La Librería

Pequeños retales de literatura

martes, julio 08, 2008

Sueño libertad

Estuve en el Castell de Montjuïc viendo cine al aire libre. Uno siempre deseó participar de esos autocines de las películas americanas, y a falta de estos, me he de conformar en ver cine tumbándome la hierba a lo Walt Whitman. Hoy dieron Promesas del este, con la actuación de mi alter ego Viggo Mortensen (en un par de ocasiones he dedicado con algún libro con ese pseudónimo y alguna escueta frase hecha inglesa, para que así la persona pudiera presumir de dedicatoria. ¡El mundo es una falsedad!). Ya me veo firmando una nueva dedicatoria diciendo algo así como “there are moors in the beach”. (Aclaro, esta frase tiene mucha más gracia en el contexto de la película). Y declinamos toda responsabilidad sobre cualquier tipo de malinterpretación racista).
Ahora estaba leyendo la biografía de Francisco UmbralEl frío de una vida” escrito por Anna Caballé. Hace apenas unos días me lo regalaron. Desde hace unas semanas estoy con fiebres umbralianas, así que cuando aclare y vea el sol de la costa catalana en vez de la noche madrileña, sacaré conclusiones. De entrada, resultó curioso que cuando me regalaron el libro, estaba O. presente, y resultó que la Caballé, la profesora de literatura, no la soprano -que de ésta son las Sancho las que también me han hablado- le había dado clase a O. y que éste había tenido algún encontronazo con ella. Pero desde luego leer a Umbral y sobre Umbral está siendo entretenido, quizás porque su estilo literario era único, quizás porque su vida para lo bueno y para lo malo también.
Pero volviendo al redil del último semipost (dios se apiade si el futuro es el twitter). Quiero hacer algunas líneas sobre la extraordinaria noticia de la liberación de Ingrid Betancourt. Desde hace años seguí el caso de la ex candidata presidencial, tal vez porque en los retales que iba descubriendo sobre ella me demostraban siempre una fortaleza especial. Recuerdo la impactante carta que Ingrid le dirigió a su madre me conmovió. Y aquellas imágenes que dieron la vuelta al mundo, de ella sentada con la mirada perdida, acompañada sólo de su cabello largo y canoso. Parecía vencida. Verla así, cuando la había visto tan activa y alegre en los videos electorales de su campaña al frente del partido ecologista, era desalentador.
Uribe, la inteligencia militar colombiana, o los que fueran, han conseguido lo que ya empezaba a dudar que nunca se produciría. Debo felicitar a quién corresponda por ello. Y lo más increíble de estos días, es que he podido ver mucho más de cerca aquella mujer a la que sólo sospechaba tal vez por el reclamo de sus hijos y su madre. Y la he visto rebosar de felicidad; la he visto fuerte; y la he visto inteligente. Sin una pizca de odio en su corazón salvo imagino el que permite la vara de la justicia. Su grito tras su liberación ha sido más bien una promesa de compromiso hacia todos aquellos que aún las FARC mantienen secuestrados. Debo decirlo: es francamente lamentable que esos que se autodefinen como revolucionarios y que supuestamente quieren el poder del pueblo, lo único que sepan hacer es dedicarse al narcotráfico y al secuestro y asesinato de inocentes.
Estos días Ingrid Betancourt ha recobrado una plena sonrisa, y ha tenido que responder centenares de entrevistas. No puedo evitar quedarme atónito cada vez que la escucho; mientras que los terroristas de las FARC siembran de muertos la selva colombiana, Ingrid Betancourt irradia una increíble luz cada vez que comparte con el resto del mundo algunos de sus pensamientos.
Todos nos unimos a este sentimiento. Hace apenas unos días pude ver la retransmisión de la actuación de Shakira en ese extraño Rock in Rio madrileño. La ví llena de energía, y creo que al menos esta vez, algo tuvo que ver la liberación de Betancourt, a la que la misma Shakira le dirigió unas palabras. Tal vez ya vaya siendo hora de levantar de nuevo todos las manos pintadas de blanco, para gritar aquello de ¡Basta ya!
Dejo la voz de otro cantante colombiano, Juanes. Lo que dice, lo dice bien clarito y sobran explicaciones (creo que las imágenes corresponden al concierto que se hizo por la paz en un lugar cercano a la frontera entre Venezuela y Colombia).


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1 Comments:

Blogger malditas musas said...

Redescubrir la vida tiene que ser fascinante... a veces temo que me tenga que tocar una pésima racha para tomar conciencia, espero hacerlo antes.

(( Al margen: quería preguntarte dónde está la opción de programar post que no la encuentro??? Te dejo mi email por si lo sabes: marsatiel@hotmail.com GRACIAS ANTICIPADAS!!!))

besos
musa

2:35 p. m.  

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