La Librería

Pequeños retales de literatura

miércoles, marzo 27, 2013

Dia Mundial del Teatro

Hoy es el Día Mundial del Teatro (¿qué diablos me pasa que últimamente solo posteo efemérides?), y aunque no tengo muchas ganas de escribir nada, si que quiero dejar un par de fotos de dos rostros bastante reconocidos del mundo de la farándula barcelonesa, pero que lamentablemente ya no se pueden disfrutar sobre el escenario.

Anna Lizaran

Anna Lizaran (Esparraguera, Barcelona, 31 de agosto de 1944 - Barcelona, 11 de enero de 2013). Fallecida hace apenas un par meses por un repentino cáncer, era sin duda la gran dama del teatro catalán y su muerte ha dejado los escenarios catalanes medio huérfanos.

Elena Jordi

Elena Jordi (Cercs, 1892 - Barcelona, 5 de diciembre de 1945). Hace unos meses oí hablar por primera vez de ella, de la gran actriz de vodevil en que se convirtió actuando en el Gran Teatro Español del Paralelo (que hoy lo ocupa el Arteria Paral·lel), y como se entrampó en la construcción de un teatro que nunca llegó a abrir sus puertas en Via Layetana. No consigo recordar donde oí por primera vez esta historia, pero sea como sea hoy me he vuelto a encontrar con una fotografía de su rostro. Y es imposible no caer prendado de esos ojos.

Y ale! Pasen todos una buena Semana Santa.

PD. Este post se lo dedico ex aequo a mi amiga Sílvia (que le hará ilusión si me lee), porque gracias a ella he podido ver estos últimos meses más teatro del que había visto en todo mi vida. Y también se lo dedico a la desconocida quinceañera que el domingo viajó en mi mismo vagón de tren dirección a Barcelona-Calafell. El perfil de su rostro era tan bello que era imposible no quedarse embobado cada vez que la miraba.

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martes, marzo 19, 2013

Día del padre

Hoy es el día del padre. Así que felicidades a todos los papas que haya por ahí.

Papas

Pues eso, felicidades!!

En especial a mi padre y a mi hermano por partida doble (quiero decir, que ambos son padres y se llaman José no que mi padre sea mi hermano… lo que por otro lado daría lugar sin duda a un culebrón familiar que ni pa’qué).

PD. De entrada me gusta mucho que el nuevo papa sea argentino y jesuita, así que solo un deseo: "Che, pibe ponete a laburar pronto que el mundo te necesita".

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lunes, marzo 18, 2013

Elaine y la dama de Shalott (3ª Parte)

Quizás el poema más famoso de Alfred Tennyson sea el de La carga de la brigada ligera, en el que se narra como seiscientos valientes lanceros cargan contra una posición fija de artillería a través de lo él denominó el valle de la muerte (esta heroica batalla ocurrió durante la guerra de Crimea, y realmente pocos fueron los lanceros que vivieron después para contarlo). Pero existe otro poema también bastante famoso que a él le pertenece, y es La dama de Shalott. ¿Y de qué va la dama de Shalott se preguntarán? O lo pregunto yo y me respondo yo, que es más o menos lo mismo. Pues bien, el poema habla de una dama que está encerrada en una torre víctima de un hechizo y sitúa esta historia también dentro del mito artúrico. Si han leído la segunda parte de esta serie de posts me imagino que ya les será fácil tirar del hilo.

La dama de Shalott en realidad no deja de ser una versión que hace Tennyson del mito de Elaine y Lanzarote. Tennyson cuenta que esta bella dama ha sido maldecida a mirar el mundo de Camelot únicamente a través de un espejo. Y ella dedica su tiempo encerrada a tejer las hazañas que acometen los Caballeros de la Mesa Redonda en hermosos tapices mientras sus labios se abren para dejar paso a una canción (encerrada como Danae en la torre donde lloverá oro, o igual de tejedora que Aracne que tejió en un tapiz con la creación, o con la misma sonoridad de la melodía de las sirenas que tentaron a Ulises). Los campesinos de la zona nunca llegan a ver a esta misteriosa dama, y lo único que perciben es el sonido melancólico de su melodía, y llegan a identificar su canción como la pronunciada por una hada.

Un día la dama de Shalott descubre a través del espejo la figura del caballero más noble y más hermoso que jamás ha visto, éste es de nuevo como supondréis: Lanzarote. Y ella al igual que Elaine –que de hecho de ahí arranca esta historia- se enamora irremediablemente de él. Y esa condenada curiosidad femenina cuyo castigo se repite también una y otra vez a lo largo de numerosas leyendas, hace que ella no puede evitar que sus ojos miren directamente a través de la ventana hacia Camelot, sin mediación del espejo. Al momento, la lámina se quiebra en múltiples cristales, e inmediatamente sobre ella cae la maldición del hechizo al que estaba condenada (y sus efectos lamentablemente son bastante peores que los acostumbrados siete años de mala suerte).

Ella sale corriendo de la torre y coge una barca para dirigirse hacia el castillo de Camelot, pero cada segundo que pasa juega en su contra, porque la muerte avanza igual de rápida apoderando de su cuerpo, y cuando acabe su viaje hasta las orillas de Avalon, ella ya yacerá sin vida sobre la barca.

Han sido varios los pintores que se han inspirado en esta leyenda, pero como ya dije en una entrada anterior, hay uno que sobresale sin duda sobre los demás y me estoy refiriendo al el inglés John William Waterhouse.

En realidad son tres cuadros los que este pintor prerrafaelista realizó inspirándose en esta leyenda ("The Lady of Shalott"(1888) "Lady of Shalott. Looking for Lancelot" (1894), y "I am half sick of shadows, said the Lady of Shalott" (1915)).

Dama de Shalott
John Waterhouse -The Lady of Shalott-

De entre las tres, ésta pintura sin duda es la más conocida, y es una obra cargada de romanticismo victoriano que produce un efecto especial al que lo contempla, de alguna manera también enamorando -como si algo del hechizo aún perdurara- a la mayoría de los visitantes de la Tate Gallery de Londres, lugar donde se exhibe actualmente.

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viernes, marzo 08, 2013

Mujeres que rompen barreras al volante

La primera imagen esta tomada en el parque de la Ciudadela de Barcelona, y corresponde a la primera chófer que hubo en esta ciudad (aunque no tengo más datos sobre ella).

Coche Barcelona Antigua

La segunda imagen se llama Yasmeen, y corresponde a la primera mujer pakistaní taxista en Barcelona. Ella y su marido estuvieron ahorrando durante cuatro años para comprar la licencia, y ahora trabajan marido y mujer por turnos (con lo que me imagino que apenas se verán durante toda la semana ya que mientras uno se va a dormir el otro se levanta para trabajar, como la triste historia del sol y la luna. Una vida bastante dura me parece). La info es del programa Comando Actualidad.

mujer taxista

En la red veo que también hay información sobre la primera mujer taxista de toda Catalunya de origen indio, una mujer de origen Sikh que trabaja en Olot.

Hoy 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora; se conmemora que un 8 de marzo 1857 unas trabajadoras del textil salieron por las calles de Nueva York a protestar por sus precarias condiciones laborales.

El siguiente video es un montaje que hace años circula por la red, pero aquí nunca lo he puesto y me ha parecido bastante bonito. La música es la misma que sale en la película Gladiator (la misma que utilizó Guardiola para motivar a los jugadores del Barça en la final de Roma contra el Manchester United al principio del famoso video).

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jueves, marzo 07, 2013

Pierre Michon, me rindo.

Definitivamente no puedo leer al francés Pierre Michon, quiero decir las palabras están y mi capacidad para leer tampoco es que se haya esfumado de un plumazo, pero no consigo concentrarme lo suficiente en su prosa, y cuando leo unos cuantos párrafos y veo que tengo que volver a releerlos una y otra vez, porque apenas he entendido lo que estaba leyendo, me acabo finalmente desesperando. Así que he dejado dos libros suyos –los iba alternando en mi lectura- que saqué de la biblioteca a medio leer (Vidas minúsculas y Señores y sirvientes) y he decidido devolverlos a la biblioteca en cuanto tenga ocasión.

¿Cómo definir la prosa de Pierre Michon? Haré una metáfora sensitiva: es como tomar un café cremoso y aromático, pero con una crema tan espesa como la melaza, y que al removerlo con la cucharilla, ésta se quedase pegada y costase un cristo moverla en lo que supuestamente sería un sencillo movimiento circular.

Pierre Michon es un escritor de culto y desde luego ahora no tengo ninguna duda de que no se lo merezca. Pero antes de decir nada más situémonos. Pierre Michon está considerado como una de las plumas más destacadas de Francia; es un escritor más bien tardío ya que publicó su primer libro Vidas minúsculas a los treinta y siete años (me imagino que estuvo madurando su estilo como en el caso de los buenos vinos), y que con sus posteriores obras no ha parado de cosechar los elogios de la crítica especializada. En algún sitio he leído una frase que creo que le define bastante bien: “Solo apto para gourmets literarios”.

Pierre Michon está especializado en hacer lo que podríamos llamar biografías tangenciales. Coge la vida de alguien y busca personajes que hayan convivido con él, y luego a través de los ojos de esos personajes secundarios intenta desvelar la vida del protagonista principal. Pero sus textos no son biografías de corte clásico, sino que Michon se fija en algunos detalles que marcan un momento de las vidas del personaje a biografiar, pero no en el sentido de Stefan Zweig con sus Momentos estelares de la humanidad, sino que más bien esos momentos escogidos son casi banales o azarosos, y sin embargo a ojos Pierre Michon son momentos especiales que definen el devenir de los hechos y el carácter de las personas.

Michon no quiere hacer en principio una biografía de hechos cronológicos, sino que su mirada es como la de un pintor que quisiera plasmar un momento determinado en la vida del personaje a definir, y que con enorme maestría va dejando caer rápidas pinceladas de palabras (Pierre Michon explora especialmente colores, texturas, olores o cualquier otra cualidad que evoque de alguna manera a nuestros sentidos). Sus frases están llenas de un especial lirismo, y es por ello que me es imposible negar la intención poética al texto (factor que yo siempre he defendido estilísticamente, pero el problema es que a la vez su prosa me parece demasiado compleja). Mi dificultad como lector es que cada dos por tres aparecen palabras que desconozco y encima las frases son excesivamente largas, y me imagino que por unas cosas y otras, éste conglomerado dotado de tanta riqueza expresiva se convierte a su vez en su mayor obstáculo para su comprensión, al menos para un buen número de lectores en los que me encuentro. Al leerle se me ha hecho bastante común la sensación de que tras pasar un par de páginas he tenido que volver hacia atrás, porque no había comprendido prácticamente nada de lo que había leído. De hecho me he obligado a leer más despacio de lo que suelo leer, y he intentado concentrarme al máximo, pero aún así se me escapaba buena parte de la prosa de Pierre Michon. Por lo que al final como decía, he desistido en su lectura.

En realidad sería preocupante sentirme único en este encasillamiento personal como lector torpe, pero pese a que las críticas que he leído en la red son todas muy elogiosas hacia la pluma de Pierre Michon, creo que al lector común que se atreva a degustar a Pierre Michon le sucederá algo parecido a lo que a mí me ha sucedido, y dudo que logre avanzar más de unas cuantas páginas de sus libros (yo por eso he llegado al ecuador en ambos libros para tener algo de juicio para escribir esto, pero ahí he decidido plantarme).

En esta reflexión hay una parte crítica y otra de elogio, pero desde luego creo que si Pierre Michon “levantara un poco el pie del acelerador” al escribir sus libros, podría unificar estos dos criterios y conseguir un libro mucho más comprensible y por supuesto más valorado para el común de los mortales (no sé hasta que punto es lícito detener el caudal expresivo de un autor, pero yo creo que saldría ganando).

Para mí el problema a parte de lo que he dicho, es que narrativamente el libro tiene a veces más apariencia de “cuadro” que de “película”. Quiero decir, en las escenas que narra Michon no hay ni un diálogo y todo prácticamente es el fruto de la divagación poética del narrador. Sin embargo en las páginas que hay un poquito de acción el libro gana para mí de repente varios enteros (hay por ejemplo en Señores y Sirvientes una escena en la que se narra a un observador que ve como da la casualidad que para enfrente suyo una calesa y de ella sale una mujer a orinar sobre la hierba, que está espléndidamente narrada). Y ya ves tú que poquita acción estoy reclamando, pero es que Michon casi no hace ninguna concesión en este sentido, sino que lo que hace más bien es narrar unos hechos biográficos pasados que bien podrían pasar en casi cualquier familia, salvo que este escritor desde luego los narra de una manera única no al alcance de cualquiera.

Los dos libros que he intentado leer son:

Vidas minúsculas: es una especie de autobiografía, compuesta por ocho narraciones, en las que a través de unas vidas secundarias de antepasados, familiares o amigos, se reconstruye de forma tangencial la vida propia.

Señores sirvientes: el mismo recurso de las biografías tangenciales, pero esta vez aplicado a la vida de cinco grandes pintores: Vincent Van Gogh, Francisco de Goya, Antoine Watteau, Piero della Francesca, y Claudio de Lorena.

Michon –Vidas Minúsculas Michon –Señores y sirvientes

Abro una página al azar de uno de los libros y copio el primer fragmento que leo para que se hagan una idea del estilo y de esas frases que se alargan en demasía hasta que se tornan incomprensibles.

"Pepa no dice que fue feliz aquel 25 de julio. Pero, al hablar de ese día, pasados veinticinco años, todavía se ruborizaba, no como se ruboriza usted, señora mía, sino como se ruborizan esas rubias modestas, desvaídas, sin rasgos, a las que azora su placer y que éste se les note, desconsoladas de que su rubor las torne aún más desvaídas y de que su alegría recordada sea, sin duda, bien poca cosa, pues aquella emoción tan grande que vivieron y ya es cosa pasada no enciende envidia alguna en la mirada de los demás, cierto interés apenas, mas sí ese simulacro de comprensión, que es lástima; ya están acostumbradas las rubias desvaídas, cuentan con ello al hablar. (…)"

Pierre Michon -Señores y sirvientes-.

La verdad es que no me siento a gusto criticando a alguien que sé que tiene muchísimo más talento del que pudiera tener yo al escribir. Pero de alguna manera al leer tantos elogios en la red hacia Pierre Michon, me he sentido como ese personaje del cuento que le apetece criticar a ese rey que va desnudo pensando que lleva un traje invisible, y que nadie osa desvelarle su desnudez. Y no es que mi crítica sea excesiva, sino que más bien es una advertencia para quien se aventure con los libros de Pierre Michon, se haga una breve idea de lo que se va a encontrar.

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sábado, marzo 02, 2013

Mama Luba davai davai davai



Bueno, mejor me abstendré de hacer cualquier comentario sexista, ya que las imágenes ya tienen suficiente valor para que yo me calle (además también hay música… ¡y me gusta como suena! ;)). Aparte que cualquier cosa que dijera podría ser luego utilizado en mi contra por las lectoras del frente feminista.

Así que disfruten (hombres sobretodo). Como dice un comentario en youtube: “¡Esto con Lenin no pasaba!”.

La textura de la voz en cierta manera me hace recordar a una de mis cantantes fetiche preferidas de mi infancia, la bella Sandra Lauer, y aquí uno de sus éxitos: Heaven can wait (Sandra)

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