La Librería

Pequeños retales de literatura

miércoles, septiembre 11, 2013

Carmen y el corredor Barcelona-Madrid

Mi querida Carmen se va a vivir a Madrid, si no se ha ido ya, que podría ser. Pero odio las despedidas y tener que decir adiós no suele estar en mi naturaleza, así que los días han ido pasando uno tras otro, en lo que podría cuantificarse como un simple parpadeo de mi tiempo, y ello ha sucedido sin que le haya dicho un último “adiós”, o al menos uno de esos “hasta luego” con los que con cierta ambigüedad se intenta definir el compromiso de volverse a ver. Además estos días tampoco han sido demasiado buenos para mí, y la verdad es que no he tenido muchas ganas de escribir nada más, que lo que me ha sido más inmediato o necesario. Pero que conste que aunque tarde, siempre me gusta mover alguna pieza del tablero, y por eso aquí estoy ahora escribiendo esto, además lo de hacer las cosas tarde es muy mío (y el llegar tarde a todos lados… así soy yo). Por eso, es ahora cuando me apetece dedicarte estas palabras de cariño. Así que… por todas las horas que hemos pasado juntos, por todo lo que nos hemos reído, y sobretodo por mi total agradecimiento a tu manera de ser, aquí te escribo este breve homenaje.

Carmen es una de esas personas a las que si se les pide que no hable durante unas horas entonces sufre la peor de las torturas, porque siempre tiene algo que decir o una historia que contar; incluso tiene una manera particular de hablar en la que supera la velocidad del ciudadano medio en cantidad de palabras pronunciadas por minuto, lo cual es muy divertido, especialmente cuando comienza a explicarte un tema y rápidamente pasa a otro y luego a otro como si tal cosa; como si todo lo que te contara formara parte de una historia interminable de la que ella es su poseedora (me la imagino como una especie de Sherezade, algo así como una Natalie Wood –a la que le tiene un aire- actuando en Las mil y una noches). De hecho, yo diría, que Carmen habla tanto, que es totalmente imposible aburrirte con ella, y aunque la mayoría de las veces hemos hablado de cosas banales o de pequeñas anécdotas de nuestras vidas, quizás es precisamente por eso por lo que siempre me he sentido tan cómodo con ella, porque buena parte de mi vida me parece aburrida y por ello no me suele gustar demasiado dar explicaciones sobre mí, y eso sumado a la divertida posibilidad de poder siempre hablar de las mil y una anécdotas que le suceden a Carmen, ya me ha ido siempre bien así.

Recuerdo que el último día que nos vimos en el no tan cuchitril informático de J. P. dispuestos a tomar las últimas copas, ella y los demás habituales a nuestras kedadas de las BLB, me revelaron varias cosas que yo desconocía; como que la identidad pasada de mi admirado Walter White de Breaking Bad estaba en la serie de Malcolm in the middle (en breve-breve me pongo a ver la última temporada de ese fascinante narco que es el profesor Heisenberg), o que el doctor Wilson de House es el joven que se suicida en El club de los poetas muertos; e incluso me sorprendí mucho al enterarme que el deportista Alvaro Bultó la había palmado hacía un mes practicando wingfly. ¡Demasiada información para mi cerebro en muy poco tiempo!

Pero entre unas cosas y otras, a Carmen quizás no le dije alguna de las cosas que uno no sabe demasiado bien como decir. Decirle, que me hubiera gustado conocerla mucho más, y pasar mucho más tiempo juntos, y ella aunque ella siempre está más ocupada que yo en responsabilidades y deberes con su familia, sé que hubiera encontrado siempre el rato para quedar conmigo. Pero yo soy así de desastre para estas cosas, y el tiempo siempre se me escurre entre los dedos de una forma escandalosa. Pero lo que sí que puedo decir es que cualquier momento que he pasado con ella siempre me lo he pasado genial, porque Carmen es una de esas personas que siempre sabe sacarme una sonrisa; algo parecido a lo que Jack Nickolson le dice a Helen Hunt en Mejor imposible, yo diría, que Carmen me hace ser mejor persona. La última vez que la vi en la kedada de Bitácoras y Libros, mis últimas palabras hacia ella fueron que la voy a echar mucho de menos, y hoy con mucho menos alcohol en el cuerpo, le volvería a decir prácticamente lo mismo: que la voy a notar mucho en falta, porque la viera más a menudo o menos, sabía que siempre podía contar con ella.

No recuerdo exactamente como conocí a Carmen, pero si que fue algo muy curioso porque mientras la conocía por un lado en estas kedadas blogoliterarias, por otro lado no sé muy bien por qué, nos escribíamos por algo de su antiguo blog sin que yo supiera exactamente que ella era realmente ella y luego medio olvidé estas circunstancias, lo que se convirtió en una de esas dudas que a veces me ha carcomido respecto a Carmen, pero que como siempre estamos hablando de unas cosas y otras sin apenas silencios para poder volver a conversaciones pasadas, al final me he acabado acostumbrando a dejar atrás toda aquella respuesta, que no se preguntó en el momento adecuado. ¿Por qué mirar hacia atrás, si siempre podíamos mirar hacia delante y encima reírnos de casi todo?

Acabo de pensar que mejor posteo este texto para dentro de un par de días que será 11 y que coincidirá con la diada de Catalunya, así le doy una sorpresa ese mismo día que aquí habrá bastante movimiento, y de tal modo le hago un poco partícipe del asunto catalán, aunque sea solo por recibir noticias de un catalán (pensar que ella, vallisoletana de nacimiento, ya la teníamos medio convertida a catalana de pro… aunque el esfuerzo no ha sido inútil ;P, y sé que si de ella dependiese se quedaría aquí disfrutando de su paseo marítimo a la puerta de su casa. ¡Ostras! Me da lástima, ¿con quién comentaré ahora todos esos cortes del Aruscitys ;P con los que nos reíamos?) Carmen… Carmen… joer que rollo va ser tenerte tan lejos… te lo certifico (con voz de Maruja Zorrilla). Y así este lazo de afecto que le extiendo ahora, servirá también como una forma de dejar constancia de lo que es mi particular vía catalana, distinta a la que cubre hoy el litoral catalán.

Como quiero poner algo que a ella le guste, y voy a apostar sobre seguro. Así que allá vamos con algo de El último de la fila (algún día Carmen si no te vas muy lejos iremos juntos a un concierto de Manolo García, eh? que aunque tú ya lo hayas visto ya muchas veces en directo sé que siempre te encantará volver a repetir). He dudado entre poner Aviones plateados, Pájaros de barro o A veces se enciende (tres canciones que se han cruzado por mi vida en estas últimas semanas por unas historias u otras). Pero al final me quedo con la última, que es la que para mí tiene la letra más bonita.



El último de la fila -A veces se enciende-

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viernes, septiembre 06, 2013

Quelqu'un m'a dit

Llevo un par de semanas sin postear nada, porque estoy algo ocupado y no tengo mucho tiempo para venir a este, mi rincón. Pero voy a postear algo sencillo y dulce (en fin, algo casero), que acabo de volver a escuchar, y que me ha llamado bastante la atención. Se trata de la canción de Carla Bruni Quelqu'un m'a dit cuyo video en youtube me ha permitido entender por fin la letra de esta canción. Siempre he pensado que el idioma francés suena en una voz femenina de lo más sugerente, y aunque para mí la Bruni haya perdido algunos enteros desde que está con Sarkozy, no por ello le quito ningún mérito a la interpretación de esta hermosa canción.



Carla Bruni - Quelqu'un m'a dit

La letra en francés la pueden leer en este video bastante curioso (Ay Dylan hay que ver todo lo que hemos aprendido de ti!) .

Leo por la red que la canción de Carla Bruni forma parte en la banda sonora de 500 días juntos, lo cual es un punto más para que la coloque aquí, aunque no recuerdo en que momento sale la canción, ni he conseguido aclarar esta duda después de una visita por youtube, pero eso no me inhibe para que recomiende ver esta película.

La película entraría dentro del género de la comedia romántica que generalmente se me atraganta, pero en este caso me pareció una propuesta mucho más interesante e inteligente de lo que es habitual en las películas de este género.

Mi criterio fundamental para calificar a una película como buena es, si con el paso del tiempo aún perduran algunas escenas en mi memoria, y de esta película que ví hace ya tres o cuatro años aún recuerdo bastante bien todo el tramo final (al menos desde el momento en que él está sentado en el banco contemplando el paisaje desde el lugar que más le gusta de la ciudad y aparece su exnovia).

Para quién desee ver algún trailer, aquí van dos (500 días juntos 1 y 2)

Confieso que desde que ví esta película también me convertí en fan incondicional de la actriz Zooey Deschanel (me hipnotizan sus hermosos ojos azules, la belleza de su piel blanquecina y la sonoridad de su nombre). Además la chica canta y no lo hace nada mal.



She & Him - You Really Got a Hold On Me

No he visto ningún capítulo de su serie New Girl pero por los premios que ha recibido no descarto algún día ponerme a verla. Espero que le sigan yendo igual de bien el resto de sus proyectos.

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