La Librería

Pequeños retales de literatura

jueves, marzo 15, 2012

Las piedras rai

En el año 1686 el navegante español Francisco Lazcano atraviesa el pacífico y arriba a las Islas Yap, un pequeño conjunto de islas de los centenares que componen el archipiélago de las Carolinas en la Micronesia. No es el primer navegante en llegar a ellas, pero si el primero que las reclama, y lo hace en nombre del rey de España Carlos II. Durante un par de siglos estas islas situadas prácticamente en nuestras antípodas, pertenecerán a la corona de España, y serán los misioneros los que principalmente se encargarán de tratar con la población nativa en sus deseos de evangelización.

Esta historia no dejaría de ser una más en las páginas escritas de los misioneros de la Iglesia casi olvidados por el resto del mundo, sino fuera por una curiosidad que llamó la atención a los economistas, este detalle lo constituyen las piedras rai. ¿Y que son las piedras rai uds se preguntarán? Pues las piedras rai es la moneda autóctona en la que durante muchos años se basó el sistema económico de estos nativos. Pero no estamos hablando de unas piedras que puedan llevarse en el bolsillo como si de calderilla se tratase, las piedras rai son discos de piedra caliza tallada, que normalmente tienen un diámetro que varía desde el medio metro, hasta llegar incluso a los tres metros (las más grandes pesan varias toneladas). Aunque también en honor de la verdad, hay que decir que no todo el sistema monetario se basaba en las piedras rai, sino que también tenían otras piedras más pequeñas que también se utilizaban en las transacciones económicas.

Las piedras rai los nativos las conseguían en otras islas cercana, porque en las suyas no existía prácticamente la piedra caliza, así que después de tallarlas (el tradicional agujero central que les hacen a las rai, era para poder pasar un palo y poderlas después trasladar más fácilmente) las trasladaban en barcas en un viaje sumamente peligroso hasta llevarlas a sus islas. En la travesía era normal que ocurriesen accidentes, y era por esa dificultad en conseguirlas y por su escasez en la propia isla, por lo que las piedras cobraban valor.

Piedras rai

Pero hay muchas curiosidades acerca de éste sistema monetario, una por ejemplo es que la piedra no sólo tiene valor por su tamaño, sino que también cuenta la propia historia de la piedra, si por ejemplo en su traslado murió alguien la piedra pasa a tener más valor, como también es importante saber quienes fueron los antiguos poseedores de la piedra; cuanto más alto rango ostentan sus antiguos poseedores, más valor tiene la piedra. También es importante dónde está colocada, porque las piedras rai una vez son desperdigadas por algún lugar de la isla ya no se suelen cambiar de sitio, porque aunque la propiedad de la piedra si que varía, estás debido a lo trabajoso que resulta moverlas y el peligro a que se rompan al trasladarlas y a que pierdan por ello todo su valor, por lo que no acostumbran a moverlas (a diferencia de nuestro sistema monetario, en el que necesitamos poseer los billetes y las monedas de forma mucho más tangible e intercambiamos continuamente nuestras monedas que pasan de mano en mano en los procesos de compra y venta).

Esta claro que en las islas Yap durante muchos siglos no necesitaron un sistema tan preciso y a la vez tan complejo como el nuestro, y que con unos pocos miles de discos de piedra dispersos por la isla ya les valía para hacer funcionar su economía. Una economía en la que cada habitante sabe perfectamente no sólo a quién pertenece cada piedra, sino también a quién le perteneció antiguamente. Y por supuesto tampoco ha existido nunca el riesgo del robo de estas piedras, ya que sencillamente por su excesivo peso ya es razón suficiente para que a cualquier ladrón se le quiten las ganas de intentar robarlas

Actualmente las islas Yap están bajo una especie de protectorado americano, y utilizan por ello el dólar estadounidense en la mayoría de transacciones diarias, pero estas piedras-moneda han quedado tan arraigadas a estas islas, que hoy en día son el símbolo nacional, y gracias tanto a ellas como a la oferta de buceo que ofrecen estas hermosas islas coralinas, reciben cada año la visita de varios miles de turistas.

Las rai actualmente siguen teniendo una función parecida a que tuvieron en el pasado, ya que siguen teniendo un gran valor para sus habitantes, y son utilizadas por ejemplo tanto en cuestiones de herencias, como en asuntos de dotes matrimoniales.

Piedras rai2

Y para no liar la cosa, mejor me paro ahora, aunque me apetece seguir con algunas referencias monetarias que se me ocurren, pero sería liar este post demasiado. Además, creo que ya es suficiente con imaginar las posibilidades que las piedras rai sugieren, a mí por ejemplo tras ver la foto anterior me imagino el caso de un hipotético cacique tribal que posee todas las piedras rai de un camino menos una, y como si de un tablero de monopoly se tratase, intenta conseguir a toda costa la única piedra que le falta para completar la posesión de todo su caminito de piedras.

Etiquetas: ,

5 Comments:

Blogger Lepis said...

En el segundo libro de la saga del Autoestopista Galáctico, de Douglas Adams (El restaurante del fin del mundo), la guía nos habla de las unidades monetarias intergalácticas:
"...el pu trigánico tiene sus propios problemas muy particulares. Su tasa de cambio,ocho ningis por un pu, es bastante simple, pero como un ningi es una moneda triangular de goma, de diez mil cuatrocientos kilómetros por cada lado, nunca ha tenido nadie suficiente para poseer un pu. El ningi no es una moneda negociable porque los galactibancos se niegan a tratar con un cambio insignificante. A partir de esta premisa fundamental es muy sencillo demostrar que los galactibancos también son producto de una imaginación trastornada"

2:20 a. m.  
Blogger aquittania said...

Una entrada molt ineressant, vaig a posar un enllaç en el meu bloc per què el puguin llegir.

4:36 a. m.  
Blogger Vigo said...

Lepis muy interesante el asunto monetario que cuenta Douglas Adams (me la guardo). Me ha hecho que vinieran a la mente varios relatos de Borges (De hecho en estas dos o tres entradas que pienso hacer sobre asuntos monetarios hay una referencia clara a un relato de Borges llamado El Zahir, pero eso lo haré en unos días).
Tu referencia me ha hecho recordar el relato de "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" donde a través de una entrada enciclopédica, Borges va ideando un lugar en el que da rienda suelta luego a su imaginación sobre las normas y la filosofía que rige en esa sociedad casi secreta.

Creo que en mi entrada también se nota bastante que he estado releyendo unos relatos de Borges. De ahí mi influencia...



Gràcies Sílvia, cada día suelen venirme varios temas para postear, pero al final es cuando coinciden dos o tres referencias, cuando al final me acabo volcando sobre el tema.
Y aquí pasó eso, tengo unos cuantos hilos más, que me gustaría desarrollar sobre este asunto. Claro, que al final me acabo aburriendo o sencillamente me vienen otros temas y acabo "saltando" de nuevo.

Pero me imagino que seguiré tintineando las monedas un poquito (a falta de billetes, buenas son las monedas ;D).

2:09 p. m.  
Anonymous Centro del accidentado said...

Muy interesante. No conocía la historia. Da para pensar.

3:12 a. m.  
Blogger Vigo said...

Pues la historia continúa, je,je.
Hoy un nuevo post. Gracias por la visita.

2:23 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home

 
 

Licencia C 2004-2005 by Daniel Vigo

Email