prefiero libros de corte más clásico y no tanto de género, más que nada porque yo luego soy un hacha -y esta mal que yo lo diga ja,ja- en la vida y obra de muchos escritores, la metaliteratura, las anécdotas de sus vidas, y cosas de esas... y la lectura me sirve para seguir rellenando los interminables huecos.
De Serafín y Martín no he leído nada -ni siquiera me sonaban-. También pienso que esta literatura de género es tan amplia que ya hay demasiado experto en el tema, y como a mí cuando me meto en un tema siempre quiero saber o leer más, me da un poco de reparo meterme a leer estos libros, por aquello que me quitaría demasiado tiempo para leer otras cosas.
Aún así, si que voy leyendo de vez en cuando. Y he leído algún libro de Vázquez Montalbán y su Pepe Carvalho, y también recuerdo haber leído hace muchos años un libro de Juan Madrid, en el que el protagonista era un detective que había sido ex-boxeador (es lo único que recuerdo).
Pues recuerdas bien. Por lo que dices, el detective es Antonio Carpintero, alias Toni Romano, ex boxeador y ex policía. Cuando Toni abandona el cuerpo empieza a trabajar en una agencia de cobro de morosos, trabajo que compagina con el de portero de discoteca. Pasado un tiempo, deja la agencia y, aprovechando los contactos que hizo cuando era policía, se dedica a tareas de investigación de poca monta, detrás de las cuales suele haber una enrevesada y peligrosa trama, en la que están implicados políticos, mafiosos y altos mandos de la policía.
Juan Madrid ha publicado siete u ocho novelas con este personaje.
Hace 20 años, cuando tenía el pelo largo y era imberbe, leía mucha literatura de género. En la actualidad sólo leo novela negra, en lo que a literatura de género se refiere. Al igual que tú, suelo preferir los libros de corte más clásico, los cuales alterno con novelas policíacas.
Supongo que habrás visto "El tercer hombre". Al principio de la película, el sargento Paine conoce a Holly Martins, escritor norteamericano de novelitas baratas del oeste, y le dice que le encantan los libros que Holly escribe porque mientras los lee puede seguir pensando en sus cosas. El escritor frunce el ceño y lo mira, esbozando una sonrisa torcida ;)
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