De vez en cuando me da por escribir alguna crítica en esa gran comunidad que es
filmaffinity, y hace unas semanas escribí unas
líneas tras visionar el capítulo piloto de la nueva serie
Revolution, que ha comenzado a rodar la cadena americana NBC.
La serie parte de un futuro apocalíptico en el que un fenómeno desconocido que deja inutilizados todos los aparatos eléctricos. La serie parte de esta premisa, y se sitúa a los quince años de ese apagón total, y tiene como eje central a los integrantes de la familia Matheson, que se enfrentan a una especie de nueva milicia estilo la que sale en la película
El cartero (The Postman) de Kevin Costner.
Revolution es una serie que viene firmada por
Eric Kripke y producida por
J.J Abrams. Este último ya lleva a sus espaldas un buena cantidad de éxitos (
Lost, Alias, Fringe…) por lo que siempre es alguien al que intento echar un vistazo en lo que va haciendo, y por eso vi ese capítulo piloto, pero tal como escribí en
filmaffinity me pareció que estaba bastante descuidado en muchos detalles, por lo que no le di muy buenos augurios para su continuidad.
Un detalle curioso y motivo de este post es que todos los que escribimos nos lamentábamos un poco de que en un principio, no se nos explicase el motivo de este apagón mundial, y se guardase esta baza para próximos capítulos, como si fuese un as que se guardaran los creadores bajo la manga, creando una expectativa algo artificial y escamoteándonos algo que lo normal sería que los protagonistas la de historia ya hubieran descubierto al poco de suceder el apagón, porque entre tantos humanos que hay en cualquier ciudad, alguno mínimamente cercano habría que tuviera un poco de curiosidad científica y que antes del desastre, ya fuera conocedor de esta hipótesis catastrofista (o quizás aún más normal que el gobierno hubiera podido dar la explicación correspondiente por algún otro tipo de canal). Parto de la idea que si la trama es buena, no tendría que recurrir a este tipo de tretas de ocultar información sobre la que bascula la serie, sino que debería encontrar otras líneas argumentales donde fundamentarse. De todas manera aquí desvelo lo que creo que es la solución a este misterio, y que como explicaba antes, nunca debió de dar la posibilidad de generar un
spoiler.
Pero bueno han bastado unos días, para que leyendo otros papeles, para que por pura casualidad encontrase lo que creo que es el hilo por el que han tirado los creadores de esta serie y éste no es más que la consecuencia de lo que lo que los científicos denominan como el evento Carrington, y que conllevaría las consecuencias fatídicas que se sucederían en la Tierra, tras el paso de una intensa tormenta solar.
Hace unos cuantos años se decía que el
evento Carrington podía ocurrir el año 2012 y precisamente entre mayo y septiembre (justo cuando se ha lanzado la serie), aunque estamos en octubre y aquí no ha pasado nada de nada (nota: bueno, el otro día cortaron la luz en mi edificio y estuvimos hora y media sin luz, lo que le da a uno para descubrir lo vulnerable que se vuelve uno sin electricidad, y también lo ociosos que se vuelven los vecinos que salen al rellano de la escalera, y comienzan a quejarse unos a otros de lo que nos parece una interminable espera. Pero este dato no creo que sea demasiado relevante ;)).
Vayamos a los hechos: el 2 de septiembre del año 1859, ocurrió una intensa tormenta solar, conocida como el
evento Carrington (debe este nombre al astrónomo británico que lo midió). Dicha tormenta solar sobrecargó tanto el campo magnético de la Tierra, que acabó “friendo” las redes de telégrafos que por aquella época existían, teniendo en cuenta que en esa época el mundo de los humanos sólo estaba en los albores de la utilización de la energía eléctrica. Las comunicaciones telegráficas quedaron interrumpidas durante varias semanas hasta que por fin se pudieron restablecer.
Siempre pensé que el fin del mundo como tal ocurriría millones de años después con el apagón solar, sin embargo nunca había barajado la posibilidad que ocurriera el fin de la humanidad tal como la conocemos por un efecto contrario, y que fuera una intensificación de la actividad solar la que acabara por finiquitar la civilización humana.
Generalmente los vientos solares arrastran partículas que pueden entrar en la atmósfera terrestre produciendo las llamadas auroras boreales, pero bastaría que estos vientos impulsaran una buena cantidad de plasma solar, para que una vez éste entrara en contacto con la Tierra, no pudiese ser absorbido por el escudo magnético de nuestro planeta (
cinturón Van Allen), para que destrozase la mayoría de los transformadores de las redes eléctricas y las ciudades se quedasen completamente a ciegas.
Si sucediese eso, estos transformadores dañados no podrían ser reemplazados rápidamente ya que son muy costosos y las compañías eléctricas no disponen de tantos en reserva, y además podríamos imaginar un escenario en el que la situación de la tormenta solar no durase solo un día, sino que bien podría permanecer durante años (escenario de la serie), con lo que la red eléctrica podría quedar interrumpida durante todo el tiempo en el que esta tormenta solar se mantuviese.
No se si se imaginan las consecuencias de esto, pero basta pensar que al cabo de un día sin energía eléctrica, es más que probable que los edificios se quedasen sin agua potable (ya que para el bombeo de esta se necesita la electricidad), y una vez se consumiera el agua remanente en las tuberías, nos quedaríamos sin agua. Y cosas parecidas sucederían con casi todas las máquinas que estamos acostumbrados a utilizar en nuestro día a día (nos podemos imaginar un poco una situación parecida con el magnífico
documental que rodó
Discovery Channel en el que hipotetizaba sobre una Tierra en la que de repente desapareciera de repente y definitivamente toda la actividad humana:
Life After People). Es fácil deducir que con si esta situación durase unos cuantos meses, podríamos estar hablando de unas consecuencias de millones de personas muertas (tenemos el ejemplo de hace unos años en el que el paso del huracán Katrina hizo que se desbordaran los diques que rodeaban la ciudad de Nueva Orleans, y bastaron unos días de caos, para que la población refugiada en el estadio Domo se comportase como si de un futuro apocalíptico se tratase, con asesinatos, violaciones y saqueos, y todo esto en ocurriendo en una sociedad tan desarrollada como la norteamericana).
Lo más curioso es precisamente eso, que en este mundo sin electricidad los países más castigados serían los que ahora pertenecen a la categoría de más desarrollados, pero en cambio los países menos desarrollados y que no dependen tanto de la energía eléctrica, serían los que mejor se adaptarían a esta nueva situación. Habría por ejemplo grandes zonas africanas, donde sus habitantes apenas notarían los efectos de este apagón.
Afortunadamente septiembre ya ha pasado, y aunque aún no descartamos que los mayas lleven la razón, podemos decir que de momento el mundo continúa.
La
intro de la serie desde luego es impactante:
Vivíamos en un mundo eléctrico.
Todo dependía de la electricidad y de repente se fue.
Todo dejó de funcionar...
Y no estábamos preparados.
El miedo y la confusión dieron paso al pánico.
Los más afortunados escaparon de las ciudades;
cayeron los gobiernos;
las milicias tomaron el poder
controlando los alimentos acaparando las armas.
Seguimos sin saber la causa del apagón.
Pero esperamos que aparezca alguien.
Y nos muestre el camino.
¡SOY YO! ¡SOY YO!
Fácil se coge un... No en serio me imagino que lo mejor sería sencillamente restablecer poco a poco las redes eléctricas y el suministro, una vez hubiera pasado la tormenta solar. Y mientras todo eso sucede, intentar sobrevivir como bien se pudiera.
También podría darse el caso de que hubiera habido un previo problema en el escudo del campo magnético. Había una película:
El núcleo en que la Tierra dejaba de rotar y se colapsaba los campos magnéticos (que provienen del movimiento de esos ríos de hierro fundido que se mueven por el nucleo de la Tierra). Lo que hacían para solucionarlo, era colocar cargas nucleares en la corteza terrestre para que al explosionar esta volviera de nuevo a rotar (referencia aquí al
Dia de Josué bíblico).
El pasado 23 de octubre se detectó una llamarada solar de gran intensidad que hizo que se cortaran las comunicaciones en gran parte del territorio asiático. Ahora solo falta que la próxima sea todavía de mayor potencia.
Ahora ya sé, ya sé, me vendrá alguien con conocimientos más científicos que yo, y me soltará que he dicho alguna idiotez...