La Librería

Pequeños retales de literatura

martes, septiembre 06, 2005

A veces respiro hielo

Situado aún en los infiernos, desde muy cerca de los fríos fiordos del anterior post, me preparo para hacer la reseña de una promesa, que hice hace ya algo más de un par de meses cuando un desconocido me envió un libro que había escrito. La haré pasado mañana, pero antes un pequeño aporte de mi parte relacionado con ese libro.

Tres incapacidades diagnosticadas por los médicos según la patología correspondiente -luego Hell me acusará de ser la alegría de la huerta y resultará que tiene razón-. Confieso que alguna vez las he sentido cercanas, y hago aquí honor a un viejo amigo, recuerdo algo que me enseñó entre dentellada y dentellada; me dijo: “a veces respiro hielo” (era el último dragón y yo debería llamarle un día de estos).


La anhedonia (del griego an, «sin», y hedoné, «placer», o sea una insensibilidad al placer): las personas que la padecen son incapaces de experimentar alegría y disfrute en ninguna circunstancia. Se puede diagnosticar también en casos concretos, como en el apetito por la comida, las relaciones sexuales o en el ocio.

Síndrome de Moebius: Desorden en los nervios sexto y séptimo craneal, que provoca un parálisis facial, los que padecen el síndrome tienen una incapacidad para sonreír o para fruncir el ceño.

La Alexitimia (del griego lexis, «palabra» y thimos, «afecto», o sea sin palabras para los afectos): las personas que la padecen son incapaces de identificar el componente afectivo de los propios sentimientos, y por tanto se ven imposibilitadas de expresar verbalmente esos sentimientos.

A todo esto : amen, besen y abracen... para que la vida tenga un poco más de colorido. El sábado se casaron mis amigos Juanjo y Gema, y cada uno de los de Sants les regalamos una foto con algo escrito. Yo les puse el siguiente texto del genial Oliverio Girondo.


¡TODO ERA AMOR... AMOR!

¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado, amor ultramarino. Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, , amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos, lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreando de merengue, cubierto de flores blancas...Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto. Amor incandescente y amor incauto. Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es amor, Amor y amor... ¡y nada más que amor!



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2 Comments:

Blogger viruta said...

gran tema el pudor extremo, al que considero culpable y origen de tantas roturas y desacuerdos.
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acaso con el tiempo nos convertiremos todos en señores Spock?
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voto por un rotundo y mayúsculo NO.
prefiero mil veces dejar de respirar.
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le dejo abrazo constrictor.

10:20 p. m.  
Blogger Vigo said...

Mi querida lobablanca, su abrazo constrictor me hace recordar aquellas dagas que nos reenviábamos en nuestras despedidas de antaño.
Mire que yo la prefiero como Spock a que deje de respirar. Eso sí, con toalla en la cabeza.
Un beso.
Vigo

4:53 p. m.  

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