La Librería

Pequeños retales de literatura

jueves, octubre 22, 2009

¡Diablos! ¿Dónde está Jean François Fogel?

Cae la lluvia a través de mi ventana. En los cristales serpentean los estrechos ríos de plata acelerándose en su caída inevitable contra el marco de madera. El goteo contra el vidrio y la persiana produce un continuo tintineo como si un diapasón acelerado marcara el ritmo de la lluvia. De vez en cuando un trueno rompe la constancia con un rugido. Miro las perlas de agua como avanzan impasibles hacia su muerte, lanzándose como lemmings hacia un abismo que los reclama con cantos de sirena. Otras gotas tienen una muerte más fulminante, y explotan al tocar la barandilla del balcón. Mientras la calle se humedece; se moja; se inunda de lluvia y el pobre transeúnte avanza apresurado bajo el cobijo que le ofrece una negra bóveda impermeable. Minúsculas riadas caen por la calle inclinada alimentada por millones de hilos inclinados que conectan el cielo gris con el negro asfalto como el hilo umbilical une al niño con la madre. Una pareja de enamorados se dan calor uno al otro mientras se aprietan bajo un mismo paraguas. La chica pega su cabeza a su pecho y así avanzan a trompicones. Los coches pasan por la calle y se alejan dejando un rastro de luces rojas y tristes charcos que se mueven con el mismo movimiento que hacen las olas del mar. Es un día de octubre y llueve. Y en mi nostalgia me doy cuenta que nunca más volveré a tener este día. Podrá haber otros, pero nunca será el día de octubre en el que yo escribí que caía la lluvia a través de mi ventana.

Escribo esto hoy con una intención, un estado de ánimo, y especialmente como forma de pequeño homenaje hacia una persona. Escribí esto, no porque la lluvia arrecia estos días con fuerza en la península y en particular en Barna, sino por algo más general y más nostálgico. Tiene más que ver con aquello que decía Bécquer sobre aquellas lágrimas del día que nunca volverían (volverán las oscuras golondrinas…). Pero el blog de Jean-François Fogel nunca volverá. Y ahora entro por fin al ruedo.

¡Diablos! El blog de Jean-François Fogel, uno de esos que están asociados a la versión digital de El País, se ha volatilizado. Todas las entradas han desaparecido y no hay manera de recuperarlas. Bueno, de hecho el buscador interior de El País rastrea algunas entradas pero cuando le das al link correspondiente te remite una y otra vez a una improductiva página de inicio de Boomerang con los otros blogs asociados que si que funcionan. ¡No encuentro la manera de cargar ningún post! Ya lo dice esa máxima carnotista que recuerda al griego Heráclito: “Todo retorno es una operación imposible”. Y el único que parece haberse quejado de esta aberración cibernética que ha secuestrado los post de Fogel es el escritor y también bloguero, Iván Thays que desde su Moleskine Literario pregunta: “¿Y Jean-François Fogel?" Pues exactamente lo mismo digo yo, pero acompañado de algún tipo de imprecación malsonante atenuada en título de este post.

La mayoría de ustedes no conocerían a Fogel. Pues bien les aclaro que Fogel tal vez era el mejor crítico literario que escribía en la red. Porque aparte de escribir bien tenía un amplio conocimiento de todas las novedades que se daban en el mercado editorial. Con un pie en la literatura castellana (abarcando península y Latinoamérica), el otro en la francesa, y otro pie si lo tuviera sobre la literatura inglesa.

Me gustaba visitar su blog, porque tras leer cualquiera de sus posts uno siempre aprendía cosas nuevas del mundo literario. A través de su blog uno podía decir con seguridad que estaba bastante al día en lo que respecta a las novedades literarias. Fogel, reflexionaba sobre cualquier cosa que le llamara la atención, y lo hacía con un estilo directo, inteligente y culto, pero de una forma sencilla, del modo que sólo saben hacerlo los que de verdad tienen talento para la escritura.

Me jode que haya desaparecido este blog, sin duda uno de los lugares de referencia para cualquier amante de la literatura. Y me jode aún más porque muchos de sus artículos que almacené en mi ordenador y que esperaba releerlos con más calma, los perdí con la hecatombe que sufrió mi disco duro hace un par de meses. Me imagino al menos que Fogel seguirá trabajano para la versión digital de Le Monde, pero seguramente lo hará ahora desde detrás de las bambalinas.

Manda webs. Y continúa lloviendo.

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martes, octubre 20, 2009

Canteloube en Youtube

Me hizo gracia encontrarme con la siguiente frase en un artículo del crítico literario Javier Rioyo:

“Yo que nunca he visto el culo de Lin Hong no dejo de pensar en él”
Javier Rioyo


Mi cerebro hizo el chasquido habitual, y no me costó demasiado encontrar el origen del por qué.

"Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca, aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach”
Borges


Y ahora, cargando con una pizca de humor, tecleo (casi puedo decir que esta construcción es un auténtico filón).

“Yo, que he sido un auténtico idiota, creo que durante un tiempo lo seguiré siendo”
Vigo


Aclaro la novela de la que escribía Javier Rioyo es Brothers del chino Yu Hua –por si no se habían dado cuenta los chinos tienen nombres que dan pena-, que en este juego de reminiscencias absurdas, tanto me recuerda a la Casa de encuentros de Martin Amis. ¿Quién es Matilde Urbach? Esa es una buena pregunta, y en este blog creo que alguna vez ya hemos dado alguna respuesta. ¿De quién debería yo ser el idiota? Buff. No vale la pena escribir sobre ello, porque es un camino sin salida, y más vale no recrearse en las miserias de uno mismo.
Pero abstrayéndome un poco; todo esto era porque quería introducir la figura femenina en este post. Hay dos exposiciones que últimamente me han llamado la atención, y que que tienen como eje central el cuerpo femenino: “Lagrimas de Eros” en el Museo Thyssen de Madrid y las esculturas que acoge la Pedrera sobre la obra de Arístides Maillol en Barcelona (Si tengo tiempo y humor hablaré próximamente un poquito más al respecto).

Para aumentar el batiburrillo metaliterario y darle un poco de color al post he puesto un pequeño video que de hecho da título al post. Y es que postear un video de youtube es más fácil que postear una fotografía, y en lo que respecta al esfuerzo hoy estoy en plan ahorro total –véase también vago-. Corresponde a los Cantos de Avergne de Joseph Marie Canteloube (estos cantos están muy presentes en la bella novela de Jonathan Coe La lluvia antes de caer).




Oh! Madelon, Je dois partir

(de hecho me voy ahora mismito a cenar y a ver el tercer capítulo de la serie flashforward)

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viernes, octubre 09, 2009

Dos filosofías opuestas sobre los derechos de autor.

Tercera parte y nuevo giro de tuerca. Más madera sobre uno de esos debates que siempre están presentes en la red.

Hace unos días buscaba un relato de Cheever del que había oído hablar varias veces, se trataba del primer relato que publicó Expelled, y que narra un poco una experiencia autobiográfica en la que John Cheever fue expulsado de un instituto. Y según parece ya nunca más volvió a retomar los estudios. Cheever durante los siguientes años se dedicó a malvivir mientras escribía y publicaba en la medida que se iba ganando un hueco en el panorama editorial. Y de hecho, Cheever plasma esa veracidad de exprimir la vida, en su manera de escribir y suele ser encumbrado por jóvenes que buscan emular esas vivencias cargada de autenticidad.

El motivo por el que buscaba el relato era, a parte que deseaba leerlo por su valor en sí, también quería aclarar unas dudas que tenía sobre los hechos reales que Cheever narró en Expelled, sobre si de verdad fue expulsado por fumarse un cigarrillo o qué (ya se sabe que en este blog nos encanta la metaliteratura y todo lo que respecta a los cotilleos literarios). En este video creo que cuentan una versión interesante al respecto, pero mi lisening de la lengua anglosajona es bastante nulo, y me cuesta pillar aunque sólo sean tres palabras seguidas (si alguien me hace el favor de resumírmelo en un par de frases me saciará la curiosidad ;D)

Pero bueno, lo curioso es que a pesar de las múltiples referencias de este relato: Expulsado (Expelled) no había manera de encontrarlo por internet, ni en castellano ni en inglés. De hecho, no hay casi ningún texto completo de Cheever en la red, lo cual aparentemente es rarísimo porque desde mi experiencia he conocido a unos cuantos jóvenes admiradores de su pluma y eso a gran escala tendría que significar que en la red tendría que haber muchos textos suyos. La explicación es sencilla, existen unos editores “ingleses” y “españoles” que se dedican a limpiar la red de los textos de Cheever. ¿Cómo? Es muy sencillo, si alguien publica un texto completo, ellos suelen escribir algo del tipo: “Le pedimos que retire el texto del que nosotros somos los poseedores de los derechos de autor. Si no lo hace nos veremos obligados a tomar las medidas judiciales pertinentes”. Buff. Sé un poco de lo que hablo porque alguna vez yo mismo me he engarzado en alguna dialéctica contra alguno de estos extremadamente recelosos de “aflojar” los derechos de autor que nadie discute que hayan comprado.

Sin embargo estos días que hablo de Hernán Casciari, puedo decir que sucede todo lo contrario. Sus textos campean libremente por la red, saltando de un blog a otro sin ningún problema. Provocando risas entre los cibernautas y ganando una y otra vez nuevos lectores. Basta ver como la comunidad bloguera se ha movilizado en apenas unos días para promocionar su último libro. Y tengo el total convencimiento que el libro de Casciari va alcanzar unas ventas desde las góndolas de las librerías –como dice él-, que superarán la mayoría del resto de novedades editoriales. Además, los textos de Casciari van a seguir vivos en la red con el tiempo, no como la mayoría de los libros que pasado el periodo de marketing y novedad editorial, terminarán los ejemplares no vendidos en almacenes repletos de libros sino destruidos.

Ya lo dije en uno de los otros posts, que Casciari tiene la costumbre de ser generoso con los cibernautas y dejar colgados en la red los textos que han conformado algunos de sus libros. Sin ningún interés en retirarlos. Es más, pactando un compromiso con la editorial para permitir casi una total libertad de difusión de sus libros por la red. Resumiendo: Casciari es generoso con los internautas, mientras los que velan por esos derechos de autor de Cheever tienen un comportamiento mezquino (por no decir que como estrategia de venta me suena una auténtica patata).

A mi modo de ver, tengo fe ciega en la filosofía que representa Casciari. En palabras suyas:

“Una vez solventada la sospecha de marketing indirecto (la única manera de hacerlo es la gratuidad absoluta de la obra) debo agradecer a Random House Mondadori que me permita, otra vez, regalarles a ustedes lo que ellos ponen a la venta. Yo sé que, en el fondo, muchos de ustedes comprarán también el libro en papel —para tenerlo, para regalarlo o para compartirlo—, pero también sé que hay muchos, en otros países que no son España, Argentina, Uruguay y Chile, que no tienen otra opción de lectura más que la descarga. El regalo es, sobre todo, para ellos.”

Desde este blog promulgamos que la cultura debe poder difundirse en libremente, siempre con un cierto respeto de la voluntad del autor, pero teniendo como punto de partida el principio de la libertad (Google es quizás la empresa que más a crecido en estos últimos años, y es porque es una de las que ha identificado mejor su filosofía de empresa con la voluntad y necesidades de los cibernautas y gran parte del éxito es por este concepto de libertad tan intrínseco a su ideología empresarial).

En alguna otra ocasión ya lo he dicho: es imposible ponerle puertas al campo, y aquellas mentes obtusas y reaccionarias tienen ya la batalla perdida en la red, sólo que aún no se han dado cuenta. Somos más, somos más inteligentes ;D y la red en realidad está hecha por nosotros.

Google Pirata
Este es el emblema de The Pirata Bay (la bahía pirata) versionado por Google. The Pirata Bay tiene su origen en Suecia y es una plataforma dedicada al intercambio P2P de torrents. La plataforma ha sufrido alguna demanda legal con alguna sentencia que condenaba a la bahía. Aún así, sigue funcionando. Y es precisamente ahí, en Suecia, donde en las últimas elecciones europeas El Partido Pirata consiguió un eurodiputado. Un aviso para los políticos que promulgan leyes sancionadoras. El principio es sencillo: cada acción tiene su reacción. Definitivamente la batalla está ganada y aunque cerrasen Pirata Bay como ya se cerró Napster, daría absolutamente lo mismo. Es como el viejo dicho que el pueblo llano asumía tácitamente a la muerte de su monarca: “Muerto el rey. Viva el rey”. Si cierran cualquier plataforma P2P, rápidamente cualquiera otra ocupará su reinado. Je,je además, cierren Emule -que ya está muy asentada entre los cibernautas- y verán la “chingada” que se monta.

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jueves, octubre 08, 2009

El otro pibe -y no es Maradona-

Sigo con el tema Hernán Casciari a ver si un día el se pasa por aquí por casualidad y me hace un guiño de esos con los que sale en las fotografías (aunque será difícil porque la red en pocos días se está saturando con cantidad de blogueros refiriéndose a Casciari. Se lo merece. Este de hecho desde aquí formarás el segundo pie de este casi monográfico, y aún preparo un tercero. Pongo ahora el brillante texto que da título a El pibe que arruinaba las fotos y que inspiró el corto que mencionaba antes. Y agradezco que esta vez Plaza y Janés haya respetado el título y no haya cambiado cosas como “el pibe” por un neutro “el chico”.

Desde los tres años de edad empecé a desarrollar una patología muy extraña, casi perversa, fruto de algún complejo o trauma no resuelto. No sé bien por qué hacía aquello. Nunca lo supe, pero tampoco era capaz de evitarlo. Lo que me ocurría podría definirse como un tic, pero no lo era. Podría excusarse como una gracia infantil, pero tampoco era eso. Me pasó durante años, y lo sufrí en silencio hasta hoy, que lo diré en público, a pesar de que todavía me causa un poco de vergüenza recordarlo: en la infancia yo arruinaba las fotos. Todas las fotos. Y nada ni nadie podían detenerme.

Casciari

El texto entero se puede leer como casi todo lo de Casciari en Orsai: La desgracia venía en sobres papel madera. La primera imagen es una ampliación de la portada y se ve a un Casciari efectivamente de mueca emergente.

Y se me hacía inevitable mencionar aquí al otro pibe que tiene la costumbre también de echar a perder todas las fotos con las que sus padres intentan inmortalizarle. Y este no es más ni menos, redoble de tambores…. Ya han visto la imagen pero déjenme que me recree un poquito, el mítico, el inigualable, el auténtico Stupendous Man. Nada más y nada menos que el gran Calvin.

Calvin & Hobbes

Bueno si aún no conocen las tiras de Calvin & Hobbes de Bill Watterson.
Les aconsejo que compren alguna de sus recopilaciones, y si no son ustedes los que se lo pierden.
Me gustaría encontrar una de sus viñetas en la que le hacen alguna foto, pero eso es tarea complicada por internet, y no tengo ganas de perder tiempo en el asunto, así que con lo que ya he puesto creo que ya se entiende a la perfección.

Además, sólo quería guiñar también mi ojo, diciendo que Casciari se inspira en Calvin & Hobbes de la misma forma que nuestra estimada gafapasta Isabel Coixet se inspiró para rodar Mi vida sin mí, en un capítulo de los Simpson en el que Homer se trajina un pez globo en un restaurante japonés y se encamina a la tumba sin pasar por la casilla de salida.¿O no lo sabían?

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miércoles, octubre 07, 2009

Madonna, la ambición rubia

Antes de que se posteen automáticamente algún post que tengo preparado, van tres videos musicales, porque hoy me apetece cantar un poquito y la ambición rubia me viene que ni pintada. En realidad viene con una fotografía de narices; viene bella; luciendo unos ojos oscuros y brillantes, y con una melena que se precipita en rizos, y que se vence con la brisa suave de cada moviento. Cuando era pequeño mi habitación tenía un gran póster de Madonna colgando de la pared. Acabé quitándolo para poner estanterías abarrotadas de libros, pero la ambición rubia siempre tuvo/tiene/tendrá su lugar, sino entre paredes blancas, sí en mi corazón. Frase de ancho calado en lo que respecta a mi humilde vida y aplicable fundamentalmente al género femenino. Escuchar hoy a Madonna, significa sumergirme en sentimientos que aún están a flor de piel; significa lastrarme de vida. Decía Gabriel Celaya aquello de que la poesía es un arma cargada de futuro, que me inspira intentar algo semejante en el terreno sentimental. Pienso. Pienso. El corazón es un inocente aterrado de culpas. Ehhh, no se pasen!! Que al menos puse intención.

¿Y qué decir de la italoamericana? Aparte de poder corear la gran cantidad de jitazos que arrastra a lo largo de su carrera, admiro también a la rubia porque ha sabido reinventarse una y otra vez. Cuando era más joven de ella me gustaba su rebeldía, y ahora después de ya unos cuantos años de seguir su trayectoria, ahora la veo más bella en su madurez –alguna operación mediante supongo- pero creo que es también porque se la ve más feliz al haber encontrado una especie de tranquilidad espiritual (todo lo contrario que su homónimo masculino, el tristemente fallecido Michael Jackson). Pero bueno, me estoy enrollando y al final mi monólogo se desvirtuará por exceso de parlateo, porque no siempre se pueden alterar los factores y esperar que no se altere el producto. ¿Y qué hacer cuando nuestros corazones desconocen las reglas en que se basan las tablas de multiplicar? Pues eso. Queso. ¡A escuchar música! ¡Y no se quejen de estos minutos musicales! La otra opción que hoy barajaba era meter algo de ópera (algo que sonara hermoso y que a la vez estuviera preñado de tragedia griega). Pero será otro día.
Al menos espero que los videos aguanten unos meses, porque youtube se los carga en menos que canta un gallo (Cito a Casciari: "Si al mataburro lo escribiéramos nosotros, los calleparlantes, otro gallo corococó, sin lugar a humm”)
Ahora con ustedes, la inolvidable Louise Verónica Ciccone, oseasé Madonna.


Madonna - Frozen



Now there's no point in placing the blame
And you should know I'd suffer the same
If I lose you, my heart would be broken



Madonna - The power of goodbye



Freedom comes when you learn to let go
Creation comes when you learn to say no
You were my lesson I had to learn
I was your fortress you had to burn
Pain is a warning that something's wrong


Madonna - Don't Tell Me



Don't tell me to stop
Tell the rain not to drop
Tell the wind not to blow


PD. Acabo de curiosear su biografía en la Wikipedia, y me acabo de dar cuenta que es posiblemente la biografía más extensa que he encontrado nunca en la misma(unos años más de canciones y giras, y casi podrá competir en tamaño con la boswelliana "Vida de Johnson").

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lunes, octubre 05, 2009

El pibe que arruinaba las fotos

El amigo Casciari es un hdp de los de mayor calibre, ¡en el buen sentido! En el único que es aplicable a alguien que escribe como los ángeles -ángeles chéveres por supuesto-. Sabe perfectamente encontrar la belleza en la simplicidad; tocar la fibra sensible en el momento adecuado aplicando un punch directo a la mandíbula del lector. Pero sobretodo, y lo que más le caracteriza es que domina lo que la mayoría de escritores, dramaturgos, y demás ralea de la pluma -con admiración y sin ofender- siempre han dicho que es el género más complicado y es la comedia. El dignísimo arte de saber hacer reír a los demás. Casciari es un cachondo de la palabra, te enseña sus pequeñas intimidades, pequeñas miserias repletas de humor, y luego cuando uno avanza en la anécdota, se da cuenta que sin darse cuenta la tortilla se ha girado, y que el hombre derrotado se ha convertido en una especie de héroe cotidiano enfrentado contra el girar del mundo, en el que todos nos sentimos en parte reflejados.

De entrada es curioso, cuando le preguntan a Hernán Casciari si se siente más bloguero, escritor, periodista… él contesta con sorna que más bien se siente gordo, huyendo así de cualquier tipo encorsetamiento del periodismo convencional.

Escribo estas palabras hoy, por varios motivos, porque Casciari acaba de sacar un nuevo libro y me apetece promocionarlo desde mi humilde blog, Su nuevo libro El pibe que arruinaba las fotos, es un libro sacado directamente de ese horno de creación que Carciari mantiene en su blog Orsay, y del que ya también rescató su anterior libro: España perdiste (así mi psicóloga que se queja de que no escribo, entenderá al menos el valor que puede llegar a tener mantener un blog, ¡y si uno escribe como Casciari por supuesto tiene más valor ;D!). Escribo porque cada vez que leo su prosa en sus muchos artículos que corren por la red, me arranca sonrisas con una facilidad pasmosa, y más de una vez la sonrisa se ha transformado en una carcajada. Por ello, le debo los buenos ratos que me ha hecho pasar.

Y le escribo porque le admiro; por los blogs que dejó atrás en su trayectoria, y porque ahora se gana parte del pan diario escribiendo para el país en Espoiler. A mi entender es sin duda una de las voces más reputadas –la reconcha que le parió- a la hora de analizar las nuevas series con las que nos atacan mensualmente a los televidentes.

Si en su primer libro Más respeto que soy tu madre el nexo de unión era la figura materna, en este nuevo libro mucho más autobiográfico tiene como puntal la figura paterna de su padre Roberto. El título:El pibe que arruinaba las fotos viene a colación de uno de los textos que vertebran el libro y que ya inspiró a su amigo Andy Feldman a realizar un corto en el 2007. De tal modo que ahora cuando Casciari promociona su libro, también puede presumir que puedes también ver también el trailer de su libro.



Por otro lado el libro también está en pdf y se puede descargar aquí gratuitamente. El detalle no es en absoluto nimio, y es parte de una filosofía cibernética que comparto absolutamente, y que aquí también muchas veces ha sido nuestro caballo de Troya. Es por eso que este punto voy a desarrollarlo más extensamente en otro post. Lo escribiré ahora mismito que estoy en racha…. Je,je y lo dejaré programado. Mientras aparece (imagino unos días) disfruten leyendo al hdp de Casciari.

PD.Por cierto, mientras posteo el letrerito de blogger aparece con un pastelito y una vela. Me imagino que son ellos los que cumplirán aniversario. Pues felicidades

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