La Librería

Pequeños retales de literatura

jueves, noviembre 29, 2007

Bitácoras y Libros en Barcelona, cuarta edición.

Este viernes hay una nueva kdd de bloguers más o menos literarios. El mío últimamente está nominado en la categoría de “los menos”, pero seguimos intentándolo.
La reunión será lugar de encuentro de blogueros que fuera de la virtualidad, pertenecen al área metropolitana de Barcelona. Algunos ya comenzamos a ser habituales a este evento pero se agradecen las caras nuevas, así que quien quiera pasarse será bienvenido. Demostremos como el poema de John Donne que nadie es una isla, y si acaso somos pequeños archipiélagos en la red :op.
Hago mi copy paste habitual del blog de Palimp (alma mater del evento), donde se detallan horarios y puntos de encuentro.


¿Qué es esto?
Entre los bitacoreros existe una larga tradición de celebrar reuniones o quedadas para poder ver en persona a tus conocidos en la red. Aquí ya se han celebrado unas cuantas Beers & Blogs dónde bitacoreros de Barcelona han podido verse las caras y compartir experiencias.
La idea es que todos aquellos amantes de los libros, escritores o seguidores de bitácoras nos juntemos para compartir unas horas de conversación y buena compañía. ¿Requisitos para asistir? Que te apetezca venir. Ya se han celebrado tres ediciones: la primera , la segunda, y la tercera.

Programa
La reunión empezará el viernes 30 de noviembre a las 20:00 h. en el bar Lletraferit, situado en la calle Joaquín Costa número 43. Aquí podéis ver la situación del bar en el mapa; está muy cerca de la plaza Universidad y del MACBA. Nada más entrar hay una barra y unas pocas mesas; hay que entrar hasta al fondo y girar a la derecha. Ahí hay un espacio decorado como una librería dónde se puede estar a gusto. No es necesario llegar a las 20:00. Si alguien quiere venir más tarde, no hay problema, estaremos hasta las 22:00 h.
Para la cena, ya que el Centro Riojano de Barcelona está cerrado -sin fecha de apertura-, seguiremos en el restaurante Eucaliptus (ver mapa). Como tenemos que hacer reserva es importante que confirméis la asistencia a la cena lo más pronto posible.
Para tomar las últimas copas -si alguien se anima- podemos ir a las terrazas del CCCB si no está lleno, como las últimas veces. De todas maneras, no habrá ningún problema en encontrar un sitio.

Deberes
Esta vez nuestra musa Sfer no nos mandó ninguna, pero si alguien tiene alguna idea o se le ocurre algo, todas las propuestas serán bienvenidas.
Si sólo quieres pasarte a tomar una copa no hay problema, pero si quieres asistir a la cena hay que confirmar asistencia. Podéis hacerlo en los comentarios o enviando un correo a liblit@gmail.com.

¡Os esperamos!

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martes, noviembre 27, 2007

La curiosa sociedad de los carnotistas

Llevo unos días leyendo al amigo Ulschmidt, al que conocí hace ya unos cuantos años, y cuyo grato encuentro blogueril me ha llenado de orgullo y satisfacción (voz de Juanca). Ahora me tendré que acostumbrar a llamarlo Ulschmidt (la “d” supongo que debe sonar muda… ¡estos alemanes son tan metódicos que acoplan varias consonantes en el espacio donde los demás sólo sabemos pronunciar una!). De verdad, si tienen interés en seguir aprendiendo y hacerlo entre sonrisas, vale la pena que pierdan parte de los preciados minutos que disponen al día leyendo este blog: La curiosa sociedad de los carnotistas. ¿Y quienes son los carnotistas? Esa pregunta se la tendría que contestar el propio Ulschmidt, pero a grandes rasgos diré que son un pequeño y organizado -o desorganizado- grupo que opera desde el Río de la Plata; cuyos integrantes intentan dar respuestas a los dilemas que les ofrece la vida, y utilizan para ello razonamientos entrópicos. ¿Lo cualo? Supongo que podría enunciar los principios termodinámicos, que aunque alguno se asuste de entrada anuncio que son bastante sencillos, pero tampoco creo que haga falta explicarlos aquí y ahora. Quien quiera saber sobre los carnotistas, sólo tienen que visitar el blog de Ulschmidt con una cierta constancia, y a medida que lo vayan haciendo ya se irán iniciando. Lo garantizo.
Aquí dejo una pequeña contribución a la causa carnotista. Seguro que al sr. U gustaría más que esta fuera mayormente monetaria pero entre amigos sabrá perdonar y agradecer. Dejo un pequeño poema de la cubana Carilda Oliver Labra, que bien podría haber firmado la doctora Von Libid (aunque ahora que lo pienso, es en la experimentación práctica donde ella seguramente concentra sus esfuerzos).

ME DESORDENO, AMOR, ME DESORDENO

Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.

CARILDA OLIVER LABRA

De Memoria de la fiebre

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lunes, noviembre 19, 2007

Patos al agua

Va siendo hora que cuente algo ¿no? Se me ocurre narrar un poco el último encuentro de los patos, más que nada porque no tengo nada importante que narrar y porque hacía tiempo que no nos reuníamos, y vernos tuvo su gracia. Creo que acudir a la tertulia después de tantos meses sin vernos fue todo un evento literario digno de merecerse al menos unas líneas.
Narramos en clave de humor algunas de las novedades de los contertulios.
El ínclito Pereira sigue la estela de la narrativa de aventuras, uno de sus preferidos Cormac McCarthy al que conocí por su Meridiano sangre, acaba de sacar La carretera, un libro que ha sido muy alabado por la crítica y también –no iba a ser menos- por el arcipreste. La novela narra el caminar de un padre y un hijo que vagan en un mundo apocalíptico buscando el mar. Creo que sin duda este libro es de los míos, así que esta recomendación no caerá en saco roto, y creo que hasta me lo compraré en inglés. Será una oportunidad de acercarme al McCarthy original.
El mallorquín Alou nos hizo toda una tesis sobre como los extraterrestres están entre nosotros. Todos nos reímos mucho. ¿Qué recomendó? Qué recuerde volvió a incidir en el Luna Park de Brett Easton Ellis y y y…. El desencantado de Budd Schulberg.
Andrés
estuvo bastante reflexivo, pero lo único que recuerdo así especial, fue su broma sobre si queríamos tener una biblioteca universal en nuestra casa, podíamos comprarnos la serie de libros de César Vidal que se vendían en los kioscos (con toda la carga de ironía que llevaba ese comentario).
Johnny traía noticias, como siempre, ha sacado a la luz un inédito de Cortázar, Ciao Verona. La segunda parte de Las dos caras de la medalla. La historia que venía detrás del relato en sí era bastante jugosa, así que hubo tema para rato.
Manolo (o Antonio -ahora no estoy seguro-), no lo conozco mucho, y es bastante reservado. Pero sé que tiene varios proyectos de escritura, creo que está acabando su tesis, pero no recuerdo el tema.
Rosa fría, estuvo en su papel, cuando no está de acuerdo con algo pasa de su papel de musa inspiradora a una mentalidad de convicciones profundas. En cierta manera pertenece a la sección metaliteraria de la tertulia, y eso me gusta de ella.
Y yo, Vigo, creo que mi aportación fue más bien anecdótica -también como casi siempre-, lo más remarcable fue cuando nos pasó Johnny una foto en blanco y negro de un compañero de estudios o al menos de alguien que se parecía mucho a ese compañero, esperando que alguno de los presentes lo reconociera. Supuestamente yo no debía de reconocer la cara de la foto porque nunca compartí estudios con ellos, y sin embargo su semblante ya me pareció de entrada familiar. Cuando me dijeron su nombre, resultó que este era el traductor con el que hace unos meses tuve un pequeño rifirafe. El mundo desde luego es un pañuelo.

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viernes, noviembre 09, 2007

Un millón de pingüinos son muchos pingüinos

Escribo para dejar constancia que no me ha pasado nada grave, salvo el transcurso de la vida que ya es mucho. Aunque lo juro, hoy estoy tan cansado que me más leer me gustaría mear un chorrito sobre mi blog y dejar así también constancia (no dudo que el efecto final será parecido). Pero vamos allá, intentémos poner un poco más de ganas. Tenemos varios temas en el candelero, y todos ellos quedarán apartados al canasto de pendientes. Vayamos con algo sencillito, para que las pocas neuronas que aún están activas no se agreguen a esa huelga de guionistas que ha afectado a las series americanas (son altas horas… suficientemente altas para no querer intentar escalarlas).
Vayamos a los pingüinos (he estado a punto de escribir “los micrófonos”, debe ser alguna extraña asociación sináptica de mi red neuronal comunica con la Tata Golosa). Los pingüinos son animales a los que les tengo un cierto cariño, en una banal explicación diré que su caminar me produce una sonrisa (Charlot bien encontró ahí un filón). Aún recuerdo que hace varios años discutía con mis amigos sobre si era verdad el mito que corría sobre ellos, de que los pingüinos eran realmente más bobos de lo que su nombre indica, y se caían de espaldas cuando sobre ellos sobrevolaban los helicópteros. Los pingüinos son animales harto beneficiosos, lo atestigua así la tribu de los Urgas, cuya economía –por no decir supervivencia- se basa en la grasa de pingüino. Cuenta la antropóloga Josephine Redhair (la única fuente autorizada en el tema, por convivir durante varios años con ellos) que los Urgas la llaman por múltiples nombres a esa grasa de pingüino, para así creer que en realidad tienen una amplia variedad de posesiones.
Todo esto se lo digo por un descubrimiento que hice hace unos días en la red. Con sorpresa descubrí de nuevo el rastro de los Urgas. Algo así como encontrar una aguja en un pajar. El blog se llama La curiosa sociedad de los Carnotistas. ¿Quién se esconde detrás de este blog? Desde luego es un placer encontrar en la red a viejos conocidos. Y a éste especialmente pues le tengo un gran afecto.
Siguiendo con los pingüinos la famosa editorial Penguin puso hace unos meses un proyecto en la red de hacer una novela colectiva (la polifonía de Bajtin llevada al autor). La novela se llamará “Un millón de pingüinos”. El proyecto se desarrolla con la tecnología usada en los wikis. Me hace gracia el comentario de uno de los responsables del proyecto: “Para ser honesto, no sabemos exactamente qué va a pasar”. ¿Acabará siendo una novela inconexa? ¿Se convertirá en una guerra de egos? ¿Pueden escribir miles de cerebros mejor que la independencia de un solo cerebro? Qué será, será
Todo esto me recuerda a la divertida película de Happy feet. De todas maneras seré prudente, y esperaré impaciente el resultado para poder juzgar. De momento ya se puede leer un montón de los capítulos de la novela, y aunque sigan en proceso de gestación, uno si domina el inglés ya se puede hacer un poco la idea de cómo está quedando.

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