La Librería

Pequeños retales de literatura

domingo, diciembre 31, 2006

Parabienes

MIS MEJORES DESEOS A TODOS PARA EL 2007!!!

Ya saben que les vaya todo bien, y que sus sueños si no se cumplen al menos no se pierdan. No digo más que no soy un entusiasta de este tipo de celebraciones y uno corre el riesgo de terminar emocionándose en este tipo de discursos.
Prefiero volver a mis reinos de sonrisas y lágrimas. ¿Conocen el cuento de El cocodrilo de Felisberto Hernández? Léanlo, a mi me hizo reír. Aquí un pequeño fragmento por lo de nuevo año y tal:

“Entonces yo, como el empleado sorprendido sin trabajar, quise reanudar mi tarea y poniéndome las manos en la cara empecé a hacer los sollozos.
Ese año yo lloré hasta diciembre, dejé de llorar en enero y parte de febrero, empecé a llorar de nuevo después de carnaval. Aquel descanso me hizo bien y volví a llorar con ganas. Mientras tanto yo había extrañado el éxito de mis lágrimas y me había nacido como cierto orgullo de llorar. Eran muchos más los vendedores; pero un actor que representara algo sin previo aviso y convenciera al público con llantos...
Aquel nuevo año yo empecé a llorar por el oeste y llegué a una ciudad donde mis conciertos habían tenido éxito; la segunda vez que estuve allí, el público me había recibido con una ovación cariñosa y prolongada; yo agradecía parado junto al piano y no me dejaban sentar para iniciar el concierto. Seguramente que ahora daría, por lo menos, una audición. Yo lloré allí, por primera vez, en el hotel más lujoso; fue a la hora del almuerzo y en un día radiante. Ya había comido y tomado café, cuando de codos en la mesa, me cubrí la cara con las manos. A los pocos instantes se acercaron algunos amigos que yo había saludado; los dejé parados algún tiempo y mientras tanto, una pobre vieja -que no sé de dónde había salido- se sentó a mi mesa y yo la miraba por entre los dedos ya mojados. Ella bajaba la cabeza y no decía nada; pero tenía una cara tan triste que daban ganas de ponerse a llorar...”

David Orea

Fotografía de David Orea

Etiquetas:

sábado, diciembre 30, 2006

Sarah Kane o revienta

Sarah Kane Sarah Kane, veintiocho años de vida que terminaron un 20 de febrero de 1999; una cuerda se enroscó sobre su cuello como una serpiente y la vida de Sarah Kane se terminó mientras su cuerpo se tambaleaba colgado de una de las vigas de su casa. Ya había intentando suicidarse en otra ocasión, sólo que esta vez nadie estuvo cerca para salvarla. Es lo triste de no tener a nadie cerca.
Su primera obra teatral fue tal vez la que le dio más fama Blasted (Reventados), aclamada por la mitad de la crítica y denostada por la otra mitad. Luego vinieron otras obras igual de polémicas. La verdad es que Sarah Kane es una de esas escritoras que me atraen poderosamente por esa mezcla entre creación y vida torturada. Siempre me atraen este tipo de mujeres, supongo porque me veo con capacidad para poderlas ayudar. Y si son incrédulos consulten mi currículum que es harto divertido (eso sí, entre mis amigos soy fruto de la incomprensión).
Voy a hablar de dos de las obras de Sarah Kane: Ansia y 4.48 Psicosis. Seguramente seré una de las pocos internautas que trate su obra desde el castellano.
Ansia es una obra muy difícil de clasificar, porque Sarah Kane experimenta sobre las fronteras de lo literario. No es nueva la teoría de los huecos, o como Hemingway la denominaba: “teoría de la omisión”, que nos dice es que la literatura esta compuesta de ausencias, de misterios, de cosas que no quedan explicadas, porque es ahí donde reside la fuerza de la lectura, en que todo quede más implícito que explícito (esto es error de principiantes para los Patosos). Uno de los ejemplos que siempre nombro al respecto es la muerte de Rocamadour en Rayuela; definir en qué momento Cortázar anuncia que Rocamodour está muerto no es sencillo, pues son todo pequeños detalles que van iluminando la bombilla del lector, hasta que no darse cuenta de ese hecho es ya imposible. Al lector se le ha de orientar, pero si se le lleva de la manita el libro pierde gran parte de la magia, porque se deja de lado a la imaginación.
Retornando a Ansia, ¿Qué sucedería entre unos personajes que fueran hablando entre sí, un diálogo casi incomprensible donde todo son huecos y a duras penas uno puede comprender el hilo de la conversación? Eso es lo que intentó Sarah Kane, y lo que indudablemente provoca que más de uno se levante del teatro antes de que termine la obra, por no poder aguantar lo que parece un montón de frases inconexas superpuestas en varias voces. El asunto es que si uno se sumerge lo suficiente, comienza a intentar darle un sentido a la obra, uno piensa: ¡joder los personajes están hablando! ¡Algún vínculo debe haber entre ellos! Y así a medida que avanza la obra las mentes inquietas empiezan a difuminar los perfiles de los personajes, y tal vez los vínculos que puedan haber entre ellos. No es fácil, lo digo de entrada. Pero es todo una experiencia. Además Sarah Kane a veces sólo hace falta que de una frase comprensible enterrada entre diez incomprensibles, porque desde luego era muy lúcida.
Y ahora hablaremos de 4.48 Psicosis, su última obra, y que podía interpretarse como el último canto de Sarah Kane (tal vez como un grito de ayuda). El título hace referencia a la hora estadística en la que mayoritariamente los suicidas ponen fin a su vida (no sé a ciencia cierta si el dato que barajaba es inventado o real). La cuestión es que la obra es una especie de monólogo personal pero no en el sentido de una persona que recita un texto, sino más bien como si alguien leyera las notas del diario de un suicida, notas que más que explicar, se dedican a jugar con la creatividad y con el lenguaje. No esperen tampoco algo explícito, puesto que la obra sigue la estela incomprensiva de Ansia, aunque seguramente al ser más monotemática, el hilo a seguir es más sencillo.
Pero aquí van algunas perlas rescatadas entre tanto autismo:

“-No es culpa tuya, es lo único que oigo, no es culpa tuya, es una enfermedad, no es culpa tuya, ya sé que no es culpa mía. Me lo vienen diciendo tan seguido que empiezo a creer que sí es mi culpa”.

“Mierda. Mierda. Mierda por rechazarme al no estar nunca, mierda por hacerme sentir una mierda, mierda por desangrarme todo el amor y toda la vida que tenía, mierda mi padre por hacerme mierda la vida para siempre y mierda a mi madrea que no se fue a la mierda y lo abandonó, pero sobre todo, mierda Dios por hacerme amar a una persona que no existe, MIERDA MIERDA MIERDA.”

“Córtenme la lengua
Arránquenme el pelo
Amputen mis miembros
pero déjenme mi amor
hubiera preferido perder las piernas
extirparme los dientes
vaciarme los ojos
antes que perder mi amor”

“Citalopram 20 mg. Temblores matutinos. Sin otra reacción.
Se discontínuan la Lofepramina y el Citalopram luego de resultar la paciente completamente harta de efectos secundarios y falta de obvias mejoras. Síntomas de la discontinuación: mareo y confusión. La paciente se derrumbaba una y otra vez, desvaneciéndose y tirándose bajo los automóviles. Ideas alucinatorias: cree que el médico es anticristo.
Hidrocloruro de fluoxetina, nombre comercial Prozac, 20 mg., elevado a 40 mg. Insomnio, apetito errático, (pérdida de peso 14 kgs.,) ansiedad severa, incapaz de alcanzar orgasmo, pensamientos homicidas hacia varios doctores y fabricantes de medicamentos. Interrumpido.”
PD. No se lleven a a engaños, el libro sólo se puede disfrutar si usted por ejemplo es de los que aprecia mirar Cuadrado blanco sobre fondo blanco de Malevich.

Etiquetas:

El tigre está triste

Reconozcámoslo simple y llanamente: he hecho el tonto de mil maneras distintas. Ahora con la pátina que da el paso del tiempo uno comienza a ver las cosas de otra manera. También diré a mi favor que intenté ser listo, siempre más listo y siempre jodidamente listo. ¿Craso error? ¿Acaso no me acusaron de pensar demasiado las que se sientan siempre al otro lado del estrado? Pero uno en estos casos siempre alega defectos de fabricación. Me pasa lo de a Nicole Kidman en la desconcertante e incomprendida Dogville; una superioridad moral que me hace perdonar los errores ajenos con suma indulgencia. Pero de verdad a veces me entran ganas de soltar parte del monólogo final de la bondadosa Grace: “Hay una familia con niños. Que les maten primero y que la madre lo vea. Que los maten uno a uno y que le digan que pararán si puede contener las lágrimas. Les debo eso”. ¿Pero como decirlo y sentirlo de verdad? Sería echar por tierra unos recuerdos que ambos queremos conservar. A fin de cuentas es de lo poco que me gustará conservar.
Supongo que no me gusta cerrar algunas puertas y es incomprensible que habitualmente sea yo el que deba hacerlo. Debe ser como amigo siempre me revalorarizo. Bah! Pero estuve bien (tonto pero bien). Todavía me río de las veces en que creí que era yo el que tiraba los dados; de la cuerda tensa que nos comunicaba. Y también me río de todas nuestras peleas; de las veces que nos sacábamos de quicio como si ahora fuera capaz amalgamar parte del sufrimiento en una de mis acostumbradas etapas vitales (Oh sí, mi vida es un claro ejemplo de Bildungsroman, pero en un género difícil de evaluar). Pero supongo que pese a todo ella me hacía sentirme terriblemente vivo. Y fui lo que fui, y de ahí no me saca nadie, porque si algo he comprendido en estos años, es que puede estar errado, pero que mi cristal nunca está excesivamente deformado. Eso ocurre cuando se trabaja desde una óptica calidoscópica (esta frase es muy buena!) donde se baraja todo y más.
Y espero seguir brillando, aunque claramente no será ni mañana ni pasado. Pero espero que llegue el día en que me llene de luz una vez más, como uno de estos pequeños abetos de Navidad que cuando llegan las fechas adecuadas se engalanan con luces y colores.
Para finalizar les contaré una pequeña historia que leí hace un par de semanas en LaContra de La Vanguardia. Entrevistaban a Fuat Mansurov, director de la orquesta del Teatro Bolshoi. Leyéndola me pareció uno de esos hombres dotados de auténtica autodisciplina y un sentido crítico afiladísimo, lo cual sin duda le ha llevado a donde está. Sin embargo lo curioso de la entrevista se centraba en los datos que rodeaban su vida personal, unos hechos que sólo leerlos asustaron a mi inocente corazón: el primero era que declaraba haber perdido a su mujer, hijos y nietos en un accidente de coche con la salvo excepción de una de sus hijas. El segundo dato se me sale de mis varemos de calificación. Mansurov declaraba que en una ascensión a una montaña se le congelaron algunos de los dedos de los pies, y se los tuvieron que amputar, pero Mansurov ¿ni corto ni perezoso? pidió que lo hicieran sin anestesia, para así poder descubrir donde estaban los límites del dolor. Supongo que todo ello tras la muerte de su familia, porque si no aún tendría menos sentido su comportamiento. Duro, duro, duro… y me asusto sólo de leer que puede haber tanto dolor en un corazón.
Pero algo entiendo… a veces tiene que doler para liberarte, porque al que no le duele es que tal vez nunca sintió, y eso todavía me parece peor (en mi pseudomanual de psicología basura esto hacía referencia al mito del hombre de fuego enfrentado al hombre de hielo).
¿No ho entenen? Para superar el dolor lo primero es comprender la causa (be water, my friend). Un pequeño fragmento de un relato que en su día me fascinó “Cose pequeños puntos en la espalda de un hombre muerto” de Joe R. Landsdale. Sólo lo he encontrado en inglés.

What's new?
Well, Mr. Journal, after all these years I've taken up martial arts again--or at least the forms and calisthenics of Tae Kwon Do. There is no one to spar with here in the lighthouse, so the forms have to do.
There is Mary, of course, but she keeps all her sparring verbal. And as of late, there is not even that. I long for her to call me a sonofabitch. Anything. Her hatred of me has cured to 100% perfection and she no longer finds it necessary to speak. The tight lines around her eyes and mouth, the emotional heat that radiates from her body like a dreadful cold sore looking for a place to lie down is voice enough for hen She lives only for the moment when she (the cold sore) can attach herself to me with her needles, ink and thread. She lives only for the design on my back.
That's all I live for as well. Mary adds to it nightly and I enjoy the pain. The tattoo is of a great, blue mushroom cloud, and in the cloud, etched ghost-like, is the face of our daughter, Rae. Her lips are drawn tight, eyes are closed and there are stitches deeply pulled to simulate the lashes. When I move fast and hard they rip slightly and Rae cries bloody tears.
That's one reason for the martial arts. The hard practice of them helps me to tear the stitches so my daughter can cry. Tears are the only thing I can give her.”

Noticias del día.
- Atentado de ETA y seguramente pone fin a la tregua.
- Sadam Hussein ajusticiado en la horca.
- 840 desaparecidos en el hundimiento de un barco.

Supongo que elegí un buen día para comenzar de nuevo a postear en el blog. ¿No fue en Little BigHorn cuando los siux enfrentándose a Cúster gritaban aquél sonoro Hoka Hey (hoy es un buen día para morir). ¡Un ejemplo práctico de economía del lenguaje! Lo mismo digo yo, ya sobran palabras.

Etiquetas:

martes, diciembre 26, 2006

Menudas fiestas

Todavía la línea está colgada lo cual para alguien que usa Internet con suma frecuencia, resulta una gran molestia. Al menos parece que este proceso kafkiano en el que se convierte arreglar una línea de teléfono está en vías de solucionarse (esperemos…).
El balance de estos días, no me parece excesivamente bueno, comienzan las fiestas y no dejan de llegar malas noticias. Me siento como una de esas bolas cargadas de electricidad electrostática que atraen negatividad. Pero bueno, consuelo, la culpa en la mayoría de los casos no es mía (o al menos no sólo mía, ja,ja).
Pero como siempre, tampoco voy a desvelar las pequeñas penurias de una vida aquí, no lo hice casi nunca, y como me decía lola por pudor me resisto a hacerlo. Esto en el fondo era un espacio de literatura, y en cuando pueda comentaré algunas lecturas, pero mientras no pueda usar el ordenador tranquilamente no me apetece.
Hubo una noticia realmente suculenta, algo que sirvió para completar un puzzle que hacía años que permanecía incompleto y que sé que nunca se completará del todo (con el tiempo aprendí a aceptarlo). Ese algo que podía haber hecho mucho daño en su momento, pero entiendo porque no se me comunicara (estas cosas hay que dejarlas al criterio de las personas que nos aprecian).
Supongo que lo malo es que yo tuve que aguantar las otras piezas del puzzle; lo malo es que existen piezas aún hoy en día que son colocadas en el devenir de mi vida, y que impiden que ese tema sea tratado con la naturalidad que debiera.
Tengo que dejar de escribir ya, me tengo que ir, lo siento. Esto también quedará incompleto pero el tiempo siempre fue precioso.

Etiquetas:

lunes, diciembre 18, 2006

Linea mortal

Como pueden comprobar desde hace unos días tengo problemas para conectarme, en breve espero solucionarlos. Mientras tanto la linea continúa muerta....

Joe Hurley: I don't know. Not thinking about the past or the future. I don't know it's difficult to explain, maybe impossible.
David Labraccio: [showing his skepticism] Yeah, dying is funny that way.

Etiquetas:

viernes, diciembre 08, 2006

Lithium

I miss you... I'm not gonna crack
Kurt Kobain -Lithium-

Sucedió hace muchos años, ella tomaba litio. Intenté ayudarla pero creo que no pude. Estos días en los que soy yo el que me inyectaría directamente litio en vena, recapacito y me digo que nunca tuve posibilidad de ayudarla al ser yo también parte del problema. Un caso práctico del Teorema de Godel.

Etiquetas:

miércoles, diciembre 06, 2006

Excuses françaises

Ya lo decía decía el francés Rémy de Gourmont, que la única excusa que un hombre tiene para escribir es escribir sobre sí mismo.

Yo añado: ¿excusas? ¿Acaso las necesito?

Etiquetas:

martes, diciembre 05, 2006

Llorá argentino

Hoy me encontré con Borges (es un decir... aunque es un motivo de uso común). Leía algo suyo y me gustó y decidí hablar por el efecto de vasos comunicantes de la polémica medalla que Borges recibió de Pinochet. Pero cuando ya estaba toda la piel del oso vendida, un curioso accidente me ha hecho tropezarme con Cortázar (es un decir... aunque este no es tan común), pero debe ser de esos accidentes mágicos de los que se compone la realidad. Fascinado por la belleza; oprimido por la losa de los días cuyos segundos pasan lentamente. Yo, Sísifo de mis palabras y mis hechos) dejo constancia:
Esta versión de Alberto Favero del poema de Cortázar me gusta especialmente.
Llorá argentino
Julio Cortazar - Alberto Favero
Y, si el llanto te viene a buscar,
agárralo de frente.
bebe entero el copetín de lágrimas legítimas.
Llorá argentino, llorá por fin
un llanto de verdad.
Llorá las desgracias que creías ajenas,
la soledad al pie de un río,
la culpa de la paz sin mérito,
la siesta de barrigas rellenas de pan dulce...
Llorá tu infancia envilecida
por el cine y la radio.
Tu adolescencia en las esquinas,
La patosta, el amor sin recompensa,
llorá el escalafón, el campeonato,
el bife vuelta y vuelta.
Llorá tu nombramiento, tu diploma.
que te encerraron en la prosperidad o en la desgracia.
que en la llanura más inmensa te estaquearon
a un terrenito que pagaste en cuotas trimestrales.
Llorá argentino, llorá por fin
un llanto de verdad.
Hago causa común de año en año, y al igual que la vendimia que se recolecta en los meses de verano, mis lágrimas se adueñan de mis ojos. Lágrimas que una vez dudé tener, y que me asombran tanto, que hasta a mí me desconciertan. Sin duda soy ya sólo una sombra de lo que fuí; un despojo de carne y huesos al que ya rondan los buitres. Y aunque a veces pueda dudar de la veracidad de mis palabras, de lo que no puedo dudar es de la humedad de mis lágrimas.

Etiquetas: ,

lunes, diciembre 04, 2006

Tú, Augusto

Los médicos dudan sobre el diagnóstico a Pinochet pues, ¿cómo alguien puede sufrir un ataque al corazón si carece de tal?


PINOSANGUINOCHETBURUNDA

El Inmenso el Inmenso
el más detacagado hijo de atrás del Grande
el atiranorror
el despomastaorror
el funéreo funerísimo funegeneralísimo
el más destacarancho roedor
comedor
triturador
nato quebrantahuesos
vampiro chupador
el más destacagado traidor
usurpador gorgojo
piojo incendiario
Pinosanguinochetburundá el Inmenso
el más destacagado ovario
de mi madre Adefesia
hija y madre del Grande
el cagador de dólares
borrapueblos
borrudo
robacobriboludo petroludo


Rafael Alberti, siempre tan cerca del mar... sólo que el agua unas veces quema y otras veces calma el dolor.

Etiquetas:

El último dragón

Se acercan las Navidades, y continúo tirando los dados sobre el tablero, y no sólo sumo las puntuaciones y muevo ficha, sino que analizo todas las posibilidades; hago recuentos estadísticos; me invento fórmulas imposibles. Todo para lograr una cierta determinación sobre las pautas de mi vida. Mi cabeza es puro hervidero, un zum zum de abejas desconcertadas, y para colmo mi corazón es un rastrojo que arrastro por las baldosas. Y hoy daré mil vueltas a la cama antes de conciliar el sueño, haré el número del acróbata insomne que hace equilibrios sobre las sabanas.
Pero toda esta selva de sinsentidos, me provoca un exceso de humanidad hacia los demás. ¿Pudiera ser que el principio de indeterminación de Heisenberg, díjese que a más indeterminación más humano se vuelve el electrón? ¿Será que Dios no juega a los dados, porque para jugar ya tiene a las personas? En un trono celestial hay un ojo que nos mira, y que siente un placer sádico con el devenir de nuestras vidas.
¿Qué voy a decir? Sólo que ahora me acuerdo de mi amigo Tiburón y su fantática epopeya, al que tengo que escribir para saber a que lugar del mundo quiso huir. No lo conocieron, y seguramente no lo conocerán nunca, pero les aseguro que era capaz de morder cuanto se pusiera por delante, lo cual, imagínense la pareja que formábamos: el buen samaritano que duda siempre del camino correcto (yo) y el ángel caído a los infiernos dispuesto quemar todo lo que se le pusiese por delante (él).
(Voy a tener que inaugurar una nueva sección dentro de personales, que incluya mis paranoias).
Esto lo escribió Tiburón Martillo (con alguna licencia por mi parte). Y yo añoro su parloteo mesiánico.

“Gracias a mis anhelos, suspendido sobre el vacío, me dirijo al final de un camino sin vereda. La oscuridad penetra en mí, evitando que alguna vez pueda hacerlo la luz. El alba pronto se encontrará con el crepúsculo; la señal esperada. Mientras sigo un invisible rastro, huelo sangre, abro mis garras, abro mis fauces, deseo ir mas rápido. Detras de mí, persiguiéndome sin cesar un pasado que porta la verdad consigo. Bastaría con voltearme para obtener algunas respuestas que me interesan, pero el precio sería quedarme en la caverna. Una vez más. Lo sé, ¿cómo? porque lo sé. Volando prosigo percibiendo como a mi paso lo vivo perece y los gritos anuncian mi venida. Nada de ello como siempre queda. Recoge mi pasado lo más hermoso de mi vida para no devolvérmelo jamás. Único consuelo de quien nunca me podrá vencer es mi destino. Porque soy un dragón”.

Etiquetas:

domingo, diciembre 03, 2006

Neón azul y blanco

Recuerdan el hundimiento que relataba hace unos posts de Milanesi, tal vez soy yo el que va hoy a la deriva. C’est la vie. Milanesi explicaba metódicamente que en un hundimiento hay una ley marina que hace que todo pierda su orden, y es norma común que los suelos encharcados se llenen de papeles. Sucedía entonces una horrenda casualidad, un marinero que caminaba por el pasillo de su camarote, acudía para coger unos últimos objetos antes de abandonar el barco, y en el trance encontraba una foto de su mujer flotando en el agua. La cogía, veía una dedicatoria, la leía, la terrible casualidad estaba en la dedicatoria de la foto, era una dedicatoria muy cariñosa, pero no iba dirigida a él, sino a su compañero de camarote. Sucedió que yo volví, de dónde? De donde pude… de donde supe… Y encontré sin buscar esta canción, y la amoldé a mi corazón. Y ahora la canto como aquellos músicos del Titanic. Hasta el último momento, hasta mañana, hasta pasado mañana. Sin duda estos días pasarán muy lentos.
Iba a colgar la canción pero el asunto se ha complicado un poco, y tampoco tiene demasiado sentido, sólo para mí. Así que cuando me vaya hoy a dormir, pensaré en mi disfraz de cachalote y que hubo una vez en que quise morderle un pie. ¿Por qué hay una canción que relata lo que uno vive? Sin duda porque el amor y el desamor son de uso común en los compositores, y por qué no, digo en la vida y tengo la sensación de que me quedo corto.
Ahhh!! Me comenzó a doler el otro dia una de mis muelas del juicio.... creo que deberé ir al dentista. Hoy al menos no me dolía.

Etiquetas:

 
 

Licencia C 2004-2005 by Daniel Vigo

Email