Naturaleza: tentando a la suerte
Pocas veces en los años que llevo blogueando le he dedicado una entrada al mundo animal. Aunque si uno navega un poco por youtube siempre es fácil echar mano de algún video en el que salgan animales comportándose de forma graciosa, enternecedora, o sorprendente (los gatos no fallan), pero ampliar mi ventana particular al mundo salvaje ya me parece ampliarla demasiado (en este baúl ya meto demasiadas cosas y ya de por sí va bastante cargado). Así que sólo cruzo este círculo de tiza, cuando lo que voy a postear me parece excepcional.
Y en este caso “lo excepcional” se debe a mi querida Beatriz, porque este año blogueando ella me he hecho reír como nadie, y creo que le debo un pequeño homenaje, por su esfuerzo y su constancia diaria con sus posts (No soy Patricia Conde). Y de paso también pido disculpas a mis amigos, que me han tenido que sufrir, aunque más o menos me comprenden (yo les veía mirarme extrañados cuando cada dos por tres yo lo relacionaba todo con alguna de las entradas de la doctora, pero ¡es que ha sido tan divertido!)
La conocí cuando acaba de despertar de estar unos días en coma, tal Lázaro en versión 2.0 que se levantaba de un mundo de tinieblas, y si para mí su despertar fue uno de esos pequeños milagros que nos da la vida, ya se pueden imaginar lo que significó para su familia que Bea volviera al mundo de los vivos. (Perdonar, pero escucho a Tool y eso me hace sacar mi vena más sentimental).
Este primer video lo puso la doctora en su blog, y es el famoso facóquero –entre nosotros y de forma cariñosa también conocido como supercerdo- que se enfrenta a la leona con desde luego mucho espíritu luchador.
Uno piensa entonces que a la vida hay que echarle huevos (también vimos algo parecido con la superrata que atacaba a un grupillo de gatos despistados). Pero la lección no me parecería del todo bien aprendida, porque después de verlos parece que la moraleja es a más cojones más me impongo, sin entrar a valorar las posibles consecuencias que acarrean los conflictos. Imaginemos que uno está en una discoteca (de esas a las que iba en mis años más mozos) y recibe un empujón que te hace salpicarte con la copa que llevas en la mano, te giras para decirle algo al autor de tal atropello, y ves que es un tío de dos metros tipo armario culturista –que a mí me ha pasado-, pues en este caso mi recomendación es sonreír y poner cara de póker, darse de nuevo la vuelta y pensar aquí no ha pasado nada, nada de nada....
No me interesan las peleas, y siempre me sorprendió en noches de fiesta descubrir que siempre había algún bocazas con dos copas de más que parecía estar buscando algún motivo para que alguien le rompiera la cara. A mí desde luego, es difícil que alguien me encuentre, pero siempre he supuesto que habrá otro mucho más dispuesto, y me sorprende que haya gente tan tonta que parece querer tentar una y otra vez a la mala suerte.
Bueh, pero como decía Bebe pa fuera telarañas, y recuperemos el tono de buen rollito. Sólo un beso a Bea y a su hermanísima Patricia, y confío en tener en breve a Bea de vuelta -37 días 17 horas 33 minutos 40 segundos y contando- en su nuevo blog Beatriz contra todos. Esperemos que venga con las pilas cargadas porque si no la AAE (Asociación Amigos del Elefante) le vamos a dar mucha caña o en su defecto nos la tomaremos con ella. ;)
2 Comments:
Qué pájaro más tonto...
Muchas gracias por la entrada-homenaje,me ha gustado mucho :)
Precisamente ayer estaba retocando una imagen para anunciar que falta sólo un mes y se publicará el 5 de agosto,el viernes que viene ;D
Yo me imaginé que el pájaro o tenía cerca su nido y lo intentaba proteger o era un pájaro kamikace en plena misión de hundir la moral del gato (que no consiguió).
El propósito era sacarte una sonrisa. Así que me alegro que te gustase.
Bueh, miré el nuevo blog... y lo de la nueva fecha de estreno me parece que no está demasiado claro. Veo la misma imagen y el cronómetro sigue la misma cuenta atrás.
¿Pues qué narices retocaste? ;P
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