La Librería

Pequeños retales de literatura

lunes, agosto 08, 2011

La lista de Sílvia (IV)

Suspense(1961)
DIRECTOR Jack Clayton

Estoy muy de acuerdo con tu juicio: inquietante. Sorprende la valentía de la película para su época. Me hizo acordarme de Los Otros y seguramente Amenazar había visto esta película cuando compuso la suya. Si hubiese tenido al final un buen giro de guión me hubiera parecido una absoluta obra maestra, pero no acaba de tenerlo. Los niños parece que tienen un punto de maldad, y aunque al final se intenta llevar la película a crear una ambigüedad de si quizás es la institutriz la que en verdad está loca, y es ella quien quiere pervertir al niño pequeño, pero no creo que este giro esté demasiado bien logrado.
NOTA: 7,5
Suspense

Edward, mi hijo (1949)
DIRECTOR George Cukor

No me convence porque me parece que la película me está sermoneando (¿No eras tú la que no admitías arengas?). Comienza con unos padres sencillos que están dispuestos a hacer todo por su hijo, y como luego el padre, en parte obligado por las circunstancias de la vida se va apartando de lo moralmente correcto para lograr una calidad de vida superior y poder ayudar a su hijo en los problemas médicos que éste tiene. Y entonces ves como poco a poco el padre se va transformando en un gran hombre de negocios que acaba malcriando a su hijo en su educación.
Lo que veo desafortunado es que el hijo al final muera aún joven por un accidente y la película parece que por debajo está soltando el mensaje de que si te enriqueces saltándote las normas, al final “el destino” te pasa cuentas. Y aunque al final te sueltan un “juzguen ustedes los hechos”, yo creo que sutilmente ya te la están metiendo durante toda la película. Me temo que hay miles de ricos que se saltan las normas una y otra vez y que tienen sus conciencias muy tranquilas y que viven la mar de felices en sus grandes mansiones. Así que la película me parece demasiado moralista.
El hecho de que no salga Edward en toda la película, tiene su gracia (recuerda a Esperando a Godot), pero quizás para juzgar de verdad la figura paterna, sería necesario ver detenidamente el comportamiento de Edward. Además, me resisto a pensar que un padre pueda ser el único responsable del comportamiento de un hijo.
NOTA 6
Edward, mi hijo

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