Réquiem por el año viejo y por un sueño
Como están ustedes? ;P Once de enero de 2010. Si alguno me está leyendo significa que sobrevivió al cambio de año. Y también significa que aún sigue con curiosidad lo que ocurre en casa ajena. Sirva entonces estas líneas para fabricarles una sonrisa. A mí visitar algunos blogs y descubrir alguno nuevo me suele producir ese efecto espirituoso. Hoy mismo eso me sucedió, pero me guardo el link como oro en paño, hasta que investigue un poco más a fondo.
Hablemos de mí. Navidades, ya se sabe. Soy de los que las lucecitas y los villancicos entristece más que alegra. Así que imaginen que suplicio uno sufre con estas fechas. Y aparte de eso me estoy recuperando de una de esas “passas” virales que la mitad de la población catalana debe estar pasando, ya ha pasado o pasará en breve. Mi estómago se quedó inundado por un baño de queroseno que luego se incendió durante horas. Aún soy capaz de sacar bocanadas de ardor estomacal, como esos artistas tragafuegos que van a las feria medievales de pueblo en pueblo. Ahora mi estómago se ha quedado convertido en una de esas bolsitas de te “pochas” que quedan tras preparar la correspondiente infusión (¡y las que llevo tomadas estos días!). Todo esto más un cierto resfriado, un poco de dolor de espalda (¡malditos los colchones blandos!). Vamos! que si me pongo en plan hipocondríaco puedo decir que estoy hecho un asco. Pero dejemos a Molière en su cama y vayamos otros temas: hoy a alcanzar cotas audiovisuales de alto calibre.
Quería hablarles de dos películas, de dos grandes películas. Les confieso que ambas las he visto en un estado febril, pero no puedo errar demasiado cuando ambas películas han sido aclamadas por la crítica. Las películas son "Réquiem por un sueño" y "Moon". Los Reyes Magos me trajeron un completísimo libro sobre Las 1001 películas que hay que ver antes de morir (de Steven Jay Schneider), y acabo de comprobar que la de Réquiem está en la lista y si hubiera estado la de Moon ya hubiera alucinado porque esta última es demasiado actual –me sonaba la peli porque ganó el festival de Cinema Fantàstic de Sitges del año pasado-. Pero tras visionarla, puedo decir sin dudarlo que el film se convertirá en un nuevo clásico de la ciencia ficción.
Réquiem por un sueño. Unos jóvenes que podrían tenerlo todo sucumben a la felicidad momentánea de las drogas. Un tiro o un chute que en poco tiempo les encaminará hacia la autodestrucción. Y también una madre también quedará devastada por el poder de las anfetaminas (¡excelente interpretación de la señora Ellen Burstyn)!
La película la firma Darren Aronofsky autor de la inquietante "Pi", y la difícil pero bella “La fuente de la vida”. Tras ver este Réquiem ya puedo declararme total seguidor de Aronofsky. Fascinante los planos con los que juega, fascinante que sepa contar una historia tantas veces contada y consiga que mantengamos la atención. Y mención especial para la banda sonora hecha por Clint Mansell. Y si no miren el video que he encontrado por internet. El efecto de esta música es hipnótico, uno la escucha en los primeros acordes y cree que ya es buena de por sí y no puede mejorarse, y entonces aumenta el rasgado de violines, y sube y sube…. hasta llegar a la perfección.
La otra película es la de "Moon" que lleva la firma del director novel Duncan Jones (hijo de David Bowie). Una película que narra el día a día de un minero espacial en una base lunar, cuya única compañía es la de un amable robot (una mirada revisada sobre el Hall2000). Su vida solitaria se verá trastornada por un accidente que obligará a Sam Bell (muy buena también la interpretación de Sam Rockwell) a replantearse toda su existencia. No digo más, porque precisamente una de las gracias de esta película es la sorpresa argumental.
La película me parece espectacular porque se nota que está todo muy cuidado, y me encantan las películas que no complican demasiado el argumento, sino que sencillamente lo que plantean lo resuelven bien y no quedan hilos por ahí sueltos. Aparte, he leído que muchas escenas del rodaje están hechas con maquetas y que la película ha costado ¡sólo! cinco millones de dólares (una miseria si la comparas por ejemplo con el "Avatar" de Cameron que ha costado 237 millones de dólares). Desde luego no me queda otra que decir que Duncan Jones ha entrado en el terreno cinéfilo pisando fuerte (“That's one small step for a man, one giant leap for mankind”.) Muy interesante también la banda sonora.
Etiquetas: Cine
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