Ha muerto Francisco Casavella

Qué extraño!! Traía en mente hablar de la secuencia de cómo hoy casi he matado a mi ordenador, y cómo luego lo he revivido. Les garantizo que durante la primera fase he pasado sudores, y no sé por qué extraña razón no dejaba de restregar mis manos por mis cabellos y mi cuello. Luego cuando el final de la cadena parecía desembocar irrefutablemente en un taller informático de reparaciones, con la consecuente molestia que esto ocasiona en archivos y programas perdidos en el limbo, parece que lo he arreglado. ¡Lo he hecho yo! Y cuando la euforia ya me exhalaba por cada uno de mis poros, y el mundo se había convertido en un lugar tan hermoso y feliz, que se merecía que lo dedicara un post en el blog, después de tantos días de mutismo, he mirado la página de yahoo de Internet, para encontrarme de sopetón con la muerte del escritor Francisco Casavella. Ha muerto con tan solo 45 años de un ataque al corazón, saboreando las mieles del éxito, ya que su último libro “Lo que sé de los vampiros” se había llevado a principios de año el premio Nadal.
Como muchas otras veces no puedo decir mucho de sus libros, porque no los he leído, aunque tengo un amigo que conocía personalmente a Casavellas y aprovechaba cualquier ocasión para recomendarme sus libros, en especial la trilogía sobre El día del Watusi. Para mí, Casavella era y será de momento un escritor a conocer, con desde luego, un gran acierto para los títulos de sus libros; como lo es ese sueco del que ahora todos hablan (Stieg Larsson) y que también murió prematuramente.
De Casavella, me encantaba especialmente como sonaba ese enigmático enano español que acababa sus días, suicidándose en Las Vegas. Un título que era suficientemente raro para llamar la atención, pero que seguramente con un simple dato más ya me hubiera parecido rimbombante o ampuloso.
Ah!! Y disculpen estos largos silencios, pero ya saben uno a veces escasea de tiempo y lo que es peor de buen humor.