Toda una tarde perdida peleándome con una grabadora de
CD que debería grabar
DVD, es más, lo llegó a hacer cuando era moza, y sin embargo ahora tal
Baterbly se niega a hacerlo. Al final he decidido llevar la información en un disco duro portátil y grabarla desde otro ordenador. Creo que el problema es el
firmware de la grabadora, pero tras horas y horas me he dado por vencido y me he dicho otro día será (posiblemente un dia en que la luna se alinee con el resto de los planetas).
Así que cambiemos de tercio, y hablemos un poco de política, pero sólo de soslayo, porque antes de que llegue a calentarme ya habré cambiado de tema (es un mecanismo de defensa perfeccionado con los años). El
sr. Rajoy me hace reír con sus declaraciones, como me sucede cuando por algún extraño fenómeno mi radio sintoniza al fanático de
Lozanitos (es una corrección que acaba de hacer el pesado corrector de Word al escribir
Losantos, pero que por una vez me ha gustado). Rajoy después de movilizar a una parte de su electorado por el grave motivo de que se han atenuado las medidas carcelarias a un preso de
ETA que estaba en peligro de muerte por una huelga de hambre, ha montado un pollo de no te menees. Y luego Rajoy con cierto aire bucólico suelta que ha sido una manifestación muy bonita y de lo mejor que ha visto en toda su vida política. Genial!! Debe ser que cerró los ojos en las manifestaciones contra la guerra de
Irak, o la misma manifestación contra el asesinato de su compañero de partido
Miguel Angel Blanco, donde seguramente multiplicaron el número de manifestantes que en la de anteayer.
Es que dirán lo que les de la gana, pero yo aún no sé el motivo de la manifestación, porque manifestarse por dejar morir a un hombre –que sí, ha sido un terrorista- pero por muy indeseable que sea, resulta que la única condena que tiene pendiente es una condena de amenazas (¡por escribir un par de artículos!) y personalmente prefiero vivir en un Estado que tenga como ideal la vida de las personas. La decisión puede que sea éticamente discutible, pero en ningún caso me parece dar pie a que sea condenable, si uno esta abierto a la discrepancia.
A todo esto ayer fue el aniversario del
11 M, el mayor atentado terrorista que ha sufrido España, y al cual los dirigentes del
PP parece que quieren restar protagonismo, porque evitan hacer referencias concretas, salvo para lanzar la sombra de la ya aburrida teoría de ETA como cómplices del atentado. Hipótesis que después de todas las investigaciones posibles, no se sustenta por ningún lado, salvo en mentes
conspirohiperbóricas.
Pero bueno… a lo que iba, en las manifestaciones me acordé de las banderas con el aguilucho que ahora el PP ya intenta moderar, porque se han dado cuenta que le dan mala publicidad, ¡pero que hasta hace muy poco eran tan comunes en sus manifestaciones!
Y me acordé de una foto que vi hace unos días de una antigua actriz, y también me acordé del recién fenecido
Baudrillard, porque una de las cosas que aprendí leyéndole era que sus filosofías de conocimiento eran sobretodo nihilistas, y en esos casos ocurre que los signos preceden a los significados, de tal modo que con un poco de palabrería cualquier cosa puede significar cualquier otra cosa. Así el águila que ondeaba en las banderas franquistas o fascistas, queda atenuada su negatividad cuando uno la encuentra en los dólares que uno tiene, y mucho más aún cuando uno ve la siguiente foto de la que antes hablaba. Aquí el águila imperial hace sin duda el papel de bestia…

Pista:
Henry Miller vio una película sobre ella cuando vivía en París, en la que la actriz moría de forma cruel e injusta. Decía Miller que al ver esa escena había llorado.
Por un millón de píxeles, ¿Sabría alguien decirme el nombre de dicha actriz?
Hoy es
Martes y trece; no se casen a menos que estén locamente enamorados.
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