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Pequeños retales de literatura

martes, abril 01, 2008

Más allá de Orión

Vamos a iluminar un poco la noche, con un leve pero intenso brillo. Primero lo haremos con una fuerza explosiva, desde las entrañas hacia fuera, como desgajando nuestro cuerpo en miles de pedazos de carne. Luego haremos precisamente todo lo contrario, en un movimiento de contracción encerraremos la luz del universo en un pequeño prisma de lentes reticulares. Nos fijaremos en lo que nos está vetado. Lo queda más allá de nuestro alcance. Por un instante todo será nuestro.
Es la confusión de la noche. Te sueño y despierto. Contemplo tus ojos verdes maquillados en negro. Unos ojos lagrimosos que encierran una belleza de haber vivido más allá de lo que yo sé. Me pides un último favor y es ahí cuando lamento haber tenido el detalle de escucharte. Hubiera preferido sólo quedarme con tus ojos salvajes; me hechizaron, por estar enrojecidos, por saberlos drogados. Brillaban tan poderosamente que me atraparon al instante. Pero las palabras en cambio te salen demasiado torpes. No lo digas. Aún no lo sabes, apenas está amaneciendo, y ya sé que todo ha acabado.

“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais, atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia... es hora de morir"

Las palabras que reconocerán casi todos, las pronuncia el replicante Roy Batty (Rutger Hauer) en la película de Ridley Scott, Blade Runner. Quizás esta parte del mérito habría que dársela a los guionistas de la película Hampton Fancher y David Peoples. La escena de las famosas Lágrimas en la lluvia se puede contemplar en todo su esplendor bajo la música de Vangelis, en el todopoderoso You tube (desde la Iglesia Googleliana nombramos ya a You tube como profeta).

Ateniéndome a otras curiosidades que me rondan, el texto recuerda un poco a unas palabras que Galileo le escribió a Kepler en una de sus cartas.

“Soñé que mi telescopio se adentraba en la noche del universo. Dejaba atrás las espadas de Orión y las miríadas de pequeñas estrellas cuyas luces iban apagándose ya en los torbellinos del espacio.

Algunas pensarán, que el mérito principal es de Philip K. Dick, autor del libro ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Libro en el que se basa la película de Ridley Scott. ¡Pues no! Ahí es donde quería llegar. El mérito de Philip K. Dick es desde la modestia, crear ovejas eléctricas, cazadores de androides y poco más. Porque este es uno de los pocos casos que veo claramente que una película supera en calidad al libro correspondiente. Quiero decir que Philip K. Dick sin duda hace algunos aciertos, pero su obra queda superada con creces por los aciertos de Ridley Scott: la contratación de Harrison Ford para hacer el papel de Rick Deckard; el ambiente opresivo que genera una ciudad en la que constantemente está lloviendo, y que presenta el aspecto descuidado de una china town nocturna, además de la belleza de algunos diálogos son entre otros algunos de esos aciertos de los que hablo. En cambio los giros que Philip K. Dick da a los personajes llegan a hacerse pesados y caóticos, mientras que la trama de la película es mucho más clara y bella.

Pero bueno tampoco voy a extenderme demasiado, porque la discusión sería interminable. Sólo decirles que en el maravilloso link de Google Sky, uno puede situar desde la constelación de Orión (con la brillante Betelgeuse en su interior). La ascensión recta sube al movernos hacia la izquierda, mientras que la declinación aumenta al subir con los cursores hacia arriba.
A ver si algunos se mueven como expertos cartógrafos galácticos y encuentran el color de algunas de las estrellas nos observan. Doy algunas coordenadas para que practiquen:

Alfa Centauro: 14h 39m 36.50s // −60° 50' 02."
Sirio: 06h 45m 08.92s // −16° 42' 58”
Altair: 19h 50m 47.00s // +08° 52' 06"
Vega: 18h 36m 56.34s // +38° 47' 01" (Beijo a J.!)
Aldebarán: 4h 35m 55.00s // +16° 30' 33"
Spica: 13h 25m 12.00s // -11° 09' 41" (También en C/Parlamento 9 y con peligrosa lluvia de meteoritos tuneados).


No se si lo saben, pero el pasado dia 19, ocurrió un hecho sin igual. Una inmensa luz estalló en lo más profundo del universo. Desde la constelación Boyero -nada que ver con el crítico- nos llegaron a la tierra una ráfaga colosal de rayos Gamma. La más intensa de las que hasta ahora se tenía catalogada.
En palabras de Stephen Holland de la NASA "Si alguien miro en el lugar correcto en el momento adecuado, vio el objeto más distante jamás visto por ojos humanos, sin ayuda óptica”.
En realidad este hecho ocurrió hace millones y millones de años, sólo que nosotros nos enteramos recién ahora y aún así nos quedamos maravillados ante tanta belleza estelar.

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